Para consuelo del hijo de Atanasio, según el Instituto Mexicano del Seguro Social, nuestra entidad se encuentra entre los siete estados, ya no es el único, donde el empleo creció en menor proporción en comparación al primer semestre del año pasado.
Junto con Michoacán, Guerrero, Morelos Chiapas, Oaxaca y Sinaloa, la entidad veracruzana también ha padecido los estragos del desempleo.
Muy despreciablemente de nueva cuenta Veracruz figura en otra lista negra.
Los hombres del dinero, ante tanta inseguridad pero sobre todo al valemadrismo de la actual administración estatal, han optado por buscar otras entidades donde invertir, donde poner a trabajar su riqueza y donde ir a crear empleos.
Sabedores que la entidad veracruzana no es garantía de inversión, mejor ni la visitan ni se aparecen por estas tierras.
Lo más grave es que esta percepción no tan solo es nacional ni internacional, sino que empresarios chinos, alemanes y japonés no quieren saber nada de Veracruz.
Le huyen.
A los responsables de dar seguridad a los más de siete millones de veracruzanos ni por asomo les ocupa el tema laboral, lo relacionado a la generación de empleos.
Ellos andan en su mundo, y junto con el hijo de Atanasio, se esconden en Cuitlalandia, para ellos todo está bien, todo es color de rosa.
Imitando al dueño de “La Chingada”, ellos tiene otras cifras, ellos poseen otros datos. Las cifras no coinciden.
Por favor, ya basta de tanto valemadrsimo, de tanta apatía.
Al gobierno estatal, como responsable de generar las condiciones para que se creen empleos, le vale madre la situación.
Por todos es conocido que el hijo de Atanasio no entiende, o no quiere ver, la problemática que enfrenta el empresario en sus operaciones cotidianas. Es insensible al tema.
La toma de decisiones importantes que inciden en las empresas le importa un cacahuate.
Lo cierto es que la economía veracruzana carece de un verdadero motor interno de crecimiento, de igual forma estamos muy lejos de poder contar con una economía fuerte con motores de crecimiento propios, y que seguiremos dependiendo enormemente de la federación.
Y el hijo de Atanasio, ese bien gracias. Ese en su mundo.
Por favor.
RICARDO AHUED –ADUANAS.
De manera muy clara ya lo dijo el titular de la administración de Aduanas, no hay intenciones de militarizarlas, ese no es el proyecto.
Por lo tanto la participación de las fuerzas armadas en las aduanas mexicanas fue descartada.
Sobra decir que el Administrador General de Aduanas, Ricardo Ahued Bardahuil, es gente seria, de trabajo, de allí que sea una garantía de buenos resultados, por lo que de inmediato le metió la mano al tema y se puso a revisar todo lo que hay de pendientes.
Entre ellos destaca el integrar en las aduanas la infraestructura tecnológica que se tiene, que se instale.
Lo que se busca es brindar un mejor servicio.
Hasta donde sabemos estamos hablando de equipo tecnológico que habrá de permitir perfeccionar la atención y el servicio que se presta, lo primordial es la revisión de la mercancía que ingresa al país a través de las fronteras mexicanas.
Desafortunadamente existe un atraso instalación de equipo de inspección y seguridad, trabajos que conciernen a concesiones que se otorgaron y que se debieron realizar en la administración pasada.
Lo anterior no es privativo de la aduana veracruzana ya que también se presenta en los 42 recintos a cargo de la dependencia que, muy acertadamente, capitanea Ricardo Ahued.
Por cierto en el puerto de Veracruz se ubica la tercera aduana más importante del país, superada sólo por las actividades que se desarrollan en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Bien por Ahued Bardahuil, un servidor público de tiempo completo.
VAN POR TUXPAN.
El primo de Pepe Mancha habrá de padecer un daño colateral.
La Secretaría de Fiscalización de la legislatura estatal le va a meter la mano a la tesorería municipal.
En días pasados el pleno del Congreso local aprobó un escrutinio a las finanzas de dicho ayuntamiento, solo que para que no se viera tan directo el asunto también incluyo a otros tres.
Juan Antonio Aguilar Mancha, primo del dizque dirigente del blanquiazul estatal, José de Jesús Mancha Alarcón, va a sudar un poquito. Los que le conocen aseguran que hasta unos kilos de peso habrá de perder ante tanto estrés.
Lo cierto es que al edil lo están dejando solo, ya que resulta muy curioso que ni uno de los legisladores panistas hizo, cuando menos, el intento por resguardar al pariente y ya ni se diga el que algún parlamentario de Acción Nacional haya cuestionado la intervención del tesoro municipal.
Les valió madre a sus “compañeros” de partido.
Que se la rasque con sus propias uñas.
Así de sencillo.
Lo cierto es que desde los primeros meses de la administración del pariente, ahora incomodo, se han divulgado los rumores del mal manejo financiero del presupuesto local.
Ahora la versión corregida y aumentada señala que en lo que va del presente año ya supera los 600 millones de pesos.
Quien ni suda ni se acongoja es Periquín, el actual tesorero municipal, Pedro Benítez Domínguez.
Él ya es viejo en estas lides, se las sabe de todas, todas.
Como en el billar, les da veinte y las malas.
Provecho.
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