YA ERA tiempo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador volviera la vista a Veracruz, pero no para venir a engañar con el cuento de que tenemos un “extraordinario gobernador”, algo que ni él mismo lo cree, y menos para reiterar que los índices de violencia han bajado, cuando el Estado ocupa el primer lugar nacional en feminicidios y secuestros, mientras que en ejecuciones la cifra se acerca a 600 crímenes en solo cuatro meses de este fallido gobierno, lo que se traduce en cinco asesinados diariamente. Por ello, qué bueno que viene, nuevamente, el Presidente, pero ojalá no sea solo a recibir alabanzas e incienso de seguidores, sino a escuchar la realidad que está atravesando el estado con policías que en diversas ocasiones han sido denunciados por excesos, violaciones a derechos humanos e, incluso, ejecuciones extrajudiciales; jefes policiacos ligados a grupos fuera de la ley acusados de desapariciones forzadas como el de San Juan Evangelista, Raúl Ricaño Ramírez, –que, por fortuna ya fue detenido este domingo por la Fiscalía Estatal-, lo que ya comienza a despertar el malestar y la sospecha social, o como ha ocurrido en Tlilapan, en plena sierra de Zongolica, donde dos ancianos fueron golpeados por elementos de la Fuerza Civil tras allanar su domicilio, lo que derivó en la captura del comandante de la policía municipal a quien quisieron hacer pagar los platos rotos por no saber quiénes entran y salen de municipio, y aun cuando en redes sociales se ha esparcido la versión que los estatales buscaban a un reconocido criminal, no son formas de entrar a la vivienda de los supuestos familiares y agredirlos hasta dejarlos casi inconscientes, situación que motivó la intervención de la alcaldesa para impedir que el responsable de la seguridad del lugar fuera linchado y quemado vivo si no entregaba a los de la Fuerza Civil (algo que mueve a risa). El caso fue dramático para el uniformado y dos acompañantes que sin deberla fueron amenazados con ser incinerados tras ser rociados de gasolina, y el asunto no era broma, ya que apenas el 21 de febrero la población de Soledad Atzompa lincho e incineró a seis presuntos secuestradores, algo que se está convirtiendo en una Fuente Ovejuna ante tanto abuso..
AMLO EN su visita a Veracruz el próximo 21, pero sobre todo el 22, cuando presida la Reunión Estatal de Seguridad, debe saber que en Coatzacoalcos y Xalapa, dos municipios gobernados por un par de inútiles alcaldes emanados del Movimiento Regeneración Nacional, la situación es gravísima; que muchas personas han decidido emigrar a otros sitios del país ante la amenaza de secuestros o extorsiones, poniendo en venta propiedades o, en el peor de los casos, ser víctimas de la delincuencia. Y es que, por increíble que parezca, la otrora Atenas Veracruzana se coloca, nuevamente, en los primeros lugares en el ámbito nacional, pero esta vez no por su fama académica e intelectual -como sucedía hace muchos años- sino por el nada honroso asesinato de mujeres que le otorga a la entidad el primerísimo lugar nacional, y a la capital del estado el octavo dentro de las ciudades con más casos pero, el primero en el ámbito estatal. En total, son ocho municipios: Xalapa, Coatzacoalcos, Papantla, puerto de Veracruz, Córdoba, Cosoleacaque, Ixhuacán de los Reyes e Ixtaczoquitlán que se encuentran en los lugares 8, 22, 23, 24, 97, 98, 99 y 100 de la lista negra del centenar de municipalidades a nivel nacional donde se han cometido feminicidios en el primer bimestre de este aciago 2019 que, de acuerdo con expertos en seguridad, estiman que formaría parte del primer trimestre más violento de que se tenga registro con base en una comparación del seguimiento diario de asesinatos con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), y en los que hay una subestimación de 20 por ciento. La cifra negra, en realidad, podría ser superior.
EL NUMERO de feminicidios en el Estado llegan casi a 80 en solo cuatro meses, y de ejecuciones o asesinatos se rebasaron los 500 llegando casi a 600, lo que convierte a Veracruz en el estado más peligroso del sur sureste del país, allí donde el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende una inversión sin precedente con proyectos como el Tren Maya y la refinería ubicada en Dos Bocas, Tabasco, con los cuales dice que generará fuentes de trabajo bien remunerado. Sin embargo, para que aterricen otras inversiones paralelas es necesario que prevalezca la seguridad y se destierre la violencia, algo que es el pan nuestro de cada día en Coatzacoalcos, Minatitlán, Las Choapas, Agua Dulce, Cosoleacaque y Jáltipan, donde la noche del viernes y madrugada del sábado fueron encontrados 65 restos humanos en tumbas clandestinas, muy a pesar de que el año pasado se desenterraron varios cadáveres en ese mismo sitio, lo que pone en evidencia el combate a la delincuencia reforzada con militares, marinos y la guardia civil en la zona. Sin seguridad, queda claro que no hay inversiones, y acaso por ello el lunes 22, tras la conferencia de prensa que presidirá en el Museo Naval de la ciudad de Veracruz donde, también, encabezará la Reunión de Seguridad tan urgente y necesaria en estos momentos, el presidente debe ser enterado de todo, y ojalá el Fiscal, si es que lo invitan al encuentro, muestre lo que realmente está sucediendo.
LA DE AMLO será su cuarta visita presidencial a la entidad en apenas 141 días de gobierno federal y estatal los días 21 y 22 de este mes, en parte para asistir a los actos conmemorativos del 105 aniversario de la defensa del puerto ante la invasión de tropas norteamericanas en 1914, y un día después para encabezar una reunión de coordinación con instancias federales y estatal para seguridad. Winckler tiene ante sí un gran reto y compromiso con el presidente, aunque lo más seguro es que le atajen el paso para evitar que al presidente le echen a perder el día, conociendo las cifras que realmente tienen postradas al estado.
EN VERACRUZ aún está fresco el enfrentamiento entre elementos de Fuerza Civil y hombres armados en la autopista 145-D La Tinaja-Cosamaloapan, el cual dejó un saldo de un policía muerto y una patrulla incendiada. Por ello, que bueno que AMLO vuelve el rostro a Veracruz tras los crímenes que han ocurrido en los últimos cuatro meses en territorio estatal, pues de acuerdo al comandante de la Primera Región Naval, almirante Rommel Ledezma, AMLO asistirá a eventos con motivo del quinto centenario de la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz, nombre original que se dio por parte de Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano al primer ayuntamiento de tierra firme continental el 22 de abril de 1519 pero, también, para presidir una reunión estatal de seguridad. Bien… OPINA carjesus30@hotmail.com
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