AUNQUE desde el miércoles se corrió la voz de que el exgobernador Javier Duarte de Ochoa tendría audiencia inicial este jueves ante un juez de procesos del reclusorio de Pacho Viejo para enfrentar –ya sea que lo trasladaran o vía videoconferencia- los pendientes que aún tiene en Veracruz, la información fue inexacta, y lo cierto es que no hay fecha aún para que esto suceda, pero no podrá escapar de lo que aquí le espera, y menos si el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, completa su periodo al frente de la dependencia, con todo y los buenos deseos del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y de su secretario de gobierno, “el buscabulla profesional” Eric Patrocinio Cisneros Burgos. Hace poco menos de un año, en mayo del año pasado, para ser exactos, la Fiscalía General del Estado notificó a Duarte, procesado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, que tiene pendientes dos órdenes de aprehensión por incumplimiento de un deber legal, abuso de autoridad y tráfico de influencias, además de que su esposa, Karime Macías aún enfrenta una orden de detención y extradición que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) no ha cumplimentado pero que, tampoco, ha desechado, aun cuando cierto tribunal federal admitió a trámite a finales de febrero un amparo en revisión que interpuso la exprimera dama jarocha contra la orden de captura con fines de repatriación para enfrentar aquí averiguaciones, como su probable intervención o participación en la comisión del delito de fraude en agravio del patrimonio de la entidad, por el presunto desvío de 112 millones de pesos del DIF Estatal cuando fungió como presidenta.
MACIAS TUBILLA es buscada desde el año pasado en más de 190 países para ser detenida, extraditada y puesta a disposición de las autoridades locales, luego de que la Interpol emitió la ficha roja tras la solicitud de la Fiscalía General del Estado de Veracruz a la entonces Procuraduría General de la República, sin embargo, como ya se dijo, el año pasado Karime Macías tramitó un amparo en el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Penal de Ciudad de México, pero fue sobreseído ya que el juez señaló que no podía emitir alguna resolución porque no se había concretado su captura, y ha sido hasta febrero de este año que otro juez lo admitió a revisión. De acuerdo con el expediente 454/2018, la extinta PGR solicitó presentar ante el Gobierno del Reino Unido e Irlanda del Norte la solicitud de detención provisional con fines de extradición internacional. El Juzgado Sexto de Distrito respondió, inicialmente, que a ese juzgado no correspondía conocer del juicio de amparo, “pues se observa que la ejecución del acto reclamado implica que una vez que se aprehenda a la quejosa será puesta a disposición del juez que conoce de su proceso”, el cual se encuentra en la Congregación de Pacho Viejo, distrito judicial de Xalapa en el estado de Veracruz, esto es, fuera de la jurisdicción de aquel juzgado. El caso sigue pendiente, y la FGE se encuentra a la espera de la resolución para reiniciar los trámites de detención y extradición.
PERO VOLVIENDO al caso Duarte -que más temprano que tarde tendrá que ser traído a audiencia ante el juez de control de Pacho Viejo-, o enfrentar las acusaciones mediante una videoconferencia, contra él se encuentra pendiente la causa penal número 38/2017, por abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, coalición, peculado y tráfico de influencias. Y aunque aun no se sabe cómo será el mecanismo de cooperación con la Fiscalía General de la República (PGR), la Agencia de Investigación Criminal y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, lo cierto es que se llevará a cabo la audiencia inicial donde la FGE solicitará ante el juez de control de Pacho Viejo la solicitud de legalización de la detención, imputación e implementación de medidas cautelares, eso ni dudarlo.
JAVIER DUARTE de Ochoa, como se sabe, fue detenido el 15 de Abril de 2017 por agentes de la Interpol y de la Agencia de Investigación Criminal de la, entonces, Procuraduría General de la República (PGR) en Panajachel, Guatemala. Tras una estancia de dos meses en la cárcel militar de Matamoros, en la capital guatemalteca, fue extraditado a la Ciudad de México e internado en el Reclusorio Norte. La antigua PGR le imputó los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada debido a la dificultad para configurarle el delito de delincuencia organizada, por lo que, tras la conclusión de la fase de investigación complementaria, contemplada por el Sistema Penal Acusatorio, el juez de control, Antonio Fuerte Tapia, le impuso una sentencia 9 años de cárcel y una multa de 990 días de salario mínimo que equivalen a 58 mil 890 pesos, además de ordenar el decomiso de 41 propiedades que la, otrora, Procuraduría General de la República demostró que obtuvo de manera ilícita. Con tan burda sentencia para los descomunales ilícitos que cometió, Javier Duarte estaría en libertad en mayo del próximo año al cumplir más de un tercio de su condena, sobre todo si observa buena conducta, algo que en Veracruz nadie desea por el daño causado a las finanzas y a los veracruzanos que lo acusan, incluso, de desaparición forzada de personas en grado intelectual.
POR ELLO, el Fiscal General del Estado busca reactivar todo lo pertinente en torno a las carpetas de investigación que enfrenta en la entidad, pues el objetivo, una vez que deje el Reclusorio Norte –y si Winckler Ortiz sigue al frente de la Fiscalía- es cumplimentarle las ordenes de aprehensión respectivas para traerlo de inmediato a Pacho Viejo, donde será más complicado que logre evadir la ley, aunque corren versiones que desde el actual Gobierno del Estado buscarían protegerlo, se ignora por qué motivos, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que combatirá con todo la corrupción. Y es que se quiera o no aceptar, no existen elementos para que Duarte salga de prisión, pues la Fiscalía General de Veracruz pidió incorporar a la solicitud de extradición de Guatemala dos órdenes de aprehensión pero, además, la FGR aún tiene 26 casos pendientes por desvíos de Duarte ya que siguen perdidos más de 60 mil millones de pesos; investigaciones surgieron a partir de las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación de que hay más de 60 mil millones de pesos desaparecidos provenientes de 14 fondos federales. Pero en caso de que Duarte fuera liberado del Reclusorio Norte de la Ciudad de México, de inmediato debería ser entregado a las autoridades de Veracruz para ser trasladado al penal de Pacho Viejo y enfrentar los procesos pendientes. Mientras tanto, Antonio Tarek Abdalá, extesorero del estado y principal responsable del manejo de los recursos federales y, por ende, de las irregularidades detectadas, sigue gozando de cabal salud. OPINA carjesus30@hotmail.com |
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