SI NO fuera por los “villanos del pasado” utilizados para justificar los yerros del presente, por un Congreso local a modo y por el servilismo de partidos que poniéndose de “tapete” a los gobernantes obtienen canonjías extra oficiales, el Gobierno de Veracruz –como el de otros Estados como Morelos y Quintana Roo- estarían siendo fustigados para que sus titulares, por inoperatividad comprobada, entregaran la estafeta a quienes si quieren Gobernar y trabajar por los gobernados. Y es que resulta vergonzoso que la Entidad –que lo tiene todo, hasta exceso de grupos delincuenciales- se encuentre en primer lugar nacional, no en productividad, educación, salud, empleo y fortaleza económica, sino en asesinatos, sean feminicidios, infanticidios, crímenes de odio o víctimas de asaltos, secuestros, extorsiones, levantones o robos. Y es que ahora se sabe que el terruño es campeón no solo de asesinatos de niños sino, también, en ejecuciones de personas de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual, y que estamos muy por encima de Entidades como Guerrero y Quintana Roo en ese rubro, lo que demuestra que no se mata solo a mujeres por razones de género, lo que comúnmente se conoce como feminicidios, sino también a hombres y féminas Lgbt, y que de 2013 a Diciembre del año pasado fueron asesinadas 473 personas por su orientación sexual e identidad, encabezando la lista Veracruz con al menos 43 asesinatos (aunque la lista negra triplifica los números oficiales), seguidos de Guerrero, 39; Quintana Roo, 33; estado de México, 30; Chihuahua, 28; Puebla, 27, y Tamaulipas, 25. En suma, esos siete Estados concentran casi la mitad de esos asesinatos.
EL REGISTRO se encuentra contenido en el informe “Violencia Extrema. Asesinatos de personas Lgbt en México: los saldos del sexenio (2013-2018)” elaborado por Letra S, y de acuerdo al conteo, los dos últimos años fueron los más violentos, pues se observó un aumento de 30 por ciento en los homicidios. De esa manera, en 2013 sumaron 84; en 2014, 65; en 2015, 61; en 2016, 76; en 2017, 95, y en 2018, 92, pero ya en el primer cuatrimestre de este año (2019) se han registrado 28 asesinatos de personas de ese grupo de población, y se estima que de continuar la tendencia habrá un número al alza en esos homicidios. Y contra lo que se pudiera suponer, de los colectivos que forman parte de la diversidad sexual y genérica, las mujeres transexuales son las más expuestas a sufrir actos de violencia homicida, pues en los últimos seis años se registraron 261 crímenes, lo que representa el 55 por ciento del total, seguidas de los hombres gays u homosexuales con 192 casos (40 por ciento). En la lista negra hay, también, nueve feminicidios de mujeres lesbianas y una bisexual; además, los homicidios de cinco hombres bisexuales, y el promedio general de la edad de las víctimas es de 32 años. Según la investigación, también, se incrementaron los asesinatos de defensores o promotores de los derechos Lgbt, sobre todo de mujeres trans al sumar 24. De igual manera se contabilizaron nueve portadoras de VIH.
LLAMA LA atención la excesiva crueldad con que se cometen esos crímenes, ya que mientras la mayoría de los cuerpos de hombres gays u homosexuales fueron encontrados en sus domicilios con múltiples heridas provocadas por objetos punzocortantes o asfixiados, los cuerpos de las mujeres trans estaban tirados en la vía pública o en lotes baldíos con heridas provocadas por arma de fuego y punzocortantes, y en muchos casos cercenadas, pero en todos hay un ensañamiento deshumanizado. De los crímenes, al menos 22 de las víctimas sufrió violencia sexual y los cuerpos de 60 mostraron marcas de tortura, pero en solo 10 por ciento de los casos se menciona el crimen de odio como posible línea de investigación, no así el estereotipo de “crimen pasional” que se sigue en 26.05 por ciento de éstas.
GRAVE, SIN duda, lo que ocurre en el País y el Estado que, por fortuna, tiene a sus villanos preferidos, ya que basta saber que en el primer bimestre de Cuitláhuac García Jiménez se suscitaron 21 asesinados de menores, sin considerar los crímenes perpetrados en Minatitlán, Las Choapas y otros municipios que elevarían la suma a 30 en tan poco tiempo, aunque eso será tema de otra entrega, sin embargo, en materia de feminicidios, los Colectivo Feminista Cihuatlahtolli, Piensa, Actúa y Sorprende (PAS), del Instituto de Derechos Humanos y Democracia y del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) quienes ya exigen una tercera alerta de género para Veracruz, ahora por desaparición forzada, por lo que de aplicarse sería la única Entidad que acumule tres mecanismos de protección de los derechos humanos de las mujeres. Y es que, lea usted: según la Fiscalía General del Estado, hasta la fecha continúan desaparecidas 750 mujeres y niñas en todo el territorio Estatal, pero tan solo de Enero a diciembre de 2018 se registraron 285 desapariciones de mujeres, 70 en la región norte, 101 en el centro y 114 en el sur. Durante ese año, 139 de los casos registrados se trató de menores de edad y el 74 por ciento de las víctimas no fue localizada, pero entre Enero y Febrero de este año, ya en el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez van 47 desapariciones: 8 en la zona norte, 17 en el centro y 22 en el sur, y de ese total de desaparecidas, 14 eran menores de edad, 24 mayores de edad y en 9 casos se desconocía. Solo 46.8 pro ciento de ellas fueron localizadas con vida y el 53.2 por ciento restante permanece sin localizar. De las localizadas, 42.8 fueron con vida, 6.4 fue sin vida, y 51.1 no se especifica la situación, lo que demuestra que las autoridades Estatales están rebasadas, y una evidencia de ello es la renuncia del Comisionado Estatal de Búsqueda, Geiser Caso Molinari.
COMO BIEN se sabe, Veracruz cuenta ya con dos declaratorias de alerta emitidas, la primera en 2016 por feminicidio y la segunda en 2017 por agravio comparado, pero en las recomendaciones realizadas por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), no se contempló el contexto de criminalidad que vive el Estado y, por consecuencia, dichas medidas no corresponden a la realidad que enfrentan las veracruzanas y que afecta su integridad física y emocional, atentando contra su derecho a vivir una vida libre de violencia. Y es que no obstante la primera alerta de violencia de género contra mujeres, la FGE informa que en 2018 se registraron 101 asesinatos de mujeres, y el número de crímenes sigue en aumento pese al cambio de Gobierno. La situación es tan grave, que los colectivos buscarán entrevistarse en la ciudad de México con el Presidente Andrés Manuel López Obrador para que conozca de viva voz el problema de cientos de familias a fin de que ordene acciones contundentes para la protección de las mujeres, ya que en Veracruz no importa raza, color, religión, edad o posición social. A todas se les mata o secuestra por igual, sobre todo a las jóvenes y, mientras tanto, el aparato de seguridad del Estado sigue inmerso en un pleito estéril que las deja desprotegidas.
Entre 2006 hasta abril de 2018 las desapariciones de niñas, niños y adolescentes sumaron 103 víctimas, de los cuales 50.5% fueron mujeres y 49.5% corresponde a hombres (en ambos con rangos de edad de 0 a 17 años), que se encuentran en calidad de extraviados o desaparecidos en Veracruz. Así de simple… OPINA carjesus30@hotmail.com
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