TEMERARIO, COMO suele ser –irresponsable, dirían algunos-, el Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos dice tener “sospechas razonables” de que el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz está coludido con la delincuencia organizada, y hasta ofrece un dato que a su juicio es más que suficiente en la guerra que ha emprendido contra el funcionario yunista que, a su vez, argumenta que para que haya pleito debe haber por lo menos dos, y él no está peleando con nadie. Cisneros Burgos insiste en las “dudas razonables” y dice que Jesús ´N´, alias “Lagarto”, presunto jefe de Plaza de un grupo fuera de la ley en Minatitlán (y presunto autor intelectual y material del crimen de 11 personas en el sur del Estado), se trasladaba en automóviles oficiales de la Fiscalía General (algo que resulta irreflexivo y hasta aventurado ya que no aporta pruebas sino solo su dicho). Y eso lo dice bajo la mirada inicua de quien considera su nuevo amigo y aliado, en este caso el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, con quien desayunó en un tradicional café porteño con membrecía en Xalapa, casi frente a Palacio de Gobierno, seguramente con la intensión de que los medios lo entrevistaran, algo que era inevitable debido a la creciente ola de inseguridad que no ha podido contener el nuevo Gobierno, y que culpa a la administración de Miguel Ángel Yunes Linares y, por supuesto al abogado de origen oaxaqueño, Jorge Winckler de haberla provocado. Contra este último ya enderezaron una denuncia ante la Fiscalía General de la República por omisión pero que, al parecer, podría ampliarla –a juzgar por los dichos de Patrocinio- a delincuencia organizada, algo que, de plano, ya está más preocupante.
UN CASO que se recuerda en ese tenor, corresponde al ex Fiscal –en ese tiempo en funciones- de Nayarit, Edgar Veytia, quien fue detenido en Marzo de 2017 en San Diego, California por agentes de Estados Unidos acusado de conspirar con otras personas para distribuir e introducir droga al vecino País del Norte. De acuerdo con la justicia de aquella nación, Veytia a quien identifican con los alias de “Diablo”, “Eepp” o “Lic Veytia”, enfrentaba una orden de aprehensión girada por la Corte del Distrito de Nueva York, por lo que al ser detenido las autoridades pidieron decomisarle bienes por un valor de 250 millones de dólares como reparación de los daños. Pero en México estaba libre de culpa; no había investigación en su contra por ningún ilícito y menos relacionado con drogas, por lo que el entonces Gobernador, Roberto Sandoval se dijo sorprendido por la noticia, y en ese tenor se negó a decir si Veytia era culpable, sino hasta que se realizaran las investigaciones correspondientes. El detenido sigue en una cárcel estadounidense pero en México, sigue gozando de cabal salud.
EL CASO de Winckler, sin embargo, es distinto. Al Fiscal del Estado no lo acusan en Estados Unidos o en otra Nación sino en Veracruz, y lo hace de palabra, Erick Patrocinio Cisneros Burgos con todo ese rencor vivo que no lo deja en paz, y hasta se atreve a decir amenazante que “aquí va a haber un parteaguas, y va para todos los veracruzanos (incluidos periodistas). Con esto que hoy está pasando en Veracruz, aquí vamos a ver quién está del lado de los veracruzanos y quién quiere ser cómplice de un pequeño grupo de personas que ni siquiera son veracruzanas” (¿se habrá mordido la lengua, él, que ha vivido la mayor parte de su existencia en Baja California?), y en ese tenor advierte a reporteros que “hay compañeros que defienden lo indefendible, pero con este tema se sabrá quienes realmente están del lado de la justicia y de la procuración para todos los veracruzanos”. Ya encarrilado, insistiría: “yo digo y sostengo que el Fiscal General del Estado de Veracruz, hay sospechas fundadas de que forma parte del crimen organizado y ahora lo vamos a confirmar, porque hasta el día de hoy no ha emitido una orden de aprehensión en contra de Jesús “N”, alias “Lagarto” (ya detenido en Campeche y puesto a disposición de la FGR), y por si lo anterior no fuera suficiente, deja en claro que “desde la Fiscalía General del Estado se busca desestabilizar al Gobierno. “Hoy en Veracruz algunos buscan desestabilizar y descarrilar el trabajo que se está haciendo, desde la Procuraduría de Justicia (Fiscalía) para ser precisos”.
PATROCINIO DESAYUNÓ la mañana de este lunes en un café ubicado frente al Parque Juárez, mientras que profesores a quienes no les han pagado salarios desde Agosto y, en algunos casos, desde hace dos años, bloqueaban la calle Enríquez –frente a Palacio de Gobierno- y exigían hablar con el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez o el Secretario de Gobierno para que les resolvieran la problemática que enfrentan, pero ni uno ni el otro. El primero no había llegado a sus oficinas y, el segundo, declaraba a los medios a quienes de paso amenazaba por “defender” a Winckler ante la mirada escudriñadora de Edel Álvarez que, como buen aprendiz de psicólogo, estudiaba de que pata cojea el que se dice cuenqueño para, llegado el momento, clavarle la daga envenenada como lo hizo con Javier Duarte de Ochoa, Flavino Ríos Alvarado, Miguel Ángel Yunes Linares y, ahora, Jorge Winckler Ortiz con quien hizo mancuerna en la pasada administración para encerrar duartista que ahora, por instrucciones de él, son liberados para evidenciar el trabajo del Fiscal. Si Cisneros Burgos cree que Álvarez Peña es su amigo y aliado, nos vemos a la vuelta de la esquina.
LO QUE llama la atención, porque estaría incurriendo tanto la Fiscalía General de la Republica como el propio Secretario de Gobierno en una violación flagrante al debido proceso, es lo que dice don Patro: que Jesús “N”, alias “Lagarto” está declarando muchas cosas que al Fiscal no le convienen (¿y quién le informó de ello a Cisneros Burgos? ¿el propio Gert Manero violentando el debido proceso?), por lo que esperan que la FGR continúe las indagaciones de la denuncia interpuesta por el gobierno del Estado y resuelva a prontitud, ya que pese a estar detenido y procesado –el presunto delincuente-, no tiene una sola orden de aprehensión por parte de la Fiscalía Estatal, esto no obstante que “ha sido una persona que cobraba piso, extorsionaba y levantaba personas en Minatitlán”, según Burgos. “Y tenemos dudas muy razonables, de que este mismo señor se movía en carros de la FGE”.
TAL VEZ el segundo de a bordo en el Gobierno cuitlahuista desayunó gallo, ya que se le fue a la yugular hasta a los propios diputados que votaron en contra del juicio político a Winckler en Febrero pasado, por lo que les advirtió que ahora va a ver quién está del lado de los veracruzanos y quién quiere ser cómplice del Fiscal. Alguien tiene que decirle a este señor que los tiempos de los cacicazgos políticos ya pasaron a mejor vida, y que su postura, más que evidenciar preocupación por Veracruz delata desesperación, odio y un desconocimiento total de la ley que en nada abona a la tranquilidad de los Gobernados, por el contrario, está irrigando con encono la planta del resentimiento. Al tiempo. OPINA carjesus30@hotmail.com
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