AL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador le está sucediendo como a los empresarios neoliberales que tanto critica, aquellos que en la cobranza de la mercancía ordenan a cobradores o cajeros “sugieran” a compradores si desean donar la morralla que va desde 50 centavos hasta 5 o 10 pesos que, según ellos, son para donar a diferentes causas, ya sea lentes para personas con debilidad visual, apoyo a asilos, compra de sillas de ruedas u otros beneficios que, en muchos casos sí son adquiridos, pero los mercaderes se los atribuyen a ellos y no a una sociedad participativa, evadiendo al fisco por tratarse de compras sin fines de lucro, además de que una parte se usa para lo que es y otra para beneficio personal. En ese tenor, López Obrador vino a Veracruz –y también fue a Chiapas y Tabasco- el fin de semana, y como siempre anunció la ampliación de sus programas sociales clientelares-electorales, algo que sostiene con el dinero de los contribuyentes, pero que jamás explica a los beneficiarios quedando, única y exclusivamente su Gobierno como aportador o proveedor, lo que a todas luces es deshonesto ya que el mandatario nacional solo entrega lo que la sociedad con sus impuestos aporta y, por supuesto, el beneficiado directo será su Partido, el Movimiento de Regeneración Nacional pues a la vista de seguidores, esta administración sí cumple, pero jamás se ponen a analizar de donde provienen los recursos que benefician a los llamados Ninis, las becas para jóvenes construyendo el futuro que, en muchos casos, se ha detectado que las cobran pero no acuden a los centros de capacitación, pensión a adultos mayores y sembrando vidas, entre otros. En pocas palabras, el Presidente queda bien con sombrero ajeno, y eso, aquí y en China no es honesto.
POR LO pronto, en Coatzacoalcos anunció que para 2020 se ampliará en el Estado el programa “Sembrando Vidas” de 159 a 169 mil 500 hectáreas, generando empleos a cerca de 70 mil sembradores, y eso es bueno, sin embargo, son empleos temporales que en nada fortalecen la economía o el crecimiento, lo que tiene a México de rodillas en materia de desarrollo, ya que los beneficiarios no pagan impuestos pero reciben lo que aportamos contribuyentes. Y es tal la entrega a discreción de los impuestos, que en Coatzacoalcos anunció que su administración acercará los servicios bancarios tanto a las cabeceras municipales como a las comunidades más apartadas, construyendo en el País 2 mil 700 sucursales del Banco de Bienestar donde les depositará directamente a los beneficiarios. De esa manera, AMLO reparte programas sociales como si fuera asunto suyo o de MoReNa, cuando es con la participación forzada de todos los mexicanos producto de contribuciones o pago de servicios, por cierto, cada vez más altos como el consumo de luz cuya tarifa, ahora argumenta, no será bajada, algo que no dice al pueblo que beneficia que, de pilón, sigue acrecentando odios hacia quienes más tienen o luchan por tener y que, por obra y gracia de AMLO paga sus becas, pensiones y otros beneficios.
POR ELLO no es fortuito que tanto el PAN como el PRD e, incluso el PRI se opongan a la reducción de prerrogativas, pues saben de antemano a donde van a ir a parar los recursos que les pretenden recortar: para que el Presidente se adorne con sobrero ajeno, y en ese tenor demandan piso parejo, esto es, que se regulen las mañaneras –que promocionan a diario al Presidente y a MoReNa-, y que la ayuda social se canalice de otra manera, esto es, que se explique de donde proceden los recursos que el Gobierno Federal facilita al llamado “pueblo bueno”. Fernando Rodríguez Doval, integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PAN explica muy bien lo que sucedió el jueves pasado en la Cámara de Diputados, cuando la bancada de MoReNa intentó reducir en 50 por ciento el financiamiento a partidos: “fue una ocurrencia demagógica que busca debilitar a la oposición sin entrar de lleno y a fondo de los diferentes temas que abarcaría una reforma electoral”, mientras que el PRD vio inviable una disminución en las prerrogativas en tanto el Gobierno Federal destina más de 300 mil millones de pesos a programas sociales clientelares que se atribuye como propios, cuando son fortalecidos con el dinero de la sociedad que paga impuestos”.
Y VAYA que tienen razón; a partir de los programas sociales clientelares-electorales que al paso de los días se agigantan mientras que la inversión oficial se estanca, las fuerzas políticas competirán en 2021 y 2024 en condiciones desiguales y sin piso parejo. Y es que ni PAN ni PRD están en contra de la reducción de recursos públicos a los partidos, pero demandan que ésta sea través de una reforma integral, no parcial, como la que se votó en la Cámara de Diputados, que incluya la posibilidad de mayor financiamiento privado y piso parejo en las elecciones. El PAN lo ha dejado claro; que no tiene miedo a discutir una eventual reducción al financiamiento público que reciben los partidos, siempre y cuando se pueda aumentar el financiamiento privado y forme parte de una reforma integral en la que se incluyan temas como la segunda vuelta electoral y la reglamentación de las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que no es posible tener un mandatario haciendo propaganda por su partido todos los días en canales de televisión abierta y en radio.
Y ES que en el afán de obtener más dinero para sus programas sociales, el Presidente López Obrador ya anunció que enviará al Congreso de la Unión una iniciativa preferente en Febrero para obligar a los institutos políticos a renunciar al 50 por ciento del financiamiento, a sabiendas de que MoReNa no necesita de más dinero tomando en cuenta que el titular del Ejecutivo Federal es el mejor promotor del Movimiento de Regeneración Nacional al entregar a “los que menos tienen” el dinero que debería ser para invertir en obras y servicios, y no para regalarlo a discreción como hasta el momento. Sabe AMLO que por decreto podría obligar a los partidos a renunciar al 50 por ciento de sus prerrogativas, y que MoReNa no se vería mellada debido a los “regalos” que suele hacer a cierta población, aunque lo cierto es que el “pueblo bueno” ya comienza a desesperarse por la inseguridad y el desempleo, y el ejemplo más claro es Veracruz en donde, ante la inoperancia de las autoridades, el pueblo comienza a hacerse justicia por propia mano baleando y asesinando a cobradores de piso, a secuestradores, asaltantes y violadores, y cuando uno de los suyos es detenido por ejecutar a un delincuente como ocurrió con don Ramón que mató por defender a su hijo, toman carreteras y autopistas para obligar a la autoridad a ejercer la legalidad y desechar el cinismo. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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