ACOSTUMBRADOS A doblegar a los Presidentes de la República en turno, los viejos líderes enquistados eternamente en el poder buscan alternativas para seguir medrando a costa de sus “representados”, y en ese tenor, el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, quiso engatusar al jefe de las instituciones Federales renunciando al PRI y colocándose como un dirigente independiente y a la espera de que Andrés Manuel López Obrador le llame, pero en caso de no ser así, iniciará la construcción de un nuevo partido usando a los agremiados a los sindicatos que integran la FSTSE, como si se tratara de zombis, entes sin voluntad a quien puede seguir manipulando para satisfacer sus caprichos personales, mientras que los sindicalizados siguen inmersos en pobreza. No en vano lo dijo López Obrador cuando respondió a quienes le cuestionaron en torno a la confrontación al interior de su partido por la dirigencia nacional: “-Si alguien intenta inducir el voto de los morenistas o en cualquier otro partido u organización, no tendrán resultados, porque ya no hay borregos en la sociedad mexicana-. Pero hay otros, como Víctor Flores Morales, todavía Secretario General del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana que se quedaron acostumbrados a la amenaza o amedrentamiento, como alguna vez le advirtió Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, a Carlos Salinas de Gortari cuando aún no era Presidente, y a Miguel de la Madrid Hurtado que sí lo era: “-Si le va mal a los petroleros, le va mal al País”, o aquella su frase que solía expresar: El mundo está dividido en cuatro tipos de personas, un 25 por ciento amigos suyos, otro 25 por ciento de pusilánimes a los que hay que convencer, un 25 por ciento más de mercenarios a los que hay que comprar, y el resto, enemigos a los que hay que combatir. “Si convences a los pusilánimes y compras a los mercenarios, ya tienes el 75 por ciento suficiente para partirle la madre a tus enemigos", decía amenazante, pero finalmente terminó en prisión gracias al puño de acero en guante de seda del, entonces, Secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, demostrando así que nadie es tan poderoso, o como reflexionaba el autor de “Por quién doblan las campanas”, Ernest Hemingway: “El mundo rompe a cualquiera. Muchos se hacen fuertes en los sitios rotos. Pero los que no se rompen, mueren”.
PUES BIEN, ante la insistencia de que podría ser el segundo vetusto dirigente que mida el piso, tras la renuncia obligada de Carlos Romero Deschamps a la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicano, Flores Morales, que llegó a la dirigencia del STFRM para cubrir el periodo 1995-1998, pero en este último año convocó a una convención nacional en la que coaccionó a los trabajadores para que alargaran su mandato tres años más, y a la fecha lleva 24 años al frente de esa agrupación, acarreó a su gremio el pasado fin de semana a un evento donde los asistentes le patentizaron su respaldo en franco reto al Presidente Andrés Manuel López Obrador que desea democratizar la vida nacional, incluidos los sindicatos, allí donde se han enquistado líderes venales como Víctor Flores Morales quien desde el periodo de Carlos Salinas de Gortari, cuando se privatizó Ferrocarriles Nacionales, los ferrocarrileros jubilados lo denunciaron de aprovechar el proceso de liquidación para despojarlos de más de 30 mil millones de pesos que habían ahorrado desde 1932 en la Sociedad Mutualista Previsión Obrera. También lo evidenciaron por usar el fideicomiso Ferronales Jub.5012-6 como caja chica para desviar recursos en beneficio de candidatos priistas, pero las demandas interpuestas en la, entonces, Procuraduría General de la República no avanzaron gracias al reparto de dinero que suele hacer el veracruzano. En 2001 y 2004, la Organización de Jubilados Ferrocarrileros de la República Mexicana lo demandó por las acciones señaladas, pero existen otros procesos en su contra por la