En la Corte casi todos son y han sido hombres y mujeres probos, honestos, con probada capacidad. Abogados de larga trayectoria. Algunos de ellos con marcada ideología y otros con militancia partidista.
Como sucede en México con gran frecuencia en todos los sectores, de la Corte se hablan horrores, que si responde a cierto tipo de intereses, que si ha sido infiltrada, que se da la meritocracia, que sus integrantes, en algunos casos, responden al pago de favores, etc.
Y es que el máximo tribunal del país fue usado de esa manera en el pasado reciente y arrastra todavía la secuela de aquellos tiempos, aunque desde finales del siglo pasado y más ahora (con sus excepciones) se le intenta lavar la cara.
Con todo y ello, los miembros de la Corte no están exentos de los escándalos, unos más, otros menos. Los hay de alto y de reducido calibre, pero escándalos al fin y al cabo.
Fallos que no gustan y que algunos grupos o sectores ven como perjudiciales a sus intereses y por lo tanto buscan desacreditar.
Con todo y ello, la Suprema Corte de Justicia navega entre aguas turbulentas sorteando las altas olas que tratan de hundir la nave o, cuando menos, mostrar que hace agua en su línea de flotación.
Esa podría ser una buena razón para explicar la renuncia de Eduardo Medina Mora a su cargo de Ministro de la Corte, evitar una posible mancha al máximo Tribunal del país, aunque de inicio su designación ya venía percudida.
Medina Mora podría calificarse como un hombre del sistema, ya que fungió en cargos diversos durante los gobiernos panistas y priistas, siendo siempre ubicado como un personaje polémico, cercano a los círculos del poder y por ello compensado dentro del país y hasta en el extranjero representando a México en dos de las principales Embajadas.
En su carta de renuncia no da una explicación del porqué de su decisión, aunque el Presidente López Obrador dio cuenta de ello y es que al Ministro renunciante se le sigue, supuestamente, una investigación sobre un eventual lavado de dinero, producto de algunos movimientos sospechosos.
Tal vez se trate de que la investigación ya esté avanzada, pues los hechos fueron ventilados hace algún tiempo por el periodista Salvador García Soto, sin que Medina Mora tomara alguna determinación, como la de la semana pasada.
Resulta curioso que habiendo pasado por los principales sitios de investigación del gobierno mexicano como son el CISEN la secretaría de Seguridad Pública y la ahora extinta Procuraduría General de la República, el Ministro Medina Mora nunca sintiera que sus pasos eran seguidos desde otros espacios.
Y aunque se desconoce las verdaderas razones de su renuncia, la salida de Medina Mora de la Corte formó un vendaval, que se espera no deje consecuencias al interior del máximo Tribunal.
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Se insiste en que la boda de la hija de Juan Collado fue el detonante para que varios de los asistentes se encuentren en problemas, empezando con el propio Juan, siguiendo con Medina Mora, Rosario Robles, el mismo ex Presidente Peña Nieto, mientras otros más como Alfredo del Mazo y Romero Deschamps podrían enfrentarlos en el futuro. Lo que no se sabe es si Julio Iglesias, el invitado de lujo, se encontraría en el mismo tenor.
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