El sueño de los gobernados de todo el mundo, la democracia, desde los tiempos en que Pericles la estableció en Atenas, ha sido tener un sistema de gobierno regido por normas en que el pueblo, todos los ciudadanos, puedan vivir satisfaciendo necesidades primarias, después algunos lujos o comodidades signo de progreso, progreso en que los gobernantes atienden las necesidades de la población impulsando la empleomanía, bien o justamente pagada.
El sueño democrático tiene como óbice para su implantación la muy socorrida ambición por tener lujos en que el disfrute de los placeres de todo tipo, satisfagan ese afán, del que nos quejamos, pero en abierto o un poco oculto todos ambicionamos, lo grave no es que la humanidad pretenda satisfacer sus afanes hedonistas, lo que enfrentamos, son los medios empleados para lograr el objetivo, procedimientos fuera de orden y apartados de las leyes que debemos respetar y atender, se impone el desorden e imperio de la delincuencia que toma las riendas del poder.
En la búsqueda del poder político, los ciudadanos antes honorables, se asocian con los delincuentes, creándose el sistema que tanto daño nos ha causado, la plutocracia, gobierno de los poderosos millonarios, muchos políticos que antes fueron personas honradas, el afán de riqueza les lleva a la asociación con los carteles delincuenciales y la sociedad entera cae bajo el imperio de seres sin escrúpulos, politicastros que solo tienen como objetivo enriquecerse, su alianza con los delincuentes se hace imperiosa.
Mal, muy mal andamos en México, el sistema de gobierno se da bajo torcida postura de los altos mandos, la mentira y la falsedad son norma del actuar de estos funcionarios, se nos engaña descaradamente y nada se hace para componer el desbarajuste, nada pueden hacer , pues la complicidad con la delincuencia les impone procedimientos en que el vituperado debe ser el pueblo trabajador. Vivimos atemorizados ante el actuar de la delincuencia, nos da temor circular por las carreteras en las que hace pocos años transitábamos por placer o trabajo, hoy eso es una peligrosa actividad, los delincuentes detienen a los vehículos y despojan a los conductores, bien les va cuando solo les quitan pertenencias personales o el vehículo, lo grave es que la inhumana actitud de los delincuentes les lleva a dar martirio a los ciudadanos que asaltan. Sin motivo los asesinan.
¿Quién? ¿Cuándo? y ¿Cómo?, se podrá restablecer el orden, la seguridad pública y el estado de derecho. Es incógnita indescifrable, esperábamos que AMLO cumpliera las promesas de campaña, pero lo que vemos se aparta por completo de esas promesas, está quedando como un mal planificador, al no haber seleccionado las personas idóneas para la buena conducción del país, los asesinatos y asaltos a negocios tiene paralizados a la industria y el comercio, olvidan los gobernantes que si desean imponer un gobierno plutocrático, necesitan la riqueza que genera la clase productiva, estando todos con temor, dejan de producir y todo se lo lleva el carajo, lugar vecino del infierno. ¡AGUAS!
Enero 20 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|