Penoso seria nombrar el diario en el que el día de hoy, sus colaboradores de nivel editorial, nos dieron cátedra de lo que un buen periodista puede exponer involucrando los diarios acontecimientos, con relatos pretéritos en que la sabiduría literaria nos alegra la existencia, ojalá persista esa línea, el periódico muestra que no solo los cotidianos chismes y nota roja vende la buena prensa, también la catedra cultural alegra la existencia.
Para no quedarme tan a la zaga de la cultura que da gusto recibirla en los diarios, relataré un anécdota que me tocó protagonizar en una de sus partes, la otra,, la principal, fue mérito de mi hermano Enrique, ya fallecido; me parece que andaba por Barranquilla o Cartagena en Colombia, un buen amigo me platicó respecto a un poeta colombiano ciego, había salido de su numen una poesía describiendo a su tierra natal, Barranquilla, la poesía, en su contenido, daba la impresión que describía a nuestra ciudad y puerto de Veracruz, le platique a mi hermano Enrique los antecedentes que había vivido en Colombia y le escribí las estrofas de la poesía, corta pero muy ilustrativa de Barranquilla o Cartagena de Indias, puertos que tenían o tienen una gran semejanza con Veracruz. Mi querido hermano se la aprendió de inmediato y la repetía estando en los portales, con alegría de sus colegas marinos.
En otra ocasión en que asistíamos o nos habíamos colado a una sesión del cabildo de Veracruz, mi hermano Enrique pidió la palabra y expresó que en Veracruz había muchas canciones describiendo nuestras bellezas, pero poca poesía, ente esa carencia, el había creado una corta poesía que deseaba poner a la consideración de los miembros del cabildo y público asistente, no dejó que le dieran formal la palabra, sin tapujos se aventó la poesía colombiana, el aplauso de los asistentes fue inmenso, les alegró tanto que alguno de los ediles propuso que se plasmara la poesía en la pared de uno de los pasillos del Palacio Municipal, para que sepan su contenido la transmito más o menos como la recuerdo, se llama “Mis zapatos viejos”, Va:
Noble rincón de mis abuelos / Nada como evocar cruzando callejuelas / los tiempos de la cruz y de la espada / Del ahumado candil y las pajuelas… Pues ya pasó Ciudad amurallada, tu edad de folletín / Las carabelas se fueron para siempre de tu rada / Ya no llega el aceite en botijuelas / …Fuiste Heroica en los tiempos coloniales / Cuando tus hijos, águilas caudales / No eran una caterva de vencejos / …Mas hoy, plena de rancio desaliño, Bien puedes inspirar ese cariño / Que uno le tiene a sus zapatos viejos. Reitero, el aplauso fue atronador y la propuesta del concejal fue aprobada.
Yo sabía los antecedentes del asunto y seguro de que algún colombiano o el cónsul, fuera a elevar una protesta, al día siguiente me presenté en el Cabildo y expresé la historia real, pidiendo se disculpara a mi hermano por la jugarreta que había concebido, haciendo quedar como incultos, a los asistentes de la reunión de cabildo. Aceptaron de buen grado la disculpa, pidiendo que les proporcionara una copia de la poesía del ciego poeta colombiano, gloria de su tierra natal. ¡AGUAS!
Octubre 6 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|