Las consecuencias de permitir que las embarcaciones ribereñas realicen pesca de altura, es el casi imposible control de ellas, descargan su producción en cualquier pequeña playa donde la autoridad no tiene representación, en muchas ocasiones traspasan su pesca a barcos mayores con bodega refrigerada, como se propala, al no tener control de ellos las autoridades, permiten o entran en contubernio con los dueños de flotilla de lanchas, cuando una de ellas se pierde en alta mar, no se reporta, por tanto, no existen estadísticas conocidas de pescadores que mueren en el mar, grave situación también es que estas lanchas o embarcaciones menores de fibra de vidrio, se prestan para la pesca furtiva, de especies en veda o no autorizadas, igualmente participan en el comercio ilegal de la producción pesquera de los barcos mayores, camaroneros, atuneros o escameros, causando con su actividad la ruina de la empresa pesquera organizada, últimamente, es conocido por muchos pescadores, que estas lanchas rápidas se coluden también con los narcotraficantes, transportando adonde se les pide la droga, la armada de México es impotente para vigilar tantas embarcaciones, además, cuando se dedican al tráfico de drogas, van equipadas con artefactos electrónicos como radar, radioteléfono y un potente motor que les permite rebasar la velocidad de los barcos de guerra.
Expongo lo antes declarado, advirtiendo que por considerarlo trascendente, me apartaría del guion establecido por empresarios organizados y autoridades, las causas de un efecto que hoy pretendemos codificar para mejorar el nivel de vida de los hombres de mar dedicados a la actividad pesquera, yo recomiendo que desde el más alto foro, demandemos se ponga atención a la cuestión ambiental, más claro aún, que llevemos un mensaje a nuestros gobiernos y las organizaciones de las que formamos parte, para corregir o enmendar el mal camino que hemos tomado. Norma, galardón o divisa de la Organización Marítima Internacional, es “Barcos seguros y mares limpios”, en la industria pesquera, si pretendemos exigir seguridad para los marinos que tripulan y faenan en los barcos pesqueros, sólo podremos lograrlo si propiciamos y le damos sustentabilidad al negocio, la relación costo beneficio arroja números negros para los empresarios pesqueros, desde nuestro punto de vista, como marinos profesionales, sugerimos encontrar las fórmulas para que el negocio vuelva a ser. “Principal causa de que no lo es, o ha dejado de serlo, es el daño ambiental que se produce en todos los medios, se ha depauperado la vida en los océanos a nivel de no hacer costeable la actividad pesquera”
Lamento exponer en la forma y términos antes declarados, mantendré abiertos mis sentidos para recibir ilustración, si mi denuncia sirve para despertar conciencia ecologista, me doy por bien servido, estoy seguro que juntos encontraremos fórmulas de solución. !AGUAS!
Septiembre 14 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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