Hace muchos años se cometió un descarado fraude, se construyó una planta que no respondió a las especificaciones o expectativas del diseño, nadie sabe si fue un robo del contratista o un contubernio de este con las autoridades, el resultado final, es que una planta proyectada (y cobrada) para tratar 1500 litros de aguas residuales por segundo, dicen que funcionó solo al 50%, con la actitud propia de los funcionarios transas, se dejó en el casi abandono la planta, después de cuatro o cinco años se pretendió repararla, atribuyendo su mal funcionamiento al poco mantenimiento recibido, se aprobó la partida para repararla, por razones desconocidas que dijeron haber descubierto, se decide aplicar partida presupuestal, y...: ¡a darle!, a gastar el presupuesto, el programa se arrancó estando el Ing. Avila de alcalde, han pasado varios años y no pasa nada, mientras, los más de 1500-2500 lts. por segundo de aguas negras, el caudal de entrada a la planta, se arrojan sin tratamiento al mar.
Se realizó una nueva reparación que no pintó nada bien, pues el programa de construcción fue una burla o una descarada transa. Vergüenza ver lo mal hecho, hoy solo pasan aguas residuales, mas de un 50% van sin tratar al mar de playa Norte.
En una ocasión, el Director de SAS, me corrió una invitación para visitar las plantas de tratamiento que funcionan en la Ciudad, el problema no es que algunas de ellas estén funcionando, lo grave es que el mayor caudal no recibe tratamiento y los elementos patógenos contenidos en las aguas, están matando la vida planctónica del mar, además, lo verdaderamente serio, es la evidencia de la constante presencia de Salmonella, diversos serotipos de ella en el litoral contaminado por aguas residuales, con altos niveles de coliformes y estreptococos fecales. No es preciso resaltar la importancia higiénico-sanitaria y ecológica de este hecho, máxime, cuando se trata de playas de baño de uso intensivo.
Conocer el análisis de esas aguas espanta, muestran contener más de quince serotipos de salmonella y una amplia variedad de coliformes y estreptococos fecales, todos los que aparecen en el catálogo de enfermedades graves, nuestras autoridades lo saben, pero prefieren llevársela inaugurando sanatorios, están conscientes que el abastecimiento de enfermos se tiene asegurado, merced a la irresponsabilidad oficial de no tratar las aguas residuales.
El fuerte gasto en colectores que se tendieron para resolver la contaminación de la bahía, es un gasto incompleto, es necesario retomar el sentido político humanitario y detener el dispendio de ese gasto, primero es la rehabilitación y puesta en funcionamiento óptimo de las plantas que existen, después que construyan otras y se rehabiliten los sistemas de drenaje sanitario, más tarde, mucho más tarde, dentro de veinte o treinta años practicar la simonía con monumentos a santos y otros dispendiosos proyectos, primero cuidar el agua, después tratar el agua, si no ... agua sobra pero nos falta madre. ¡AGUAS!
Marzo 18 del 2010 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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