LA COMPLEMENTACION es aceptar que mujeres y hombres tienen las mismas capacidades y, por lo tanto deben tener las mismas oportunidades, derechos y obligaciones. Por ello, qué bueno que la Fiscalía General del Estado tenga como titular a una mujer cuyo género suele ser más sentible a los derechos humanos y garantías individuales, y en ese tenor se esperaría resultados inmediatos –que, según el Gobierno del Estado: Jorge Winckler Ortiz no ofrecía a los gobernados-. Que malo, por otra parte, que Verónica Hernández Giadáns esté siendo utilizada por intereses subrepticios para perseguir, única y exclusivamente, a yunistas, mientras Veracruz se desangra y, peor aún, con plasma de mujeres como ella, y el ejemplo más contundente son las cinco féminas asesinadas la semana pasada en diversos puntos del Estado sin que a la fecha se sepa de algún detenido. Apenas el jueves 26 una mujer fue ejecutada y su cuerpo encontrado a un costado de la carretera que conduce de Veracruz a Paso del Toro. Su ropa interior y pertenencias estaban a un costado de esa vía. Un día después, el viernes 27 fue encontrada otra fémina asesinada abajo del Puente Allende Norte del puerto de Veracruz, y el cadáver presentaba golpes contusos en el cráneo, y ese mismo día, para no buscarle mucho, el cuerpo de otra mujer apareció en la colonia Cañaveral de Córdoba. Los restos estaban envueltos en una sábana. Pero la cascada de crímenes continuó, ya que el sábado, en San Andrés Tuxtla, una adolescente casi niña –de 16 años- que estaba desaparecida desde el día anterior, fue localizada asesinada en la parte posterior del bachillerato donde estudiaba en la comunidad de Mazumiapan, mientras que el domingo, tras permanecer dos días extraviada, Izamar Méndez Méndez, de 18 años, estudiante del tele bachillerato de Cosoleacaque fue encontrada no solo ejecutada sino descuartizada en bolsas de basura. Sus restos estaban sobre la prolongación Reyes Azteca de Minatitlán, lo que provocó la madrugada de este lunes el cierre de los accesos a colonia Patria Libre en demanda de justicia por tan cruento crimen.
VERONICA HERNANDEZ Giadans asumió, sorpresivamente, la Fiscalía General del Estado el pasado 4 de Septiembre, tras una sesión fast track (o vía rápida) en la que Jorge Winckler Ortiz fue removido tras resistirse varios meses a abandonar el cargo. Fueron necesarios alrededor de 800 elementos policiacos para resguardar las instalaciones de la Fiscalía e impedir que el abogado de los Yunes Linares-Márquez intentara apoderarse del inmueble. Cierta sociedad vio con agrado el relevo, sobre todo tras la promesa del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y del Secretario de Gobierno (que fue quien la impuso a sangre y fuego), Eric Patrocinio Cisneros Burgos de que, ahora sí, habría justicia rápida y expedita, se acabaría la corrupción y las complicidades con las mafias y se llevaría a prisión a quienes infringieran la ley. Hernández Giadáns llegó sin exámenes de control y confianza, que fue lo que le costó el cargo a Winckler Ortiz, pero con todo y eso, desde Palacio de Gobierno le dieron el voto de confianza, como se lo ha dado García Jiménez al Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado y al de Gobierno, Cisneros Burgos, ya que ninguno cuenta con esas pruebas, pero fieles a la doctrina juarista de que a los amigos justicia y gracia y a los enemigos justicia a secas, aquí no pasa nada.
AHORA BIEN, la flamante Fiscal ya tiene casi un mes al frente de la dependencia donde la impuso Cisneros Burgos, y en ese tiempo han ocurrido en Veracruz 18 asesinatos de mujeres, la mayoría feminicidios y, hasta donde se sabe, la señora Hernández Giadáns ni se ha pronunciado ni ha aclarado alguna de esas muertes, muy a pesar de que se trata de mujeres, género del cual forma parte, y esto sucede mientras el responsable de la gobernabilidad interna viaja con desparpajo a Baja California –donde hizo su exigua carrera política aunque se dice cuenqueño- a presentar un libro con el cual se promociona y se presenta como la encarnación de Gabriel García Márquez, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo o, incluso, Octavio Paz o Carlos Monsiváis. El señor es un escritor con toda la barba, y acaso con el libelo busca la conquista del Premio Nobel o tal vez el Pulitzer o ya de perdis el Cervantes, porque, al parecer, la gira será por todo el País con cargo al erario oficial, y en torno a esto se explican dos cosas: o el señor tiene la esperanza de que Cuitláhuac García Jiménez renuncie a los dos años y como Secretario de Gobierno poder cubrir el restante cuatrienio, o aspira a reemplazar a Paco Ignacio Taibo ll en la Dirección del Fondo de Cultura Económica, ya que de otra manera no se explica tanta distracción y gasto para que conozcan un texto del cual se dice coordinador y participante. Sin duda, una frivolidad que le cuesta al Estado, y que engaña a la sociedad que paga su salario para que trabaje por Veracruz y no en el culto a su personalidad.
PERO VOLVIENDO al tema inicial, Veracruz es un infierno en materia de feminicidios y asesinatos de mujeres, y aunque se pensaba que la Fiscal Hernández Giadáns combatiría la impunidad que engendra nuevos crímenes, esto no ha ocurrido y, por lo visto, no ocurrirá. Ha pasado un mes desde que asumió funciones y tampoco se ven avances en la captura de los autores intelectuales y materiales del Bar Caballo Blanco de Coatzacoalcos, donde perdieron la vida 32 personas, muy a pesar de que el Secretario de Gobierno y el Gobernador García Jiménez argumentaron en su momento que ya tenían identificados a los criminales, aunque por lo visto se trataba solo de evidenciar a Winckler. Tampoco se ven avances en el esclarecimiento de la masacre de Minatitlán, y que decir de los 18 asesinatos de mujeres ocurridos este mes de Septiembre que se acaba.
EL Índice Global de Impunidad México revela que en el País hay un déficit de autoridades encargadas de la procuración de justicia, ya que tiene cuatro veces menos jueces y magistrados que el resto del mundo (3.9 frente a 16 por cada 100 mil habitantes), sin embargo, la más nociva enfermedad que padece México es la corrupción, ya que ese mal suele generar diferentes efectos, entre ellos, el peor: la impunidad, y Veracruz con Winckler y ahora con Hernández Giadans sigue padeciendo ese fenómeno, pues de las 150 órdenes de aprehensión que el primero, según el Gobernador y el Secretario de Gobierno, ocultaba, que se sepa no se ha ejecutado ninguna, y seguimos en las mismas: Veracruz se sigue tiñendo de sangre; las bandas de secuestradores continúan operando impunemente, la extorsión está a la orden del día, lo mismo que los robos, asaltos, ejecuciones, desapariciones y hasta descuartizados. Y uno se pregunta ¿Qué ha cambiado tras la salida de Winckler? A no ser el carácter del Gobernador que sigue usando el nombre del ex fiscal como pretexto, nada. Pobre Veracruz. OPINA carjesus30@hotmail.com
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