Creo que los turistas que nos visitan no han atendido las declaraciones de los expertos, respecto a la contaminación de las playas donde los paseantes se dan gozosos sus chapuzones, bebiendo como acostumbran pequeños sorbos o buches de la salobre agua de mar, los tratamientos con el líquido oceánico, están reputados desde hace mucho, como saludables, en Europa fueron famosos los tratamientos talasoterápicos para curar muchas enfermedades. (talasos: océano), en Italia se vende agua de mar embotellada para consumo humano.
Algunos enemigos de la promoción turística, han divulgado la infausta versión de que el agua marina, en balnearios de Veracruz y Boca del Río, casi todos los de alta concurrencia, está contaminados por bacterias patógenas, coliformes fecales que arrojan las aguas residuales sin tratar, la confrontación con las autoridades es muy grave, porque ante la denuncia de Semarnat, solo responden: Puede ser o ¡No es cierto!
Yo soy veracruzano, nací, crecí, estudié, me reproduje y voy a morir en Veracruz, espero esto último no sea en corto tiempo, soy de los chauvinistas que proclaman ¡Solo Veracruz es bello!, ante ello, me encabrona la propaganda, que en contra de las playas veracruzanas hacen los pinches chilangos de una dependencia federal que tiene al país sumido en la inmundicia y nadie le dice nada, menos quien manda en Los Pinos.
Bueno, más bien malo, todos nos preguntamos. ¿Qué hay de cierto? o ¿Quién tiene la razón? Para aclarar esta bronca, yo recomendaría a los veracruzanos, que deseamos lo mejor para nuestra tierra, se den una vuelta por el rumbo del regatas, (Ni comentario merecen las aguas marinas de Playa Norte) frente a ese hotel que recibe diariamente cientos de turistas que solo con cruzar la calle boulevard, se están metiendo en las frescas aguas de la bahía, a mí no me crean, menos a esos pinches levantadores de falsos que atacan y desprestigian nuestras playas, el olor que surge del mar, dicen algunos que es de la marisma, impregnado de yodo, bromo y otros minerales saludables para el ser humano. A lo mejor no pueden discriminar olores y yerran.
Como cocinero que soy, tengo un olfato sensible, puedo distinguir diferentes olores y establecer su origen y calidad, con tristeza manifiesto, el que percibo en la bahía, es: ¡Olor a mierda!
Ya me metí en bronca de muy difícil escape, los políticos y hoteleros calificadores de todo lo que se da o sucede en nuestras playas, me pondrán en la lista de enemigos del turismo de Veracruz, tal vez me quiten el bonito pergamino donde el cabildo me declara ciudadano distinguido y digan que me distingo por lo jijo e´… ni modo, eso no quita que las playas huelan a mierda y que los turistas se embuchen coliformes y estreptococos fecales donde pululan miríadas de serotipos de salmonella.
Ayer fui a visitar a un familiar que vive en el Fracc. Floresta, en Boca del Rio, el canal que lleva las aguas de diversos fraccionamientos, tiene color café negro obscuro, vacía en el rio Jamapa, cerca del mar, ¿Alguien será capaz de negar lo evidente y oloroso? ¡AGUAS!
Octubre 13 de 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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