ALGUIEN DEBERIA enviarle al gobernador Cuitláhuac García Jiménez la comparecencia ante el Senado del secretario de Seguridad Pública, Arturo Durazo Montaño, sobre todo esa parte donde responde a la senadora priista Claudia Anaya -que reprochó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se la pasa echando culpas sin resolver el problema de la violencia e inseguridad que, por el contrario, multiplican sus acciones-, y en ese tenor el sonorense deja, virilmente, en claro que no se trata de repartir culpas ni criticar a gobiernos anteriores que no pudieron o no quisieron combatir la inseguridad, aunque hay datos de sobra para hacerlo. “No me voy a regodear en la sangre derramada en esos sexenios a causa de la violencia”, dice, “ya que el gobierno federal es responsable de garantizar el respaldo a las autoridades estatales y municipales para mejorar las condiciones de seguridad en los estados” (lo que se asume como una declaración de hombría y responsabilidad). Y es que en Veracruz el pleito de lavadero entre el mandatario estatal acelerado por su “patiño”, el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos en contra del fiscal general ya se tornó fastidioso, ya que por más que el gobernante se le va a la yugular a Winckler y el dizque cuenqueño hace otro tanto, el responsable de la fiscalía parece fortalecerse, mientras los primeros son objeto de burlas y hasta memes, pues la sociedad de pregunta: ¿Si con los instrumentos y el poder que poseen no han sido capaces de remover al responsable de la procuración de justicia que se crece al castigo, que se espera de otros conflictos mayores?, como la inseguridad que a diario cobra vidas, como ocurrió la tarde del sábado en Acayucan, donde dos hombres fueron acribillados en el interior de un taxi, mientras un niño y una mujer resultaron lesionados a balazos, el menor de mayor gravedad por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital de especialidades.
Y ES que mientras Cuitláhuac-Winckler se pelean y la guardia nacional dizque se estaciona en los municipios de Minatitlán y Coatzacoalcos, el mismo sábado por la noche fue acribillado frente a su pareja, y a unos metros de una función de payasos en el malecón de Coatzacoalcos el sobrino de un expolicía intermunicipal y municipal. El cuerpo quedó sobre una silla mientras su pareja, levemente lesionada permanecía tirada en la arena, o la balacera horas después sobre el mismo malecón, o la agresión a balazos que sufrieron dos jóvenes en Las Choapas, también en el sur del estado, y uno más molido a golpes por ocupantes de un rancho al que los muchachos se metieron a pescar por error. Pero el pleito entre García Jiménez y el Fiscal se impone como distractor de esos grandes conflictos, mientras los veracruzanos quedan desprotegidos.
Y ES por esas peleas que a nadie benefician, ni siquiera a ellos mismos, que siguen ocurriendo crímenes como el de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano -uno de los municipios más pobres del estado-, Maricela Vallejo Orea, su esposo y el chofer de ambos, sin que a la fecha haya detenidos o llamados a comparecer, pese a que la munícipe dejó un audio en el que señala a probables responsables en caso de que algo le pasara. Para más, autoridades de Rafael Delgado, Tlilapan y otros municipios aledaños instalaron puestos de revisión en las carreteras con el fin de detener a los presuntos asesinos, y hasta el desinformado gobernador que creyó que la alcaldesa aun militaba en el Movimiento Regeneración Nacional quiso victimizar a su partido en un mensaje de Twitter: Cuitláhuac García✔ @CuitlahuacGJ: “Cuando mayor sinergia lográbamos con Mixtla; hermanándolo con otro pueblo, construyendo un centro de salud, promoviendo su cultura indígena, cobardemente arrebatan la vida a la alcaldesa. Condenamos los hechos y se hará justicia. Nuestras más sentidas condolencias a la familia”, y horas después guardó silencio demostrando que se había equivocado, ya que la munícipe había renunciado a MoReNa antes de asumir el cargo, y había externado su apoyo a Miguel Ángel Yunes Márquez cuando disputó la gubernatura. Como fuera, por esos hechos nadie ha sido detenido ni llamado a comparecer.
POR CIERTO, Veracruz se convirtió, de pronto, en un infierno para las mujeres, ya que tan solo en marzo pasado, con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se registraron feminicidios sin precedente a escala estatal y nacional. En Veracruz fueron 26 mujeres asesinadas con violencia extrema en solo 30 días, un equivalente a un crimen diariamente, de tal suerte que Veracruz, Sonora y Puebla aportaron casi la mitad de los 95 feminicidios cometidos en marzo en el país. Las cifras son una verdadera locura, y lo mismo ocurren en el centro de Xalapa o de cualquier otra ciudad, o en la periferia, como la joven que fue levantada en la colonia Carolino Anaya y tras ser golpeada, torturada y apuñalada, los facinerosos se percataron que no era a quien buscaban, pero para entonces la mujer tuvo que ser llevada de emergencia a un hospital tras ser rescatada de un terreno de Jilotepec donde fue arrojada como si se tratara de un objeto sin mayor importancia. Las 95 muertes de féminas ocurridas en marzo, clasificadas como feminicidio, son un número mayor al de 85 carpetas abiertas por este mismo delito en idéntico periodo, y esto es así porque en un solo expediente el Ministerio Público puede colocar a más de una víctima, y esto sigue ocurriendo pese a las alertas de género.
HOY CASI todos los estados tienen solicitud o alerta declarada de género, y Veracruz –donde más mujeres son asesinadas- tiene dos. Solo en lo que va de 2019, periodo enero-marzo, la cuenta en el país ya rebasa las 244 víctimas (hechos consignados en 227 carpetas), y encabeza la lista Veracruz con 48 mujeres asesinadas en esas condiciones en el primer trimestre, y le siguen Sonora, con 26; estado de México, 21; Puebla, 17; Nuevo León, 13; Jalisco, 13, y Chihuahua, 11. En un contexto de incremento general de incidencia delictiva, también subió el año en curso el número de niñas y adolescentes asesinadas: 29 en los primeros tres meses del año. De esa manera, el feminicidio subió en marzo 21.4 por ciento respecto a febrero, y 26.8 por ciento si se le compara con lo ocurrido el mismo mes del año anterior. En marzo también se incrementaron las llamadas de auxilio por violencia de pareja, de familia y corrupción de menores. Así las cosas, en tanto el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez sigue echando culpas al pasado para justificar su inoperancia e ineficiencia, algo que ya no le creen ni en su casa.
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HOY FUERON las elecciones para presidente y secretaria general del PRI estatal, y lo cierto es que el proceso fue “un cochinero” que, seguramente, será impugnado, gane quien gane. Y es que militantes que, incluso, han sido dirigentes Estatales de ese partido, no aparecieron en el padrón interno del “tricolor”, mientras que, por el contrario, Eleazar Guerrero Pérez, primo del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y actual subsecretario de administración y finanzas si aparece con dirección en la calle 16 de Septiembre sin número, colonia centro de Jilotepec. Ver para creer. El PRI no tiene remedio y MoReNa, tampoco…OPINA carjesus30@hotmail.com
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