4.- La demanda o imperativo constitucional derivado de la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, ha sido cumplido en su oportunidad por el Ejecutivo Federal, resaltó la conveniencia del desarrollo regional, al crearse una S.A. de C.V. con patrimonio y manejo de las APIS.
Los grupos vinculados con el manejo y operación de flota han participado en numerosos foros a los que se les convocó, se incorporaron participando en el Comité Nacional para la Reactivación de la Marina Mercante, presentando multitud de ponencias en apoyo a dicho plan de reactivación, muchos proyectos para modificar leyes y establecer la normatividad que permitirá el desarrollo de la marina mercante en todos sus aspectos, documentalmente la SCT está haciendo mucho, los pronósticos son halagüeños, sin embargo, hasta el momento en el aspecto flota mayor de altura y cabotaje, tenemos que lamentar su raquítico o negativo desarrollo.
5.- Por diversas razones, no hemos podido constituir la flota mercante mayor, queremos destacar el absurdo o paradoja en algunas declaraciones, cuando se exige la creación de flota mercante para exportar nuestros productos, los funcionarios declaran que los compradores imponen la condición respecto a quien transportará el producto comprado; cuando importamos siendo nosotros los compradores, los mismos funcionarios manifiestan que los vendedores imponen la condición de quien será el contratista del flete.
6.- Con elemental lógica, es necesario plantearnos una forma simple respecto a cómo se debe manejar el negocio marítimo, deberemos vender, exportar, bajo términos CIF -Cost, Insurance & Freight (Costo, Seguro y Flete) e importar bajo términos FOB – Free on board (Libre a bordo), atendiendo estas condiciones o términos, México experimentaría un inmediato y formidable desarrollo marítimo en lo referente a flota, que a su vez provocaría un saludable disparo en puertos y en la economía nacional.
7.- Se repite entre otras razones, para no dar el apoyo o impulso que urge se dé a la creación de flota mercante mexicana, el que México es signatario de convenios internacionales entre los cuales se nombra el de reserva de carga y de apertura comercial, México cumple con creces sus compromisos, otorgando absurdamente el 98% de su carga de exportación a navieros extranjeros, en la de importación andamos en números parecidos y en el servicio de cabotaje somos candil de la calle, permitiendo que en la Sonda de Campeche, laboren, en desacato a preceptos legales, una flota que enarbola pabellones extranjeros, aunque la mexicana ya aparece, los propietarios de muchas de esas embarcaciones son extranjeros.
Las anteriores consideraciones resaltan el aspecto cualitativo, la cantidad será consecuencia de la disposición que muestren nuestros altos dirigentes para decidir cuándo tendremos flota mercante, gran parte de esa decisión y responsabilidad deberá recaer en el cuerpo legislativo, quienes están obligados a la modificación y adecuación de leyes, los empresarios, armadores y muchos ejecutivos relacionados con la industria marítima, argumentan que la trabazón normativa y jurídica impide que la flota que pudiera crearse fuera competitiva ante las potencias marítimas que concurren al mercado. ¡AGUAS!
Noviembre 29 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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