Puedo recibir hartas mentadas, pero no me podrán negar la declaración que realicé ante una decisión fuera de orden de un Gobernador, no recuerdo cual, pero vale la expresión “Yo se los dije” publiqué un artículo haciendo ver lo inconveniencia de correr de golpe a todo un batallón de las fuerzas policiacas, simplemente con el cambio de Gobierno, al nuevo mandatario no le gustaba nada de lo hecho por el anterior y consideró que ante el ya peligroso actuar de la delincuencia, las fuerzas del orden eran incapaces o estaban coludidas con los cárteles delincuenciales, sin mayor análisis despidió a más de 1200 jenízaros o funcionarios del servicio policiaco del Estado.
El análisis puesto a consideración del público en los diarios, hacía notar que los policías que se estaban eliminando, eren personas preparadas para el uso de armas, conocían al detalle el actuar de los delincuentes y en diversos lugares mantenían cordial relación con los malosos, al despedírseles, buscarían empleo en lo que bien sabían hacer, reprimir delitos o ante su desempleo, incorporarse a las fuerzas delictivas, lo cual parece fue el camino que tomaron, pues la delincuencia en todo el Estado adquirió la imparable fuerza de la que hoy nos tienen espantados, apanicados sin poder hacer mucho, pues los delincuentes actuales, muchos ex policías, conocen perfectamente todos los movimientos que implementan las autoridades y las fuerzas formales del orden, pudiendo anular acciones que impidan su delictivo actuar.
Lo acaecido hoy en Coatzacoalcos, en que los delincuentes decidieron actuar en contra del propietario de un cabaret o salón de baile, es muestra de que los actuales delincuentes, están decididos a realizar las acciones que sean necesarias, para demostrar su enorme poder, para actuar en desacato al orden público y pretendida acción de control de las autoridades, incapaces como lo estamos viendo para control de los delincuentes, señores de horca y cuchillo.
Espanta lo que hace lo delincuencia, pero más nos debe tener acogotados, anonadados, es el conflicto que se da entre quienes deben estar en armonía operativa para poner orden y suprimir el actuar de la delincuencia, el Fiscal no sabe ya a quien combatir o de quien defenderse; el Gobernador del Estado, desde que tomó el puesto, tal vez antes, la emprendió contra el Fiscal y por todos los medios trata de anular su actuar, haciéndolo culpable de la inacción oficial para detener la incontenible ola de violencia desatada en Veracruz alcanza limites increíbles.
El genocidio de Coatzacoalcos en que se prendió fuego a un salón atiborrado de hombres y mujeres que se divertían, provocó hasta este momento, 26 muertos y hay varios quemados graves en los sanatorios. La sociedad tendrá que intervenir en alguna forma, unos hacen responsable, culpable, al gobernador, lo declarado hoy, lo deja en muy mala postura ante la aclaración de los hechos manifestado por el fiscal, la ciudadanía se pregunta: ¿Quién comete mayor falta el Gobernador del Estado o el Fiscal? Urge que alguien ajeno a la bronca lo aclare. ¡AGUAS!
Agosto 29 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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