LA PERCEPCIÓN de inseguridad en Veracruz –aun cuando el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, aseguran que los delitos van a la baja- aumentó no solo entre empresarios y comerciantes sino en la sociedad en general que observa cómo secuestros van al alza, lo mismo que robos y asaltos a casa habitación, comercios y automóviles con y sin violencia, no descartando homicidios dolosos y, por supuesto extorsiones, y Coatzacoalcos –el municipio sin gobierno- se erige como la ciudad más peligrosa del Estado y acaso del País con 94.5 por ciento con esa apreciación negativa, pues allí se concentra el mayor número de homicidios dolosos, asaltos, secuestros, extorsiones y desapariciones. Y es que si bien los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2019 establecen que la percepción de inseguridad a nivel nacional bajó, en estados como Veracruz va a la alza, y el sector privado lo asiente, ya que ha sido el más golpeado. En ese tenor, la percepción de inseguridad repuntó a 72.9 por ciento en todo el País, pero en Veracruz rebasa el 80 por ciento, lo que desmiente a las autoridades Estatales que lanzan cortinas de humo para ocultar la ineficacia, como una supuesta orden de aprehensión contra Miguel Ángel Yunes Linares, o la reactivación de la instrucción de arresto contra el ex secretario de Finanzas, Guillermo Moreno Chazzarini, o anunciar que la ex primera dama Karime Macías tiene pendientes judiciales en el Estado que los harán efectivos, en tanto ignoran la solución de crímenes que pusieron al Estado en los primeros planos de desprestigio internacional, como los cometidos contra el, entonces, diputado local, líder cenecista y ganadero, Juan Carlos Molina Palacios, y el tres veces alcalde de Paso del Pacho, Rafael Pacheco Molina, en Noviembre y Diciembre del año pasado sin que a la fecha la Fiscalía General del Estado haya emitido un comunicado revelando avances.
EN ESE tenor, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron, en Diciembre de 2019: Coatzacoalcos, Ecatepec de Morelos, Naucalpan de Juárez, Acapulco de Juárez, Villahermosa y Uruapan, con 94.5, 92.5, 90.1, 88.9, 88.7 y 88.5%, respectivamente, encabezando la lista el antiguo Puerto México, mientras que las ciudades donde la percepción de inseguridad es menor fueron: San Pedro Garza García, Mérida, San Nicolás de los Garza, Saltillo, Los Cabos y Puerto Vallarta, con 20.5, 22.8, 27.9, 32.3, 34.4 y 37.8%, respectivamente. Como fuera, en Diciembre de 2019, 72.9 por ciento de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro, de acuerdo con los resultados del vigésimo sexto levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el Inegi, pero Veracruz se encuentra entre los Estados donde ha crecido esa apreciación y no es para menos si se considera que entre Enero y Septiembre del año pasado ya se habían acumulado 2 mil 296 víctimas de homicidio doloso, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por lo que en Diciembre podría cerrar con más de 2 mil 700 ejecutados en números someros, de tal suerte que hasta esa fecha la Entidad aportó poco más del 7 por ciento de la cifra nacional registrada en el periodo mencionado. Tan solo este día, cuatro personas originarias de Río Blanco fueron detenidas en Atlixco, Puebla cuando transportaban en la cajuela de un vehículo el cadáver desmembrado de una víctima de secuestro.
LO GRAVE es que tanto el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez como el Presidente Andrés Manuel López Obrador siguen echando culpas al pasado, y en ese tenor, bajo el argumento de que le heredaron “una profunda descomposición, no sólo una crisis, sino una decadencia, un proceso de degradación progresiva, eso es lo que estamos enfrentando”, al titular del Ejecutivo Federal no le queda sino aceptar que de Enero a Diciembre del 2019 se cometieron en el País 34 mil 579 homicidios dolosos, convirtiéndose en el año más violento en la historia de México después de la Revolución Mexicana. En ese tenor, el comportamiento mensual de los homicidios el año pasado fue entre alzas y bajas para cerrar en altas: de esa manera, en Enero se cometieron 2 mil 891; 2 mil 855 en febrero; 2 mil 804 en marzo; 2 mil 854 en abril; 2 mil 731 en mayo; 2 mil 904 en junio; 2 mil 994 en julio; 2 mil 962 en agosto; 2 mil 951 en septiembre; 2 mil 836 en octubre; 2 mil 876 en noviembre y 2 mil 921 en diciembre, y al número global de crímenes no se le sumó diciembre de 2018 que ya corresponde a AMLO. La tabla mostró que los meses de julio, agosto y septiembre fueron los más violentos, aunque el Presidente sostiene que en Diciembre próximo se comenzarán a ver resultados de su estrategia de paz y seguridad, pues en México ya no Gobierna la delincuencia, algo que ni él mismo cree si se toma en cuenta la liberación de Ovidio Guzmán López y los desmanes que sigue cometiendo la delincuencia.
COMO FUERA, el Presidente se compromete a que en Diciembre de este año terminará de sentar las bases de la transformación del País, además de que habrá resultados en ese tema que es el problema más difícil que ha enfrentado México como es la inseguridad, lo cierto es que no se ven visos de que eso suceda. Y solo basta ver las cifras: en el 2016 se incrementó la incidencia de violencia en 2.9 por ciento; en el 2017 en 2.3 por ciento; en el 2018 en 0.7 por ciento, y en el 2018 en 0.1 por ciento y en 2019 los números son más que escandalosos. Pero AMLO dice que en sexenios anteriores dejaron crecer la inseguridad; “se dejó crecer mucho el problema de la inseguridad, de la violencia, no se atendieron las causas, se abandonó la actividad productiva, se dejaron de crear empleos, los salarios en México son los más bajos del mundo, la corrupción en México era de las más elevadas en el mundo, se abandonó a los jóvenes, se impuso la protección, la impunidad, no había autoridad, no había una línea que dividiera, una frontera que dividiera la autoridad de la delincuencia”. Y como en eso de echar culpas se pinta solo, expresó que en el sexenio 2006-2012 el secretario de Seguridad federal, Genaro García Luna, estuvo relacionado con el Cártel de Sinaloa, por lo cual está actualmente preso en Estados Unidos.
EN VERACRUZ los secuestros en la zona centro están al día, y si bien la madrugada de este jueves liberaron a la esposa de un empresario secuestrada el martes tras pagar fuerte rescate, este mismo día fue plagiado el ex síndico de Río Blanco, Joel Rodríguez Díaz cuando salía de su vivienda para dirigirse a su local de venta de carne ubicado en el mercado Modesto Escalona, de Río Blanco. El hijo del exalcalde Joel Rodríguez Crescencio habría sido interceptado por hombres armados alrededor de las 07:00 horas cerca de su vivienda. Su hermano, Sergio Rodríguez quien fue síndico en la administración 2008-2010 con Raúl Vera Aguilar, también fue secuestrado en octubre de 2018. Así anda Veracruz mientras la Fiscalía General del Estado duerme el sueño de los injustos sin aclarar nada que no le ordenen. OPINA carjesus30@hotmail.com
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