LA HISTORIA DE Lev Davídovich Bronstein, mejor conocido como León Trotski es apasionante no solo por su relación con Frida Kahlo, la esposa de su amigo y protector en México, el inmortal Diego Rivera, sino también por dos atentados que habría sufrido durante su exilio en el País, el primero orquestado el 24 de Mayo de 1940 encabezado por el muralista David Alfaro Siqueiros al frente de un comando de 20 individuos, quienes tomaron por asalto la casa de la calle Viena, en Coyoacán, en la ciudad de México, disparando alrededor de 200 proyectiles de los cuales alrededor de un centenar hicieron blanco en las camas y cerca de ellas, y más de 70 fueron contados posteriormente en las paredes y puertas. Trotsky, su esposa Natalia y su nieto Seva sobrevivieron al atentado que duró alrededor de 20 minutos, resguardándose bajo las camas. Según el espía soviético Pavel Sudoplatov, director adjunto del Departamento Exterior y responsable de los planes para eliminar a Trotsky, Siqueiros encabezaba uno de los tres equipos organizados para liquidar a quien José Stalin consideraba el enemigo número uno del pueblo Soviético. Tras aquella experiencia donde salvó la vida gracias a la inexperiencia de los tiradores que ni siquiera abrieron la puerta de su recámara, sino que dispararon desde el exterior, el Gobierno de México ordenó redoblar la seguridad para evitar futuros intentos de asesinato, pero Jaime Ramón Mercader del Río Hernández, hijo de la activista Caridad del Río, consiguió infiltrarse en los círculos más cercanos del líder revolucionario bolchevique haciéndose pasar como escritor, y aprovechando el noviazgo que había iniciado con Silvia Ageloff, una de las secretarias del líder revolucionario. Fue el exceso de confianza, ya que todo el que quisiera visitarle tenía que presentar credenciales y era registrado de arriba abajo, por lo que Mercader logró vulnerar las medidas de protección, y el 20 de Agosto de 1940, con el pretexto de que leyese un escrito suyo, consiguió estar a solas con la víctima en su despacho. De esa manera, mientras Trotsky le dio la espalda para aprovechar la luz de la ventana, Mercader sacó un piolet (de escalador de alpinista) y le asestó un golpe brutal en la cabeza, lo que expuso la masa encefálica de Trotski, y aunque lo llevaron al hospital de la Cruz Verde y fue sometido a varias operaciones, el 21 de agosto finalmente falleció. Ramón Mercader y su madre, Caridad formaban parte del segundo frente para asesinar al líder revolucionario, y había un tercero en caso de fallar: Iosif Grigulevich, un ex agente de la KGB, especializado en la eliminación física de personas desafectas al régimen de Moscú.
Y EL tema viene a colación por la llegada de Evo Morales Ayma, renunciado Presidente de Bolivia y asilado a partir de este lunes en México, y las consecuencias que implican tener aquí a un personaje de su talla que más allá de haber sido un sindicalista, activista y dirigente boliviano de ascendencia aymara, además del sexagésimo quinto mandatario del Estado Plurinacional de Bolivia hasta que presentó su dimisión en medio de intensas protestas, es un político non grato para Estados Unidos que lo ha considerado dictador y ambicioso trasnochado del poder, ya que estaba en su cuarto periodo como Presidente de aquella nación sudamericana cuando las acusaciones en su contra se intensificaron, obligándolo a renunciar. En pocas palabras, quería perpetuarse en el poder como alguna vez soñó el llamado Benemérito de las Américas, Benito Juárez García, quien asumió el poder en 1858 tras el golpe de Estado de Ignacio Comonfort. En apoyo del Plan de Tacubaya, Juárez ocupa por ministerio de ley el cargo de Presidente de la República, hasta el 18 de Julio de 1872 (tras varias reelecciones) cuando muere por una angina de pecho en el Palacio Nacional, aunque otras versiones indican que fue envenenado por Leonarda Emilia, mejor conocida como 'La Carambada', quien le habría suministrado una poción conocida como veintiunilla que causa la muerte por infarto a los 21 días de suministrado. De hecho, su ex alumno, don Porfirio Díaz se había separado del ejército ante la necedad de Juárez de mantenerse en el poder, y desde ahí hizo un pronunciamiento donde desconocía al Presidente y llamaba al pueblo a levantarse en su contra. La "no reelección" fue una de las principales imputaciones contra Juárez, ya que Porfirio lo acusaba de dictador (quien dijera que años después, Francisco I. Madero le aplicaría el mismo argumento).
PERO VOLVIENDO al tema Evo Morales, el asilo político concedido a él y algunos colaboradores, lejos de ser un reconocimiento a la democracia lo es a las dictaduras permanentes, ya que si bien se argumentó que el boliviano fue reelecto en un proceso democrático, lo cierto es que no quiso entender que su tiempo había terminado, y que ya era tiempo de entregar el poder. En ese tenor, el profesor-Investigador del Centro de Estudios Sociológicos y titular del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, José Luis Reyna Pérez, lo define de la siguiente manera: “el poder es un vicio, y quien lo tiene y lo ejerce procura encontrar los medios, muchas veces sin pudor alguno, para conservarlo. Quien no lo tiene busca también los medios, sin recato, con tal de conseguirlo”. Pero el doctor en Sociología por Cornell University sostiene que las instituciones políticas, en especial los partidos, pierden su identidad, que es su razón de ser, y ceden ante el embate de quienes quieren seguir empoderados o pretenden empoderarse. Ante la ambición, la ideología se vuelve secundaria y deja de ser el faro que ilumina un camino determinado. Se pierde, además, el concepto de la geometría política. Deja de ser importante si se es de izquierda, de centro o de derecha. Lo que importa es el poder y mejor si se perpetúa.
COMO FUERA, el Gobierno de México tiene ante sí una enorme responsabilidad, ya que, seguramente, ante la advertencia de Evo Morales de regresar pronto a Bolivia más fuerte, habrá grupos de interés que busquen eliminarlo para de esa forma apoderarse del control de aquella nación con casi 48 millones de habitantes, pero donde la pobreza monetaria llegó en 2018 a 27 por ciento, lo que indica que 13 millones 073 mil personas se encuentran en situación de pobreza monetaria, un leve aumento si se considera que en el 2017 había 12 millones 883 mil bolivianos. Evo Morales, al igual que León Trotski en su momento, corre un enorme riesgo en México, salvo que habite en instalaciones militares, lo que implica una gran responsabilidad para el Presidente Andrés Manuel López Obrador que con la decisión de asilar al boliviano emula a Lázaro Cárdenas y aquel numeroso exilio Español engendrado por la guerra civil en el País Ibérico. Por ello, más allá de que AMLO informe al pueblo de México cuánto gastó en el traslado de Evo Morales y su comitiva a México, ya que se usó un avión de las fuerzas armadas con cargo al erario, lo que sin duda debe preocupar es dónde vivirá sin que constituya un riesgo para el País, incluso en su relación con Estados Unidos. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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