TIEMBLAN LAS corvas de solo imaginar que en el reclusorio Duport Ostión de Coatzacoalcos existe un espacio destinado a la inhumación clandestina de cadáveres, esto es, de reclusos que fueron asesinados en el interior de ese penal por no someterse a la voluntad de otras bandas o de las propias autoridades penitenciarias, o en el exterior y allí los llevaban para desaparecerlos a sabiendas que a nadie se le ocurriría investigar en esos sitios. Y es que una persona puede ser ingresada ilegalmente a una cárcel pero allí, como en el Triángulo de las Bermudas desaparecer misteriosamente, mientras familiares y amigos buscarán por todas partes los restos que jamás encontrarán. Si se confirma que en ese penal –como podría ocurrir en muchos otros- hay cuerpos sin identificar, Veracruz estará inmerso de nuevo en un escándalo nacional e internacional, y ni diez mil cortinas de humo podrán esconder la podredumbre que ya se vive en otros muchos ámbitos. En Duport Ostión se habla de 40 cadáveres –por lo menos-, y las autoridades Estatales aún no emprenden la búsqueda, aunque la zona señalada ya fue acordonada para evitar que otros reclusos tengan acceso a la misma. En cualquier momento, se ha dicho, comenzarían a excavar para corroborar o desechar la versión, aunque de antemano se ha dicho que no estarán presentes colectivos de familiares que buscan a sus desaparecidos “por que no es lugar seguro”. Hace algunos años un ex director de ese penal, ya fallecido, comentaba que ahí “cocinaban” a los reos, ya que esa cárcel era gobernada por grupos fuera de la ley; que a algunos reclusos los mataban y les extraían los órganos para venderlos, sobre todo a indocumentados que caían presos y que nadie reclamaba, y muchos cuerpos desaparecían como por encanto, lo que podría sonar a novela de terror, pero que esconde ciertas realidades.
NO SABEMOS con certeza si eso ocurría en Duport Ostión (o sigue ocurriendo), porque el personaje que nos contó la historia ya no está para corroborarlo, pero de que existen cosas raras al interior de reclusorios con la venía de gobernantes, autoridades de prevención y readaptación social, funcionarios y ex funcionarios de procuración de justicia y responsables de seguridad, eso ni se duda, y ocurría cuando el nefasto Javier Duarte de Ochoa desgobernaba el Estado con el apoyo de otro repugnante ex funcionario al frente, en ese tiempo, de la Procuraduría de Justicia del Estado como lo fue Reynaldo Escobar Pérez. Lo sabemos –vaya que lo sabemos-, aunque no tenemos certeza de que una parte de los penales del Estado sean destinados a cementerios clandestinos, ya que eso tendrían que corroborarlo las autoridades pero, de resultar cierta la versión, es indiscutible que todas las cárceles de Veracruz deben ser sometidas a una investigación mediante tecnología de punta para determinar si en otros penales, también, hay restos de personas asesinadas y desaparecidas, y esto es sin duda un llamado a las autoridades de prevención y readaptación social engolosinadas con las enormes tajadas se representan los negocios subrepticios que en las cárceles se llevan a cabo.
LO QUE es innegable es que las autoridades Estatales tendrán que informar con transparencia que encuentran tras la denuncia anónima de restos humanos sepultados clandestinamente en Duport Ostión, ya que los familiares que buscan a sus desaparecidos no podrán ser testigos presenciales, pues de acuerdo a la vocera del Colectivo Madres en Búsqueda de la zona de Coatzacoalcos, Belem González Medrano, por razones de seguridad no podrían entrar a realizar personalmente las excavaciones –como ha ocurrido en otros sitios-. Tampoco temen ser engañadas porque, argumentan, “eso es público y la Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de Búsqueda son los que se tienen que encargar de ese punto”.
APENAS EN Marzo del año en curso, en un documento que fue circulado en varias redacciones bajo el título: “La cuarta transformación y su corrupción en los penales”, se informó de algunas atrocidades que ocurren en los reclusorios del Estado, sin que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez o el Secretario de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez Maldonado hagan algo, corrupción de la que responsabilizan a la subsecretaria de Prevención y Reinserción Social, Saraí Peña Galaviz quien ha impuesto a los directores de centros penitenciarios a los que maneja de acuerdo a su conveniencia. En el documento que hicieron llegar al mandatario Estatal, denuncian que la funcionaria cobra jugosas ganancias por el nombramiento y por mantenerlos como directores, pues, desde el ingreso son condicionados a reportar cada quincena directamente con ella o el director general de prevención y reinserción social, Antonio Cams Valencia (quien ya fue removido a la Dirección de Tránsito y Transporte). El documento circula y acaso ese fue el motivo por el cual Cams Valencia fue cambiado de cargo, aunque dicen que en la DGTE las cosas están en el mismo tenor. Como fuera, los reclusorios del Estado deben ser revisados, ya que hasta la mismísima Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha emitido recomendaciones que, de acuerdo a la propia instancia, no han sido acatadas. Así las cosas.
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NO ANDAN las cosas del todo bien, cuando elementos de seguridad como el director de la Policía Municipal de Tezonapa, José Aurelio Ríos Avendaño es levantado la noche del miércoles con lujo de violencia y reportado el suceso a las autoridades Estatales, y horas después su cuerpo es encontrado a varios kilómetros entre cañaverales del municipio de Omealca con evidentes signos de tortura y varios disparos que le cegaron la vida, y que sin duda se trata de un mensaje de algún grupo fuera de la ley de los muchos que operan en el Estado de que son capaces de hacer lo que les venga en gana sin que nadie los detenga. Ríos Avendaño ya había estado como comandante de la Secretaría de Seguridad Pública en varios municipios del Estado, y hace algunos años en una requisa que realizó la Marina Armada de México en la zona centro se lo llevaron detenido junto con otros elementos –lo que indica que infinidad de jefes policiacos siguen laborando sin pasar los exámenes de control y confianza-. No es secreto que en la zona centro, incluido Tezonapa, dos grupos de la delincuencia se disputan la plaza, y que acaso el comandante fue levantado como consecuencia de esos enfrentamientos ya que en la zona prevalece el huachicoleo e, incluso un grupo delincuencial asesinó hace algunos meses a elementos municipales de aquel lugar sin que nada ocurra a la fecha. Como fuera, el secuestro del comandante, ahora fallecido, fue tan fácil que ninguna autoridad Estatal pudo reaccionar a tiempo, muy a pesar de los retenes que dizque operan en la zona. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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