“NO MENTIR, no robar y no traicionar” es una especie de decálogo para el Presidente Andrés Manuel López que este lunes cumple un año de haber sido electo Presidente y siete de ejercer como tal la primera Magistratura del País, y es también lo que busca inculcar en los Gobernadores del Movimiento de Regeneración Nacional que, por las razones que más les convienen o por imitar al “jefe” no han podido cumplir esos “sagrados mandamientos”. Pero hablemos de Veracruz donde el octavo decreto inscrito en las tablas de Moisés –el emancipador de los Judíos en Egipto- ha sido violentado una y otra vez por el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, primero al aceptar un cargo para el que no estaba capacitado o preparado; segundo al negar a su familia que, feíta y todo si es, finalmente es familia, y más recientemente, en ese afán de justificar lo injustificable diciendo que las condiciones de seguridad han mejorado y todo va marchando “muy bien” en el Estado contrario a quien prometió que acabaría con la inseguridad en seis meses en Veracruz (refiriéndose a su antecesor Miguel Ángel Yunes Linares). “Vamos muy bien, hemos logrado bastante, incluso si se comparan las cifras de aquel que dijo que iba a mejorar las cosas de inseguridad es seis meses, nosotros sí lo logramos, sin decirlo”, y sin duda, lo que afirma es un soberano embuste que la sociedad que vive y padece a diario la inseguridad y violencia no le cree, y menos cuando en este sexenio se han cometido los más crueles, horrendos y degradantes crímenes contra niños: ejecutados en fiestas o secuestrados e infamados, y que decir de mujeres asesinadas que están a la cabeza de la vergonzosa lista nacional, pues de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, solo de Enero a Mayo se cometieron 42 feminicidios, sin contar este Junio que incluye 23, lo que eleva esos crímenes a 65, algo nunca visto ni en los peores años del sexenio de Javier Duarte de Ochoa y menos con Yunes Linares. El Estado tiene 14 de los 100 municipios más violentos contra las mujeres, y si hablamos de homicidios, los contabilizados y publicados por este portal son 161 hasta el sábado 29, lo que da un promedio de 5.55 crímenes diariamente, sin contar heridos que son muchos. Y qué decir de secuestros cuyas cifras corroboran que el Gobernador miente o le mienten, y acaso sea lo último porque de acuerdo a sus cercanos, no le gusta leer medios de comunicación ni libros ni nada. Es más, le ha dicho a un joven que lo saludó y que se prepara para ser mejor que: “no es importante estudiar, no es necesario, mírame a mí”.
AHORA QUE, viendo la inseguridad desde la óptica del mandatario en turno, en el ambiente político se siente la percepción de que las autoridades de seguridad han decidido dejar que los malos se maten entre ellos, porque no están moviendo un solo dedo para contener tanta y semejante violencia, incluso a pesar de crímenes horrorosos en los que guardan sepulcral silencio, y que, seguramente, no tienen que ver con delincuencia organizada, como el asesinato del estudiante de la escuela Secundaria número 6 “Jesús Reyes Heroles” de Xalapa, un niño de 13 años que había sido secuestrado desde el 24 de este mes y el viernes 28 fue localizado sin vida en la zona boscosa de la colonia Lomas de Chapultepec, en los límites con San Andrés Tlalnelhuayocan. El cuerpo del menor Carlos Arturo “N” presentaba torturas degradantes, violencia innecesaria que alienta a exigir la pena de muerte para los autores de casos como esos, y esto que habría sido un escándalo en la capital del País o en cualquier otro Estado, en Veracruz no motivó ni siquiera una condolencia del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez o de miembros de su gabinete, por lo menos asumiendo el compromiso de investigar y llegar hasta las últimas consecuencias, digamos, solo por no dejar. Pero nada, en torno al hecho hay silencio como en todos crímenes de mujeres, secuestros con final fatal o asesinatos, aunque la corta visión del Gobernante en turno insista en que no pasa nada y que, incluso, la violencia ha sido contenida, y acaso se refiere en su personas y familia –que suele negar- quienes son cuidados por centenares de guardaespaldas, porque lo que es en el pueblo hay incertidumbre y zozobra cada vez que se sale a las calles.
CUITLAHUAC DESDE que tomó posesión como Gobernador ha echado la culpa de la inseguridad al Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, acusaciones a las que se sumó a principios de Mayo del año en curso el irresponsable Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos al señalar tener “sospechas razonables” de que el Fiscal General del Estado “está coludido con la delincuencia organizada”, y hasta ofreció datos que a su juicio son suficiente en la guerra que ha emprendido contra el funcionario yunista que, a su vez, argumenta que para que haya pleito debe haber por lo menos dos, y él no está peleando con nadie. Pero el Fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero ha salido, indirectamente, en defensa de Winckler al dejar en claro que las instituciones del Ministerio Público del País no harán el trabajo que corresponde a los organismos (policías) encargados de la seguridad pública y la prevención de ilícitos. “Hay que repetirlo hasta que se entienda; las funciones del Ministerio Público no son de prevención del delito, no son de seguridad pública, son funciones de recepción de denuncias o querellas y trámite de ellas y judicialización y representación social en los juicios”, por lo que “las fiscalías y procuradurías del País no van a aceptar tener tareas que no nos corresponde, vamos a trabajar juntos (con las corporaciones policiacas), pero con una claridad absoluta de responsabilidades y funciones”, enfatiza Gert Manero en franco “tapaboca” al mandatario veracruzano en turno y su patiño, Cisneros Burgos.
PERO HAY otro dato, y este lo da a conocer el asesor del Grupo Regional Independiente de Taxistas, Jairo Guarneros Sosa: hasta en 200 por ciento aumentaron los secuestros a taxistas en la región Orizaba-Ciudad Mendoza, de tal suerte que entre Enero y Mayo se han presentado casos de conductores levantados y llevados a Jalapilla en Rafael Delgado; a Tlilapan, en Río Blanco e, incluso, a Nogales, pero los han sacado de Orizaba. Las cifras no pueden ser más escalofriantes: en Río Blanco se han registrado 12 levantones, pero en Orizaba van 24 en los últimos dos meses. Las cifras globales indican que en los últimos dos años de Javier Duarte de Ochoa se cometieron 2 mil 825 homicidios ya que en 2015 fueron 1 mil 8 y en 2016, 1 mil 817. En el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares se registraron 2 mil 434 asesinatos, pero de Enero al 31 de Mayo de este año –sin contar Junio- los homicidios registrados son 910 en solo 6 meses, por lo que de seguir la tendencia, en dos años se habrán cometido 5 mil 460, y uno se pregunta: ¿en dónde está la baja que argumenta el Gobernador que no lee –ni le interesa-, y que, seguramente se basa en tarjetas que le deslizan para endulzarle el día. En fin, este es el escenario a groso modo que vive la Entidad en materia de inseguridad y violencia, y que no tiene para cuando pese a la honestidad del mandatario que tanto defiende el Presidente Andrés Manuel… OPINA carjesus30@hotmail.com
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