EN LA zona centro del Estado se vive una verdadera tragedia. Según colectivos de familiares de desaparecidos, solo en Ixtaczoquitlán, un municipio desgobernado por Miguel Ángel Castelán Crivelli, empresario transportista que junto con su familia hace lo que quiere en la región, existen al menos 15 desaparecidos en las últimas semanas, la mayoría comerciantes que previamente fueron levantados por la policía municipal a cargo del, ahora, prófugo de la justicia, Octavio Pérez, quien se desempeñaba en ese ayuntamiento como director de Gobernación y, por tanto, titular de la corporación cuya misión era velar por la seguridad de los gobernados, pero que por alguna razón –irracional- atentaba contra estos, acaso por no obtener beneficios económicos por su liberación. Y es que en torno al tema advierten complicidades, pues de acuerdo a familiares y amigos de los desaparecidos, el alcalde Castelán Crivelli habría solapado los hechos delincuenciales cometidos por él, ahora, ex funcionario Octavio Pérez, ya que a pesar de que interpusieron denuncias en tiempo y forma, presentaron testimonios de las patrullas que detuvieron a los infortunados y hasta evidencias de otros hechos ocurridos en el lugar, el munícipe los ignoró, por lo que recurrieron al Estado que, inicialmente, también los habría relegado hasta que la protesta pública y la denuncia en diferentes medios de comunicación, hizo reaccionar a la Fiscal, por lo que al acudir elementos de esa corporación a detener a los presuntos, la mayoría se había dado a la fuga lo mismo que el señalado funcionario acusado de desaparición forzada, a quien, seguramente le dieron el “pitazo”.
MIENTRAS TANTO, siguen desaparecidos desde finales de Octubre 6 hombres y una mujer dedicados a la venta de ropa americana, y los testimonios indican que al menos 4 fueron detenidos por policías municipales de Ixtaczoquitlán, según consta en fotografías al interior de esa comandancia. Se trata de Joel Reyes Flores, de 43 años; Ricardo Montesinos Nuñez, 20 años; Daniel García Reyes, 25 años; Humberto Gil García, 32 años; Jorge Obet Reyes Flores, 41 años; y los esposos: Jorge Alducin y Luisa Carrera Valdéz, de 45 y 30 años de edad, respectivamente, de quienes nada se sabe desde la madrugada del 26 de octubre cuando fueron detenidos por elementos municipales sobre la carretera federal, en la parada de autobuses conocida como La Quebradora, tras acudir a recoger "pacas" o "lotes" de prendas al municipio de Fortín, siendo trasladados a los separos de Ixtaczoquitlán.
PERO LA sospecha de las familias –incluidas la de dos desaparecidos en Ixtaczoquitlán, aunque oriundos de Paso del Macho-, recaen en el alcalde porque a pesar de los señalamientos contra Octavio Pérez, su colaborador, lo mantuvo en el puesto pese a las denuncias interpuestas, a tal grado que nunca lo cesó, por lo que el funcionario, al ser enterado que elementos de la Fiscalía General del Estado iban por él, simple y llanamente se dio a la fuga como si estuviera consciente de su responsabilidad. Y es que los propios familiares denuncian que el ex Director de Gobernación entregó a sus familiares a integrantes de una banda del crimen organizado que opera en la zona, pues era un secreto a voces que el mencionado ex funcionario junto con elementos policiacos cometían ilícitos bajo las órdenes de un grupo delincuencial, y por se preguntan: ¿y acaso no lo sabía el alcalde?. “Miguel Ángel Castelán Crivelli, y posiblemente algunos otros funcionarios estuvieron solapando las actividades delincuenciales que venía cometiendo Octavio, principalmente en la desaparición forzada de personas”, dicen los atribulados parientes, pues, “no puede ser que no se haya dado cuenta, él los solapó y seguramente lo puso sobre aviso y por eso alcanzó a huir de la ley”, y en ese tenor, y por esa razón a la Fiscalía General de la República y a la del Estado que investiguen también a otros funcionarios de la administración municipal” incluido Castelán Crivelli, pues según el Colectivo de Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba, los no localizados no son solo 7, sino más de 15 personas en ese municipio en donde, para variar, han sido localizadas fosas clandestinas.
EL SÁBADO, tras el cobarde asesinato del líder de la Liga de Comunidades Agrarias, diputado independiente y ganadero, Juan Carlos Molina Palacios, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en otro de sus muchos discursos sacados de la manga, dijo a veracruzanas y veracruzanos que “se equivocan quienes atentan contra la vida de las personas y creen que dichos actos van a quedar impunes; que les quede claro a los delincuentes, en Veracruz ya no hay quien los encubra, y como en otros hechos suscitados de este tipo anteriormente, se dará con los culpables y finalmente se hará justicia”, pero los familiares de los desaparecidos por la policía municipal de Ixtaczoquitlán siguen esperando justicia, lo mismo que los deudos de 31 masacrados en Coatzacoalcos y los de 13 en Minatitlán, además de las familias de las 154 mujeres asesinadas por razones de género o feminicidios. Pero García Jiménez dice que en Veracruz se acabó la impunidad, mientras que la Fiscalía General del Estado no encuentra la punta de la madeja, y en ese tenor se siguen inventando pretextos o declaraciones que no son acordes con la realidad. Y aunque Verónica Hernández Giadáns, encargada de la Fiscalía Estatal dice que se abrió una carpeta de investigación por el asesinato de Molina Palacios, además de haber iniciado las diligencias periciales para dar con los responsables, lo más prudente es que la familia espere sentada el anuncio de que a los delincuentes ya los mataron en otra acción delincuencial, aunque no sea cierto.
HACE UNOS días el trascendió que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez le habría pedido a propietarios de radiodifusoras que hablen bien de Veracruz, aunque lo cierto es que a casi un año de gobierno la realidad supera las buenas intenciones, ya que no hay día que no surjan estadísticas y mediciones concretas que ubican al Estado en los últimos lugares entre las 32 Entidades del País en los diversos rubros. Solo para ilustrar, el Índice de Progreso Social 2019, elaborado por la agrupación México ¿Cómo vamos?, revela que Veracruz se ubicó en las posiciones más bajas a nivel nacional, al mostrar debilidad de crecimiento en temas de necesidades humanas básicas, salud y bienestar y oportunidades, además de inseguridad. En global, el Estado gobernado por Cuitláhuac García se ubicó en la posición 29 de 32 –es decir, entre los 4 peores de todo el país- , con un progreso medio bajo y un puntaje de 60.52, por debajo de la media nacional que fue de 66.75 puntos, y muy lejos del puntaje más alto de 73.56 del Estado de Nuevo León, que obtuvo un Índice de Progreso alto. Así andamos a unos días del informe… OPINA carjesus30@hotmail.com
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