Federico, el príncipe del Reino Verde, era un poco tonto, de muy pequeño era feliz organizando juegos con la princesa fea, ella había también nacido en él palacio, él era hijo del Rey monstruo, hombre muy pequeño que había sido castigado por una bruja, no permitiendo que creciera, en virtud de ese maleficio, se había quedado del tamaño que tenía a la edad de cinco años, por pequeño, se sentía desvalido y era para él un suplicio tener que gobernar el imperio que había heredado de sus padres. Esperaba el crecimiento de su hijo.
Nació Federico, pero al nacer, la bruja del palacio estaba acechando el nacimiento, para lanzar un sortilegio y evitar que el príncipe tomara el reino para gobernar y ser todos felices, triste situación, nació el príncipe y la bruja envio un sortilegio para que fuera tonto, con ello no podría gobernar cuando falleciera el Rey Monstruo, mismo que sufría por su rara monstruosidad de haberse quedado chico, de cinco años, pero había crecido en su forma de pensar como un hombre adulto.
Junto al reino Verde, había un gran territorio que era gobernado por la bruja, no podía ser reina pues los dioses del averno se habían apoderado de ella desde que nació y decidieron convertirla en Bruja, viviría acechando el Reino Verde con la esperanza de que al morir el Rey Monstruo, bueno pero enano, ella gobernaría, esperaba angustiada pues los duendes buenos que Vivian en los alrededores del Reino Verde, impedían que la bruja pudiera lanzar sortilegios que dañaran al rey enano y a su hijo el príncipe tonto.
Por la vecindad de los territorios del Reino Verde y el feudo de la bruja, había logrado la magia de que el príncipe tonto, por serlo, veía a la hija de la bruja como una princesa bella, soñaba con casarse con ella, la bruja los castigaba siempre que se juntaban para jugar, el príncipe tonto sentía necesidad de andar en juegos con la princesa fea,
su angustia le llevo a pedir ayuda a los duendes o chaneques, estos pequeños magos aceptaron ayudarle, elaborando un plan para que todos fueran felices.
Los chaneques se acercaron a la bruja, no le temían, pues sus poderes mágicos eran tan poderosos como los de la bruja, por ello se acercaron a ella y le ofrecieron el siguiente trato, le cederían parte del Reino Verde a cambio de una porción de tierra menor que la que le entregarían, a cambio del territorio entregado, la bruja retiraría el encanto del príncipe y lo harían inteligente, los chaneques o duendes, también poderosos, aplicarían un sortilegio para que la princesa fea se volviera bella; el Rey enano se quedaría pequeño pero feliz, viendo a su hijo convertido en un heredero inteligente, por ello, aceptó que pudiera acercarse a la princesa fea. Gran sorpresa se llevó el Rey al ver a la bella joven, que siendo fea había seducido al príncipe tonto, pero siendo bella, y el príncipe inteligente y sabio gobernaría el reino acompañado con la princesa fea hija de la bruja, que se había convertido en una bella princesa.
Gracias a los milagros logrados por los duendes y sortilegios de la bruja, todos asistieron a una gran fiesta que organizaron para festejar la boda de la princesa bella, el príncipe sabio y como parte de la corte, el rey Monstruo enano, la bruja tranquila y los duendes que bailaron y cantaron felices por haber logrado un sortilegio que convirtió en bruja buena a la madre de la princesa bella, esposa del príncipe sabio e inteligente.
El monstruo bueno se quedó feliz pero enano, escuchando y atendiendo los consejos de la bruja.
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