Soy derechohabiente del IMSS, al igual que muchos pacientes que necesitamos ser atendidos en la clínica de especialidades de la Av. Cuauhtémoc, debo sufrir, soportar el pésimo servicio que se presta en dicha institución, se cita a los derechohabientes a una hora determinada, y si bien le va debe esperar tres o cinco horas para ser atendido por el especialista, sugerido antes por el médico general, ese que no llega a sargento y tiene que intervenir como general en la selección del médico especialista, mismo que no tiene tiempo para cumplir con su responsabilidad con la eficacia indispensable en la atención médica.
Ni modo, no hay para donde hacerse, al llegar el derechohabiente a la consulta con hora pseudo programada, encuentra con que el médico no se encuentra en el consultorio, pues anda recorriendo los pisos del hospital para atender a pacientes encamados, el tumulto de enfermos de toda clase en la sala de espera, es un acto promiscuo, enfermos de todo tipo de males, algunos contagiosos, están en espera de ser atendidos, no hay para donde hacerse, reclamar o suplicar, el IMSS no atiende a derechohabientes, solo existe para pagarle a sus empleados de toda clase que no pueden prestar el servicio por el que son contratados, ni modo es el IMSS y debemos subordinar nuestros derechos a la prepotencia por incapacidad o mal intrínseco de los servidores que solo sirven para maltratar a los enfermos. Hay excepciones.
Aclarado el problema, alguien deberá hacer algo antes de que algún familiar de un paciente maltratado y tal vez difunto, se indigne y la indignación la lleve a la violencia, de que tipo, lo ignoro, pero para entender las razones de la indignación, sería necesario que algún funcionario de alto nivel, con un poco de madre, se diera una vuelta por la clínica de Cuauhtémoc, vería enfermos tirados en el suelo, otros amontonados en las incomodas butacas metálicas, muchos, muchísimos amontonados, parados o sentados, pero nada que se asemeje al servicio que se debe prestar a un enfermo grave.
La semana pasada tenia cita a las 09:00 Hs. para ser atendida por una doctora especialista en cáncer, llegué a las 08:30 y fui recibido poco antes de las 12:00 hs. En 10 minutos revisó mi caso y me mando al carajo, lugar al que mandan a todos los mortificantes pacientes derechohabientes del IMSS.
Se me ocurre, ocurrencia de iluso, viendo que los especialistas, además de tener chamba de tiempo completo, supongo semana de 40 horas, no se dan abasto para tender a la clientela de derechohabientes, muchos dan servicio en su clínica particular, cobrando pesado, no hablo por hablador, tres de los especialistas que me atienden con apremio en el IMSS, también he recurrido a ellos en su clínica particular en donde me cobran por la consulta uno 1200, otro 750 y un tercero 600 pesos, considero prudente que el IMSS, los retire del servicio en la clínica de la institución, subrogue las consultas para que los especialistas dejen de trabajar más de la cuenta y los derechohabientes disfruten de sus derechos. Mucho bien se daría a la humanidad, imponiendo tarifa subrogada del orden de $500.00, dando al especialista los mismos derechos para atención, con los que cuenta en la clínica del IMSS. ¡AGUAS!
Agosto8 del 2019 lmwolf@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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