Siempre disfrute la poesía de Rudyard Kippling, además de poeta en su numen brotaba la esencia del buen ser humano que con seguridad era. Siempre me impongo la aceptación del verso apotegma que expresa: “Cuando vayan mal las cosas // como a veces suelen ir // cuando tenga tu camino solo cuestas que subir // descansar acaso debas, pero nunca desistir”
La dura cuesta que estoy tratando de subir, altera mi carácter y en ocasiones me salgo de casillas, la emprendo enojado contra quienes en alguna forma me han salvado la vida, no pretendo hacer apología inmerecida al IMSS, pero debo hacer a un lado mi mal carácter y otorgar reconocimiento a quienes exponen su vida en aras de salvar la de seres desesperados que recurren al él como única tabla de salvación para sobrevivir.
Quienes padecemos de un cáncer, de esos que no perdonan, buscamos culpables, solo sabemos expresar la maldición contra la vida por conducirnos en etapas dolorosas, solo decimos o pensamos ¿Por qué YO?, maldecimos a todos los dioses y olvidamos la valerosa filantropía que practican los médicos de los diferentes sanatorios, sobre todo los de seguridad social, los enfermos que acuden a las clínicas del IMSS y otros semejantes que no demandan pago inmediato, es una postura que daña al enfermo, al médico, enfermero (a) está al igual que los pacientes sometidos a contagios peligrosos por su cercanía con los enfermos, y lo más delicado, lo hacen todos los días, toda su vida activa como profesionales de la salud pública y en lo particular,
Mal me he comportado maldiciendo al IMSS y clínica del hospital regional, tengo razón en parte, faltan los recursos financieros para atención plena del enfermo, pero no es culpa de quienes trabajan noche y día en los sanatorios privados o públicos, culpa es de tener que superar la crisis financiera para prescribir los medicamentos idóneos y salvar vidas.
Rectifico mi dicho, me he comportado como un enfermo incurable y algo estoy haciendo fuera de orden, la cirugía mayor practicada para salvar mi vida de un cáncer de grave diagnóstico ¡ funcionó! Continúo dando guerra en este valle de lágrimas que abate, pero mi cambio de actitud se impone, los médicos y enfermeras del IMSS me salvaron la vida, he tenido complicaciones y reniego en cada ocasión que voy al sanatorio del IMSS. Ya aprendí que lo que se hace es en complicidad con NOTIVER, pues por causa de la larga espera, me tiro de un jalón lo publicado en el periódico, incluyendo sociales y deportes, la nota roja me la brinco pues temo aparecer en ella.
Profesionales médicos, enfermeras, auxiliares y demás del IMSS mis respetos y gratitud para Uds. Si la libro, estén listos para acometer una paella de las que bien elaboro, en agradecimiento a la buena labor por Uds. aplicada en bien de la humanidad. ¡AGUAS!
Mayo 20 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martinez Wolf |
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