En forma casi simultánea se presentaron ante los mexicanos y funcionarios del Gobierno dos acontecimientos, ambos difíciles de aceptar o comprender para su normal entendimiento y aceptación, disyuntiva para los legisladores, funcionarios del más alto rango y a la población, afectada por la decisión de los responsables para el buen gobierno de la Nación, según los expertos y opinión popular, en ambas condiciones quedo mal el gobierno al tener que decidir respecto a negociar con la delincuencia y algo muy delicado, la modificación fiscal que afecta el pago de los contribuyentes.
Planteada la disyuntiva ante muchos empresarios, se estaba discutiendo la modificación fiscal cuando los delincuentes entraron en liza, enfrentaron a las fuerzas armadas, a la policía, después de un efímero o mal entendido como combate, nuestras fuerzas armadas fueron derrotadas y se dio un sinnúmero de conjeturas que nadie entendió, al final de cuentas, el Presidente de la Republica, aceptó responsabilidad en el affaire de Culiacán, disponiendo liberar a un delincuente que habían “aprendido” ??? pidió a la población cordura y tranquilidad en lo de los nuevos impuestos, en un caso le dieron palo al Gobierno y en el otro, no tenemos más remedio que aceptar el palo fiscal, pagar es impuesto y se impondrá como tal, nos guste o no.
El asunto fiscal es asunto que se había diferido sin razón alguna, quienes pagan protestan ante la nueva imposición, alegando que se ahuyenta a los inversionistas, falso, pagar impuestos es una obligación en toda nación civilizada, lo que hace hoy el gobierno, debió haberse hecho hace mucho, el deporte favorito de los grandes contribuyentes ha sido la evasión fiscal, tanto o más gordo, es la muy socorrida actitud de los pequeños contribuyentes, hablo de esos que solo con una moto y un pequeño templete, dando una mordida a los funcionarios, ponen su negocio pseudo ambulante, se cuelgan de los cables de energía eléctrica y no pagan ni madres; la corrupción permite su función y es público y notorio que lo que hacen lo hacen con el beneplácito de autoridades, se dice que los grandes, tienen varios, muchos changarros ambulantes y tienen una gran cantidad de empleados a quienes explotan inicuamente, ese es asunto por lo que los ciudadanos debemos protestar.
Lo de la presencia de los carteles, apoderados de vidas y haciendas, es cosa difícil de resolver, también impera la corrupción, pero a gran escala, en los niveles de gobierno donde es muy difícil meter mano para resolver.
Buen problema para AMLO, si los resuelve, podrá llegar a lo que tiene planeado, de lo contrario empezara a sonar eso de reposición o renovación de mandato. ¡AGUAS!
Octubre 22 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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