Estamos los mexicanos metidos en un real embrollo, aparentemente los narcos y delincuentes de toda laya se han apoderado de los espacios que correspondieron a la ciudadanía dedicada al trabajo, culpamos a nuestros gobernantes acusándoles de no tener la capacidad o inteligencia para frenar la delincuencia, dejándole los espacios en que durante mucho tiempo se mantuvo, acabar con ella es imposible, solo se pide controlarla, evitando que rebase a la autoridad legítimamente constituida.
Mucho se grita hoy que la corrupción de las autoridades es causa de lo que sucede, es cierto, pero deberemos aceptar que de siempre las malas artes e inmoralidad han permeado los órganos de justicia y ministerio público, eso es concomitante del ser humano, todos hemos sido cómplices, desde el soborno al policía de crucero, hasta los cañonazos de 50,000 pesos de que hablaba Obregón, el particular interés temporal para ganar dinero o salir de un apuro legal propicia la corrupción, es de siempre.
Es inmoral el negocio de narcotráfico, estos individuos hacen lo que hacen impulsados por la miseria, la ignorancia y la falta de empleo, en otro espacio pero igual de inmoral está la prostitución y las causas que la originan, un país culto y con asombrosa prosperidad es España, deberemos revisar antecedentes del comportamiento de esta nación, al igual que muchos otros países después de la II guerra mundial, vivieron espacios de inmoralidad obligados por la necesidad, sin mencionar particularidades pasadas, hoy son modelo ético de cultura y desarrollo, pero, aguas, andan cambiando.
Yo culpo a las altas esferas de gobierno que han actuado en contra de los intereses del país, culpa en busca del enriquecimiento deshonesto, culpa por entregarse a los dictados de organismos ajenos y contrarios a México, culpa por no haber puesto dique en su oportunidad a la delincuencia, peor aún, propiciándola en abierta complicidad con los delincuentes y enemigos de nuestro País. Es inaceptable la fortuna de todos los ex presidentes y sus cómplices empresarios, extranjeros y mexicanos.
Lo que viene es grave, la expulsión de los emigrantes que regresarán a México, encontrarán que no hay espacio para ellos, principiarán una desesperada lucha por encontrar empleo, al no lograrlo iniciarán negocios propios con desconocimiento del mercado, agotadas sus reservas, harán lo que sea necesario para subsistir y llevar alimento a sus hogares, esa situación es aprovechada por la delincuencia para reclutar a sus empleados. Necesitamos un gobierno actuante con inteligencia, puede ser AMLO.
El gran empresario, el comerciante grande y pequeño está medrando sin control de las autoridades, la zona conurbana de Veracruz está siendo devastada por las autoridades y el comercio; pongo dos pequeños ejemplos, compre hoy un litro de jugo de naranja, se me vendió a 40 pesos, compre un saco con 48 naranjas en 45 pesos y salieron 5 litros, no es razonable que gane el comerciante el 600%. Ni hablar del robo en restaurantes donde se vende la taza de café en 40 pesos, saliendo de un Kg. de 120 pesos hasta 90 tazas. Eso es causa de la delincuencia y empobrecimiento campesino, donde debemos poner atención, por ahí está la salvación de Veracruz. ¡AGUAS!
Febrero 16 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luís Martínez Wolf |
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