Y esta es la historia de un rey bueno que reinaba sobre un pueblo feliz; el rey bondadoso y trabajador, prodigaba a su pueblo justicia. Recibiendo la gratitud del pueblo que bien administraba sus ingresos del trabajo, fomentando además el respeto y amor entre todos.
Un mal día, una bruja mala, encanto la fuente de agua de la que todo el pueblo bebía, brotaron inmediatamente las bajas pasiones entre todos los habitantes del reino, CORRUPCIÖN, robos, asaltos. Violaciones, borracheras, suicidios, feminicidios, ignorancia y miseria.
El rey y su familia, que no bebían agua de la fuente del pueblo, estaban desesperados, porque no comprendían que sucedía, realizaban ellos los mismos cotidianos actos de gobernantes de antes, pero el pueblo no respondía y sufría ante la ingratitud del pueblo que despilfarraba sus ingresos, empobreciendo también los ingresos de la corte.
Un buen día el rey consultó el brujo sabio de la corte para que le aconsejara que hacer para resolver la crisis del pueblo y la corte. El brujo sabio, después de escuchar los lamentos del rey, recomendó: Majestad, vaya usted, su familia y todos los miembros de la corte a beber agua en la fuente del pueblo, al recibir el encanto de sentir como ellos viven, será igual que ellos y todos nuevamente felices.
El rey atendió el consejo. Bebió de la fuente del pueblo y hoy vive feliz entre rufianes y malvivientes, haciendo y sintiendo como ellos sienten.
Como me lo contaron se los cuento yo. Cualquier semejanza de nuestro rey (perdón, Presidente), y la bruja mala (F.M.I. BID), con nuestro pueblo muy malo, o con los miembros de la corte (perdón, gabinete) es mera coincidencia, no caería mal a los consejeros buenos que aún quedan, darse un baño de pueblo en la fuente del cuento, todo mundo semejante, iguales, todos malos ¡AGUAS!
Agosto 17 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|