EN JULIO del año en curso, Leslie Mónica Garibo Puga, ahora ex contralora general del Estado comentó -con ese desenfado que acostumbraba-, que había personas en el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez interesadas en removerla del cargo al que, finalmente, renunció –o del que, tácitamente, la echaron la noche del viernes 13, un día considerado de mala suerte en la mayoría de las culturas occidentales-, luego de asegurar que la administración Estatal morenista estaba atiborrada de aviadores en todas las dependencias, y de mostrarse en desacuerdo con el monto erogado para los festejos del Grito de Independencia, una suma que rebasó por mucho, incluso, los gastos de Presidencia de la República, aunque la siempre maquillada funcionaria no fue quien filtró ese informe, sino que se lo acreditaron. Aquella vez, el 9 de Julio, Garibo advirtió, sin embargo, que continuaría en el cargo, “porque estamos trabajando muy duro”, comprometiéndose en los siguientes días a dar a conocer “sorpresas bien bonitas para todos los veracruzanos”. La entrevista la rubricó con un: “me comprometo como mujer a que ahora si no haya impunidad, no haya robo, de verdad que se castigue a quien se tenga que castigar, y a que vamos a no dejar que se cometan más actos de impunidad. He cumplido con la encomienda de verificar que los recursos públicos sean aplicados de manera correcta y lo seguiré haciendo”, pero a alguien muy poderoso del gobierno cuitlahueco no le gustó aquello, menos después de la fastuosa residencia que se mandó construir en una zona boscosa de Jilotepec, como tampoco a un ambicioso funcionario cercano al mandamás que sueña con ocupar su lugar, aunque los últimos 4 años.
POR SUPUESTO, no faltó los que preguntaron a Garibo quién o quiénes tienen interés en removerla, e igualmente, con desenfado, enfatizó: “ya sabrán ustedes quiénes, pero yo me pongo en la mano de todos ustedes (los periodistas) y con ustedes vamos a trabajar y a sacar adelante a Veracruz; es un hecho”. Leslie Mónica nunca dijo por instrucciones de quién entregó la renuncia (además del Gobernador), pero de que había prisa en correrla ni se duda, ya que más tardó en redactar su dimisión que Cuitláhuac García Jiménez en tomarle la protesta a Mercedes Santoyo Domínguez, una ingeniera Bioquímica Administradora en Procesado de Alimentos que se desempeñaba en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), en pocas palabras, cero experiencia en la labor que desempeñará, aunque es, precisamente, el perfil que necesita este Gobierno –como lo ha demostrado, también, en la Fiscalía Estatal- para que los cercanos al poder sigan haciendo y deshaciendo a sus anchas, verbigracia, el Subsecretario de Administración y Finanzas que al igual que Angélica Rivera Hurtado, la exesposa del expresidente Enrique Peña Nieto- ya presume una monumental residencia en su natal Jilotepec pintada toda de blanco, de doble planta y rodeada de un envidiable bosque que el propio Javier Duarte de Ochoa se la codiciaría. Son esos currículos los que realmente interesan a cierto grupo de la Cuarta Transformación que terminarán por empinar a un Gobernador al que ya visten con ropa de marca, a la medida, lo mueven en camionetas suburban blindadas y, lo mejor, lo están enseñando a degustar los más exquisitos platillos bajo el argumento de que con los afectos que le ha demostrado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de esas y hasta lo convierte en el candidato a la Presidencia en el 2024. Eso dicen que le susurran al oído el buen Cuitl que, como el cuervo y el zorro(s) de La Fontaine, ante semejante culto a la personalidad termina por soltarles el queso.
NO ES secreto que horas antes de su renuncia, Garibo Puga dio una conferencia banquetera en el Fuerte de San Carlos en Perote, donde se conmemoró la gesta heroica de los jóvenes estudiantes del colegio militar de Chapultepec un lunes 13 de Septiembre de 1847 en el cerro del mismo nombre (y que según algunos historiadores que no existieron), y ahí la, todavía, Contralora reveló que inhabilitó hasta por 10 años a funcionarios de la administración de Javier Duarte de Ochoa con base en las auditorías e investigaciones realizadas a los cuatro últimos gobiernos de Veracruz, inhabilitaciones que incluyen a secretarios de despacho y directivos de áreas, por lo que advirtió que haría lo propio con servidores públicos de las administraciones de Miguel Alemán Velazco, Fidel Herrera Beltrán y Miguel Ángel Yunes Linares que así lo ameriten. También dijo que en la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) fueron detectados 200 “aviadores” que, según ella, corresponden a la administración de Miguel Ángel Yunes Linares, por lo que desarrollan un proceso en contra de cada uno de ellos pero, además, aseguró algo que no debe echarse en saco roto: que el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez sigue atiborrado de aviadores en casi todas las áreas, y aunque algunos dicen que esa fue la gota que derramó el vaso, lo cierto es que la versión extraoficial le acredita haber filtrado los gastos que por 15 millones de pesos erogó la administración Estatal para los festejos patrios, entre otros el pago de 6 millones de pesos a una organización musical cuyo costo es menor a una tercera parte de lo pagado. Y ha sido tanto el escándalo que, incluso, llegó a la austera Presidencia de la República, lo que motivó un regaño al mandatario Estatal y por ello anunció el sábado que se cancelaba la cena de gala con la que agasajaría a sus colaboradores e invitados especiales después de la ceremonia del Grito de Independencia, el primero de su gestión, asesorado por esa lumbrera que tiene de Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos que deseaba un evento faraónico y echar el Palacio por la ventana, mandando al cesto de la basura el discurso de la Cuarta Transformación.
Y NO solo eso: Cuitláhuac, también, anunció que se cancelaba el desayuno previsto para el desfile del 16 de septiembre. “Todo se canceló, el desayuno y cena por lo costoso de la banda”, y enfatizó que no habría cena de gala ni desayuno, todo lo que se hacía al interior; esta vez vemos el evento, damos el Grito y todos a su casa, no habrá ni garnachas ni gorditas”, replicó molesto. Como fuera, y volviendo al tema de la ahora ex contralora general del Estado, sería bueno que la ex funcionaria desenmascarara a quienes querían su renuncia, aunque no se ignora del todo cuando se sabe que ya era un estorbo a los proyectos del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez (asesorado por el grupito que lo tiene acotado), y del Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, ya que primero la obligaron a ocultar las cifras en la compra y alquiler de patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, desembolso que fue multimillonario debido a que la cifras se inflaron hasta colocar los automotores como si fueran vehículos de mega lujo; luego le ordenaron no dar información en torno a la adquisición de medicamentos a las empresas del, entonces, súper delegado de Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, actualmente inhabilitado por la Función Pública debido a irregularidades encontradas en las compañías; luego le instruyeron declarar información clasificada el nepotismo que comete el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez con su primo hermano, Eleazar Guerrero Pérez, actual subsecretario de Administración y Finanzas, y ahora la acusan de haber filtrado la información inherente al millonario gasto para celebrar el Día de la Independencia. Ojalá la funcionaria se animara a hablar, Muchos ídolos caerían derrumbados pero, sobre todo, se impondría la verdad en un régimen de mentiras. OPINA carjesus30@hotmail.com
|
|