LA NOCHE del domingo 9, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez escribió en su cuenta de Facebook lo que parecería ser su defensa ante las críticas que ha recibido la administración a su cargo, algunas fundadas (la mayoría) y otras no, y en gran medida contra léperos funcionarios como el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor y el afamado “chile que no embona a periodistas”, y en ese tenor, reflexivo como suele ser, el mandatario que ganó por obra y gracia del, ahora, Presidente Andrés Manuel López Obrador refiere: “Algunos ataques a nuestro gobierno se ciegan ante el verdadero cambio, no quieren ver lo que "los Yunes" y "los Duartes" abandonaron por llenarse las bolsas de dinero: ¿acaso no acabaron inmensamente millonarios ambos? ¿miento por decir que son iguales cuando su incalculable riqueza es evidente? (*y nadie ha dicho lo contrario, pues al menos en este portal se ha hecho eco de las denuncias interpuestas para combatir la corrupción de ambos personajes, si es que se configuran acciones que los inculpen, y que sean castigados conforme a derecho. ¿Criticarlo por ejercer la ley? Sería absurdo cuando todos padecimos al menos la represión del primero). Y prosigue el gobernante en turno: “Pero su coraje y sus ataques son entendibles. No soportan que un maestro, académico de la Universidad Veracruzana y un pueblo al que no pudieron engañar "con el hijo de Yunes" les pusieran un alto. Simplemente no lo soportan. Parece que a nuestros detractores y "críticos sin razón" les duele que atendamos al pobre y al niño indígena con el dinero que se iban a robar. Los paramos en seco (*Pero no, no, no. Se equivoca el Gobernador. Lo que no soporta el pueblo es tanta y semejante violencia, feminicidios, secuestros, robos, asaltos, extorsiones. Lo que no soporta el pueblo son los despidos injustificados y la pobreza; los dispendios en la compra de patrullas y medicinas, estas últimas favoreciendo oscuros intereses de la cuarta transformación. Lo que no soporta el pueblo es la inoperatividad para combatir la inseguridad y violencia. Respecto a su triunfo, es el de AMLO. Sin su apoyo no habría ganado; no le regatee al Presidente su avasallamiento electoral).
AHORA, POR ejemplo -escribió Cuitláhuac, tal vez en la soledad de su despacho, recámara o a insistencia de alguien-, llevamos atención médica y medicinas a las regiones indígenas. En las fotos –que coloca en la red social- está una de Xoxocotla, donde nunca antes habían sido atendidos por un médico especialista, un neumólogo pediatra. No habían visto a un Secretario de gabinete atendiéndolos personalmente como el (lépero) Dr. (Roberto) Ramos Alor con cariño, dedicación y profesionalismo (*y al respecto podríamos acotar que esa es, precisamente, la obligación de los servidores públicos. Están para servir a la sociedad, pues de la sociedad reciben su salario, y si vamos a homenajear a todo colaborador de su gobierno por obras que realiza con el dinero de los gobernados (porque son recursos provenientes de contribuciones y pagos de servicios), estamos amolados. No hacen ningún favor, solo cumplen con su obligación). Cuitláhuac dice: “Nuestro gobierno los ve (suponemos que a los habitantes de zonas marginadas) como seres humanos con derecho a la salud plena (*y mal harían en no ver a los veracruzanos como seres humanos)” y anuncia que: “por eso, en estos días inauguraré cuatro centros de salud más en zonas rurales. Aunque a nuestros adversarios les duela y sigan atacando con mentiras. (A nadie le duele señor gobernador, nos alegramos que así sea, es su obligación, para la que fue electo. No está usted poniendo en marcha centros de salud con dinero propio sino con dinero de los gobernados, de sus impuestos y pagos de servicio; es usted un administrador de los recursos y no dueño de estos, no hay que confundirse) y termina diciendo: “¡Lástima margaritos, llegó la cuarta transformación para quedarse!” (*y que bueno que así sea, sobre todo si da usted resultados; que bueno que eso suceda, porque lo que el pueblo quiere es buenos gobiernos y no personas que evadan su responsabilidad. Gobernantes plenos que sepan lo que hacen, que no impongan a familiares en cargos públicos, que no sientan que administran una empresa privada sino un aparato oficial que funciona a partir de los propios gobernados.
LO QUE duele, y que es algo que se sigue viviendo en el Estado es la creciente inseguridad que su gobierno niega, y que cobra vidas a diarios ya sea porque la familia de un secuestrado no pagó el rescate o el comerciante o empresario no cumplió con el cobro de piso, o por la razones que fueren. Y esto se da en todas partes, pero se ha acentuado en la zona centro, ya que en menos de una semana han ocurrido tres secuestros en Nogales y Huiloapan (municipios vecinos): el del oficial mayor del ayuntamiento de Nogales, Miguel Pateyro (ya liberado tras el pago de fuerte suma); el de la hija de reconocido comerciante de la congregación Encinar de ese mismo municipio, también, ya liberada tras pagar el rescate, y el del exdirector del Tecnológico de Orizaba (sin liberar), además de profesoras y maestros en la zona. Van 25 secuestros entre Mayo y Junio –únicamente los conocidos ya que en muchos casos la familia no da a conocer los hechos por temor a que se atente contra la vida de sus seres queridos-, pero la cifra es muy alta; casi uno diario, esto aparejado a la violencia criminal que no cesa. Pue solo de mujeres en Mayo van 12 secuestros y 13 asesinatos, y eso no es como para sentirse satisfecho.
SOLO EN la región de Xalapa las ejecuciones no cesan, ya que muy temprano nos amanecimos con la noticia de que tres personas habían sido ejecutadas al interior de un bar, a unos metros de la academia de policía El Lencero, ahí donde tiene su base principal la fuerza civil. Dos de los asesinados –una mujer y un hombre- eran los propietarios del negocio y de paso se llevaron en la fuga a un taxista que esperaba pacíficamente su pasaje, al que propinaron varios balazos cegándole la existencia. En Alvarado, por otro parte, una joven mujer de 22 años fue asesinada a balazos por su pareja o esposo que finalmente se dio a la fuga, lo que eleva el número de feminicidios o asesinatos de mujeres en 114 (¿o acaso le parecen pocos para lo que va de su Gobierno?). Eso es lo que duele, señor Gobernador. Crímenes como el cometido en El Pozón municipio de Misantla, donde falleció baleada una mujer y su hija resulto herida. O el de Agua Dulce donde una madre al ver como masacraban a su hijo en el interior de la vivienda que habitan intentó defenderlo y fue baleada lo mismo que su esposo, hechos ocurridos el domingo, y como esos hay muchos casos: incursiones en viviendas y ejecuciones, feminicidios, secuestros, extorsiones, robos, asaltos, un sinfín de hechos que trastorna y, más aun, cuando en aras de justificar lo injustificable argumenta que van los crímenes a la baja. Nadie crítica a su Gobierno ni que construye clínicas o inaugura caminos, por el contrario, lo felicitamos por ello aunque sea su obligación. Se reprocha la inoperatividad para contener tanta y semejante violencia e inseguridad. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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