SI ALGO tiene Ricardo Ahued Bardahuil es que goza de prestigio al interior de la sociedad, y eso lo sabe el Presidente Andrés Manuel López Obrador que lo invitó a ser candidato al Senado de la República (cuando estaba por aceptar ser dirigente Estatal del PRI), obteniendo más votos, incluso, que Cuitláhuac García Jiménez a la Gubernatura del Estado, arrastrando en su triunfo a Rocío Nahle García, ahora Secretaria de Energía, y acaso por ello pensó nuevamente en el empresario al invitarlo a sumarse al gabinete Federal como Administrador General de Aduanas, cargo que desempeñaba su tocayo Ricardo Peralta Saucedo que fue llamado a la subsecretaría de Gobernación –y acaso termine como titular de ese cargo- en sustitución de Zoé Robledo, nombrado director general del Instituto Mexicano del Seguro Social tras el berrinche justificado de Germán Martínez Cázares que decidió reincorporarse a su curul en el Senado, antes que seguir padeciendo la enfermiza y alucinante tendencia al ahorro de funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a quien poco o nada importa la salud de los mexicanos. Es un hecho que Ahued Bardahuil no llega a una dependencia color de rosa, ya que no reconocer que en aduanas hay –y siempre ha habido- corrupción sería un absurdo, como una ingenuidad suponer que con la llegada del hidalguense veracruzano desaparecerá como por arte de magia esa polución que ha estado ahí desde tiempo remotos. Sin embargo, AMLO pensó en Ahued para designarlo al frente de Aduanas, porque el Senador -a partir de este lunes con licencia- ha demostrado que no sucumbe a esas tentaciones, ya que se trata de un hombre emprendedor y progresista pero, sobre todo, humano, algo que les falta a los integrantes del actual gabinete Estatal que ya se sienten príncipes.
HAY QUIENES aseguran que otro gallo cantaría a Veracruz si Ricardo Ahued, en vez de Senador, hubiese sido candidato a la Gubernatura, pues su relación con el sector empresarial del Estado y el País le habría permitido a la Entidad –desde el primer instante- contar con inversiones y un ingrediente indispensable para el buen Gobierno: cercanía de la autoridad con el pueblo, ya que el empresario, pese al emporio que ha construido y los cargos que ha desempeñado es de los que se apersona los fines de semana en sus negocios donde charlaba y atendía a la clientela, y sabedores de ello, algunas personas de los extractos más humildes se le acercaban para solicitarle ayuda que, por supuesto, obtenían. En Xalapa no son pocas las escuelas que en el Día del Niño o de la Madre recibían camionadas de juguetes y enseres domésticos, sencillos si se quiere, pero los recibían gratuitamente, lo que le mantiene cerca de las personas que en redes sociales se han volcado para desearle toda suerte de parabienes, aunque no faltan los que le critican por dejar la Senaduría –desde donde atendía de manera más cercana a la población-, y hasta hay quienes afirman que con el nombramiento, tácitamente, lo sacan de la jugada para las elecciones del 2024, para las que aún falta mucho tiempo.
DECIA AHUED al reportero, en una amable llamada recibida, que nadie lo saca de la jugada porque como Senador no estaba en ninguna jugada que no fuera legislar en favor de las clases más desprotegidas, sin embargo, es el sentir de quienes lo ven como una opción saludable para devolverle a la Gubernatura el prestigio perdido; y es que el legislador es como la buena semilla sembrada por el pueblo que espera buenos frutos andando el tiempo, ante tantísima inexperiencia, arrogancia e inoperatividad de los que dicen Gobernar la Entidad. No es fortuito que se piense lo anterior ante las versiones difundidas de que reemplazaría en cualquier momento a Cuitláhuac García Jiménez, filtraciones que no eran otra cosa que “fuego amigo” desde el mismo Palacio de Gobierno para debilitar a Ahued, pretendiendo que los seguidores del Gobernador se le fueran encima al Senador, algo que jamás sucedió sabedores de que el legislador no acostumbra semejantes canalladas. Se sabe que la intensión de contraponer al empresario y político con el Presidente Andrés Manuel López Obrador era con la intensión de alejarlo del poder, pero todo indica que les salió el tiro por la culata ya que el Jefe de las Instituciones Federales le da un reconocimiento a su trayectoria por su destacada honradez y vocación de servicio, además de que el Senador con licencia puede construir desde la administración general de aduanas, en base a buenos resultados, una plataforma que le permita fortalecer su imagen.
POR CIERTO, aduanas embarga anualmente miles de millones de pesos en mercancía apócrifa que suele ser destruida, entre otros, libros, zapatos, tenis, ropa, alimentos, televisores y muchos productos que son destruidos, cuando las necesidades de la población siguen siendo infinitas, sobre todo en zonas indígenas, rurales o marginadas, por lo que no estaría de más una iniciativa de ley que permita al Gobierno de México a partir del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, ahora instituto para devolverle al pueblo lo robado, usar lo que sirva y entregarlo a la sociedad más desprotegida, entre otras instancias a escuelas pobres, familias en situación de calle, niños vagabundos, personas de la tercera edad en asilos o que viven abandonados, lo que permitiría una ayuda adicional a los programas sociales que se entregan desde la Presidencia de la República.
SOLO PARA tener una idea del desperdicio, en el Informe Tributario y de Gestión correspondiente al primer trimestre del 2018, la autoridad fiscal indicó que el embargo de mercancías introducidas fue por un valor de 302 millones 700 mil pesos, 91.6 por ciento menos, en términos reales, a lo que embargó en el mismo periodo de 2017, que fue por 3 mil 408 millones 700 mil millones. Lo grave es que todo lo incautado va al bote la basura, ya que se desecha cuando podría servirle a terceros. Otro tema son las armas confiscadas en aduanas que bien podrían servir para que el Ejército y la Fuerza Aérea las transformen en armamento para la Guardia Nacional ahora que está por despegar funciones. Y es que si se trata de ahorrar, como pretende el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Administración General de Aduanas podría coadyuvar con lo que logre incautar a traficantes o mercaderes ilegales, de tal suerte que muchas familias de México sean beneficiadas con los productos que normalmente son destruidos, lo que en estos tiempos es equiparable a un acto de deshumanización. A ver que pasa…OPINA carjesus30@hotmail.com
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