venta de inmuebles, propiedad de Ferronales para su beneficio personal. Ya en 2013 se dio a conocer que existían más de 14 mil juicios por conflictos laborales por la extinción de Ferronales que, hasta entonces, involucraban a más de 70 mil exferrocarrileros. Y es que a los jubilados se les descuenta el 1 por ciento de su pensión por concepto de cuotas sindicales, lo que representa casi 8 millones y medio de pesos mensuales que van a los bolsillos de Flores Morales. De hecho, Benito Bueno Rentería, secretario general de la Sección 31 del Sindicato Ferrocarrilero de Chihuahua denunció que Flores Morales les ha retenido el pago de bonos a 265 trabajadores sindicalizados desde 2014, mientras que la parte disidente ha exigido en más de una ocasión su enjuiciamiento, pero al veracruzano, ex maestro de baile de quinceañeras en sus años mozos, parece no importarle, y en ese tenor le mandó un mensaje al Presidente López Obrador el fin de semana al congregar a sus seguidores y declarar que las versiones de que podría ser el siguiente en ser depuesto luego de la salida de Carlos Romero Deschamps del sindicato de trabajadores de Pemex, es una “guerra sucia” por parte de un grupo de “esquiroles”, que ni siquiera son miembros del sindicato y lo único que desean es echar para abajo todo lo que se ha conseguido a través de los años. Solo le faltó decir: -si a los ferrocarrileros les va mal, al Tren Maya le ira peor-.
HACE ALGUNOS años el periodista Alejandro Suverza que, posteriormente, fue encarcelado acusado de una infamia, dicen que por instrucciones de Flores Morales, describió alguna vez parte del ascenso del dirigente, dejando en claro que para entrar de lleno en su vida ferrocarrilera hay que remitirse a un crimen. El de Carlos Serdán Reyes, un trabajador del riel asesinado de un tiro en la nuca en 1962, en un hotel de Veracruz. Su asesino fue Jorge Peralta Vargas, líder del sindicato ferrocarrilero entre 1986-1989, cuando Víctor Flores se desempeñaba como empleado de éste haciendo tareas de mensajero y después boletero de Ferronales. Cuenta el periodista que tras estar preso por el homicidio, familiares de Serdán Reyes confirman que fue sacado por su primo Mario Vargas Saldaña, que era edil de Veracruz, y más tarde se encargaría de contactarlo con el director de Ferrocarriles Nacionales de México, Luis Gómez Zepeda. Peralta llegaría como comisionado del sindicato y a los meses, en 1986, a la secretaría general, llevándose a la ciudad de México a Flores Morales como su brazo derecho. Fernando Miranda, un hombre cercano al sindicato, asegura que era su chalán: “Lo contrató para que le acercara los oficios a firmar, y le servía de caballito al hijo de Peralta que tenía seis años, pero se fue pa´rriba”. Su servilismo le consiguió el puesto de secretario nacional de Ajuste por Trenes. En los años siguientes fue asesor jurídico. Él ostentaba el título de contador público sin serlo, y en 1991 su padrino Jorge Peralta Vargas intentó colarse de nuevo a la dirigencia, pero hubo resistencia. Circulares con foto del interior del sindicato evidenciaban una mafia: “Jorge Peralta Vargas, “El Pitoloco”. Homicida calificado quiere a como dé lugar volverse a apoderar de tu sindicato a través de su mafia encabezada por el ex vago y pandillero Víctor Félix Flores Morales, saqueador profesional del STFRM”. Fernando Miranda lo recuerda como secretario nacional tesorero, extrayendo el dinero de la caja fuerte del sindicato para llevárselo al ex dirigente Reyes Peralta, y saltándose al nuevo líder Praxedis Frausto Esquivel, asesinado el 17 de julio de 1993, y cuyas sospechas, aunque nunca probadas, recayeron en Víctor Flores. En fin, si es o no el próximo en caer, seguramente el Presidente Andrés Manuel López Obrador ya tiene su negro historial en la mano, y todo indica que en los días por venir ocurrirá lo conducente. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
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