Todo apunta a que el entenado político de Ricardo García Guzmán habrá de repetir en el ORFIS.
Se ha sabido mover, es escurridizo, desleal y oportunista.
Ante los pleitos que imperan hacia el interior del gabinete estatal, el cual dizque dirige el hijo de Atanasio, Lorenzo Antonio no pierde el tiempo y se mueve, tiende sus redes ante quienes conocen del tema y le puedan dar credibilidad.
De tonto no tiene nada.
Lencho sabe tejer fino, es discreto, promiscuo y un gran simulador, por lo que no es producto de la casualidad el que ya varios organismos, hasta internacionales, se hayan pronunciado a favor de su relección.
Ya lo hizo Emilio Barriga Delgado, Auditor Especial del Gasto Federalizado de la Auditoria Superior de la Federación. De igual, forma en abierto, le mostro su afecto el doctor Alberto Javier Segovia Blumenkron, Coordinador Nacional de la Asociación Nacional de Organismos de Fiscalización Superior y Control Gubernamental AC (ASOFIS). El Colegio de Contralores del Estado de Veracruz, que encabeza Benjamín Reyes Trigueros, no se opone a una reelección. Y para que se vaya usted de espaldas la Global Integrity y Gestión Social y Cooperación A.C. (GESOC), también le rindió pleitesía.
Este organismo es una corporación de asesoría internacional con sede en Washington, DC., la cual trabaja en coordinación con instituciones de diversos países en la solución de retos relacionados con el manejo de datos, capacitación y acciones de Gobierno Abierto.
No totol.
El mozo de espadas de Ricardo García Guzmán se conduce con seguridad, habla sin cortapisas, hace como que trabaja y le creen, que es lo más importante.
Su faena ha sido muy cuestionada, muy manoseada, se ha visto salpicado de irregularidades sin embargo ha sabido salir adelante. Ha salido airoso.
Su mudanza de piel le ha dado muy buenos resultados.
Sus aptitudes reptilescas ya la quisieran avezados políticos veracruzanos, el aguilucho auditor les ha dado veinte y las malas y ha emergido con el triunfo en la mano.
No lo detiene nada ni nadie.
Es pertinaz y perseverante, dedicado y hablantín.
Por lo visto Lorenzo Antonio Portilla Vázquez se habrá de salir con la suya.
Si se comió de un solo bocado a Yunes Linares, ya ni nos imaginemos a lo que le sabrá el hijo de Atanasio, Sí, le atino, ni a melón.
Provecho.
MANUEL HUERTA.
El delegado del gobierno federal en la entidad, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, se dijo respetuoso de las acciones que se tomen desde la administración Estatal respecto a temas económicos como la restructuración de la deuda anunciada por el hijo de Atanasio.
Lo que si dejo muy en claro es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, está en contra de las políticas públicas que busquen incrementar impuestos o generar más deuda, dado que desde el gobierno federal se trabaja bajo una política austeridad y de combate a la corrupción.
En ese sentido dio a conocer que la Federación llevó a cabo compras consolidadas para el sector salud, obteniendo un ahorro de 70 mil millones de pesos, recursos que administraciones anteriores se habían "robado".
Bien.
POZOS CASTRO.
Conociendo a este siniestro personaje, quien la va a creer eso de que “me dijo el presidente que vamos bien”.
Por favor más seriedad señor diputado.
No ofenda la inteligencia de los veracruzanos.
Si por algo es conocido el tal José Manuel es por desleal y marrullero. Por cochino y traicionero, como buen político que presume ser.
Lo judas lo trae en la sangre, esa es su naturaleza
Por algo tiene muy cerca al tal Luis Bustos.
Otro come santos y defeca demonios.
Pozos Castro no es otra cosa que un parche mal pegado en el congreso local.
Su escaso, por no decir nulo, imperio de negociación solo problemas le ha acarreado el hijo de Atanasio. Allí tiene a Jorge Winkcler, no lo pudieron tumbar. Le hizo lo que el viento a Juárez.
Así de sencillo.
Por eso ahora que sale con la succionada esa de que “me dijo el presidente”, nadie le cree, todos lo tildan de estólido.
La especialidad del nacido en Juchique de Ferrer, es la falacia, las reverencias, la inoperancia.
José Manuel gusta de conducirse con humildad y servilismo con los de arriba, pero que tal con los de a pie, con el pueblo, allí es soberbio, barbaján, intolerante y apático.
El estilo y la costumbre de Pozos Castro ya son muy conocidos, como también se distingue, dicen los que le conocen, por acosar a las trabajadoras a su cargo. Sus traumas existenciales los descarga en las indefensas trabajadoras.
Ya basta de mentiras, el desencanto está a la vuelta de la esquina.
Lo expresado por el tal José Manuel, según dicho por el dueño de “La Chingada”, solo existe en la mente retorcida del tuxpeño por adopción. O quizá tenga razón el parlamentario local, ya que para la pandilla que acompaña en el mal gobierno al hijo de Atanasio toda marcha en miel sobre hojuelas.
Para todos ellos, en Cuatlilandia no pasa nada.
Bola de cínicos.
EMILIANO ZAPATA.
En la próxima entrega el ampliamos sobre la porquería que brota en dicho municipio.
Su alcalde, un tal Jorge Mier, ha caído en el total valemadrismo.
Se ha encerrado en su burbuja y de allí no lo saca nadie.
De tan pujante comarca solo conoce la congregación de Rinconada y eso por sus exquisitas garnachas, pero hasta allí.
Por los habitantes de las congregaciones más aparatadas es un legítimo desconocido, un sujeto que los ha venido a pillar.
La actuación del dizque edil puede decirse que es normal, para empezar él no es nacido en dicho territorito, es un auténtico advenedizo, un verdadero oportunista.
Le vale madre la región.
La candidatura la logró gracias a exquisiteces hormonales de una parienta y acomoda sus escurridos glúteos en la silla principal del palacio municipal gracias al sufragio emitido al calor de la emoción, pero ahora, tristemente, los pobladores se están dando cuenta del monstruoso error que cometieron.
Lo peor apenas viene para los pobladores de Emiliano Zapata.
Jorge Mier es un atravesado.
Agárrense.
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