Serio problema enfrenta la humanidad al haber decidido sembrar árboles para evitar el grave daño atmosférico al medio ambiente al producir fuertes cantidades de Monóxido de carbono y alterar la capa de ozono que nos filtraba los dañinos rayos ultravioleta y otros, que nos llegan del espacio exterior. Los árboles son excelentes resumideros de carbono y nos dan oxígeno.
Primer e importante problema que enfrentamos es la ignorancia de las características de los árboles que nos agrada sembrar, a mí me encantan los almendros, pero se a ciencia cierta que la producción de hojarasca que cambia continuamente durante el año, tapona los tragantes del sistema sanitario de aguas pluviales, la tapazón de los tragantes altera el sistema y nos causa graves inundaciones. Culpamos a SAS y a MAS pero el asunto en de gravedad tal que es injusta la acusación, solo podando los almendros y recogiendo desechos, podemos resolver el problema, al no hacerlo pagamos las consecuencias.
Otro problema es la formación de raíces que destruyen las banquetas y sus raíces, taponan el drenaje oculto; el Ficus Benjaminus es el principal depredador, pero a la gente le encanta por su perenne verdor y los siembra.
Tan ignorante es la población en lo referente a las características de los árboles que sembramos sin control, hay plantas bellas que no sirven para nada, pobres resumideros de carbono y poca fronda para atenuar la inclemencia de los rayos solares, las muchas variedades de palmeras son ejemplo de este problema, prenden con seguridad, dan mucha semilla y el público gusta de tenerlas como adorno, principal virtud, solo el cocotero y la palmera de dátil merecen ser producidas a escala industrial.
Ahora el asunto se complica, las autoridades, ignorantes sobre la cuestión forestal, también siembran a lo pendejo y causan daño a los cables eléctricos, además de quedarnos sin el servicio eléctrico, se tiene el peligro de que una línea viva, tirada en el suelo, electrocute a una persona.
La única solución que las naciones desarrolladas y cultas, aplican para disfrutar de la arboleda, es, primero buscar las plantas idóneas para la ciudad, después, realizar los trabajos de colocación subterránea de las líneas eléctricas, con ello, se tiene en libre desarrollo los arboles idóneos para los centros urbanos y se olvidan del peligro por una línea electica derribada que nos pueda electrocutar y pasar a mejor vida.
La fórmula de separar los cables de la fronda de los arboles es sencilla, cuesta, pero se me ocurre, aunque reciba mentadas, que podemos colocar tubos de concreto o plástico pegados a la banqueta, hacia el lado de la calle, con salidas de líneas eléctricas a cada vivienda, hacer el presupuesto para que cada ciudadano aporte la cantidad que a “cuota litis” le corresponda para tener árboles, olvidando la multa establecida por el municipio, de imponer multa por podar árboles, siendo esto su responsabilidad. “AGUAS”
Septiembre 17 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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