CONFORME PASA el tiempo, las versiones que se riegan en todo el Estado, así como lo que se comenta muy en corto, allá en el centro del poder del altiplano, parece que llevarán al Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, a solicitar una licencia, posiblemente indefinida, ante el Congreso local, para que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, tenga la oportunidad de reconquistar a los veracruzanos, enviando desde el centro del poder, a un hombre o mujer que pueda con el paquete de gobernar a la entidad veracruzana.
Este hecho no tendrá lugar mañana ni pasado mañana, ni tampoco en un mes o un año, sino que será justo cuando el mandatario estatal, cumpla sus dos años de ejercicio constitucional del poder en Veracruz. El Presidente López Obrador, quisiera que fuera mañana, o pasado mañana, pero se atraviesa, en todo caso, la disposición constitucional que obligaría a convocar a nuevas elecciones. Y eso es lo que menos se quiere, porque el mismo Presidente de la
República, aunque diga que tiene otros datos, la verdad de las cosas es que se encuentra bien informado acerca de las condiciones políticas que imperan y que por esta razón no se arriesgaría a perder la plaza.
El Presidente, en todo caso, esperará a que transcurran los dos años, aunque en este momento le apure, para llevar a cabo un movimiento de esta naturaleza. El personaje que habrá de relevar al Gobernador del Estado, ya esta listo, preparado, con luz verde desde Palacio Nacional, para entrarle de lleno a este rescate de Veracruz. Todo mundo sabe quién es, porque es el único que los veracruzanos, aceptarían para seguir siendo parte de Morena. Y claro que esto no estaría nada mal, porque sería una jugada magistral del mandatario nacional.
Se ha llegado a la conclusión de que hay consenso entre los miembros de la política estatal y nacional, de que están todos de acuerdo en que haya un cambio en la entidad, el cual, por un lado ayudaría al Presidente, en su intento de mantener al Estado de Veracruz, dentro de su propia cobertura política, ya que no es nada del otro mundo entender que siempre ha querido que Veracruz, sea su respaldo para los proyectos políticos que tiene en el inmediato futuro. El Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, es un hombre bueno y hasta cierto punto honesto, como lo asegura el Presidente, pero no tendría la capacidad de responder a las exigencias políticas de su partido para cuando haya nuevas elecciones, sobre todo, las que se encargarán de la sucesión presidencial.
Así es que todo mundo estará a la expectativa de lo que pasará, porque no hay resultados positivos evidentes para los veracruzanos y menos, desde luego, para el Presidente López Obrador.
Para colmo de males, el Gobernador del Estado, no confía en la mayoría de sus colaboradores, tanto que se ha dicho que estaría haciendo una evaluación de las acciones de su gobierno, para poder despedir a quien o quienes creyera
que no le son útiles, cuestión que hasta ahora no se ha llevado a cabo, porque seguramente ya le han indicado desde el altiplano que espere más tiempo, quizá, también, el necesario de dos años, para que así salga de Veracruz, todo un equipo de personajes que fueron incrustados para cumplir con compromisos políticos y de compadrazgo, así como la práctica del nepotismo que el mismo Presidente de la República, ha evitado.
De esta manera, todo parece indicar que el futuro del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ya está bien trazado y que solo será cuestión de espera para que se concrete.
Hay, además, otros indicios de que todo esto tiene mucho de verdad, puesto que a la fecha, tampoco, se han invertido fuertes cantidades del presupuesto veracruzana, tanto en obras de beneficio colectivo, como en proyectos de gran envergadura, porque le han ordenado, se insiste, en esperar. Recientemente, García Jiménez, ha declarado que hará una inversión en el municipio de Veracruz, por una cantidad de quinientos millones, pero no para mañana ni pasado, sino para el año dos mil veinte, cuando opere otro presupuesto estatal y que de ejercerse sería allá por el mes de diciembre del mismo año, cuando seguramente, ya se esté preparando para solicitar la licencia de que hemos hablado.
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AUN CON LA SOMBRA de las renuncias que se dieron dentro del PRI nacional, hace unos días, el proceso para la renovación de sus principales cuadros en el Comité Ejecutivo Nacional, sigue adelante y todo parece que tendrá amplia repercusión en el país, porque aunque nadie lo crea, ha comenzado ya el camino de la recuperación, lo que indica que, independientemente de los resultados que se tengan el once de agosto, habrá las condiciones necesarias para que el tricolor dé la batalla en las próximas elecciones intermedias.
Apenas concluya el proceso de renovación, seguramente habrá coordinación con las dirigencias estatales, a fin de establecer las estrategias para mostrarle a México, que el PRI, efectivamente, no está muerto.
En Veracruz, por ejemplo, ya hay un trabajo desarrollado y cabe la posibilidad de que se ganen, nuevamente, algunas posiciones políticas que hace poco perdieron, porque en verdad que la nueva dirigencia estatal le está entrando de lleno, porque además de ser su compromiso, quiere demostrar que tienen la capacidad y la experiencia suficiente para lograr las metas de recuperación política en toda la entidad.
Por lo pronto, el PRI, ya está enseñando los dientes, mientras que en el PAN, no se escuchan todavía los tambores de guerra, pero en ambos hay hambre de triunfo, por lo que las próximas elecciones, téngalo por seguro, amigo lector, que será una buena batalla política.
Y es que tanto el PRI, como el PAN, saben bien que se tienen que sacar la espina, más cuando ésta les fue clavada sin misericordia, aprovechando los tiempos que en Veracruz, ya no son los mismos, sino que han cambiado considerablemente a raíz de lo malos gobiernos que ya engañaron al pueblo, que ya lo traicionaron y que ya lo están robando poco a poco.
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GRACIAS A LOS DIRECTIVOS del portal Crónica del Poder, que recientemente publicaron en sus acostumbradas trivias, una en la cual me mencionan por haber sido, efectivamente, Maestro de Ceremonias oficial del Gobierno del Estado, durante la administración del ex Gobernador Don Rafael Hernández Ochoa. En ese tiempo, lo escribo con mucho orgullo, me desempeñé en esta actividad, bajo la dirección del entonces Jefe del Departamento de Acción Social, Flavino Ríos Alvarado, ex de muchos puestos de suma importancia y finalmente, por un breve tiempo, también Gobernador del Estado.
A mi amigo Felipe Hákim Simón, le agradezco esta mención que me hace recordar aquellos tiempos buenos de nuestro paso por la administración de quien fuera uno de los grandes gobernadores del Estado de Veracruz.
Por lo pronto, gracias, quedando pendiente otro coctel de camarones que yo invito a quien haya acertado la trivia, pero en la Coctelería La Ostra, de Plaza Cristal. ¿Juega?.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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