En su labiosa campaña, Fidel Herrera Beltrán, verborreaba que hasta del diccionario desaparecería la palabra “corrupción”. Y sí eh?... poco falto para que entre él y su discípulo Javier Duarte de Ochoa, hasta eso se robaran… la palabra del diccionario.
La lección una y otra vez, ha sido padecer con mayor crueldad, aquello que los candidatos justamente prometen combatir y abatir... Siguió Miguel Ángel Yunes Linares, quien aseguraba acabar con la inseguridad en los primeros seis meses de su gobierno. Pero contrario a ello, se multiplicó el número de crímenes y se acentuó la violencia.
Andrés Manuel López Obrador y su bodoque Cuitláhuac García Jiménez, juraban y perjuraban desaparecer la corrupción y el nepotismo que tanto daño ha hecho al país, pero ¡Oh sorpresa!, llegaron al poder cual pirañas voraces… absolutamente todo lo contrario a las promesas vendidas al electorado.
Aquí en Veracruz, familias enteras vuelven a enquistarse en el poder… engulléndose el erario público. Empezando por el que se dice gobernador del estado y su cauda de ineptos y hambrunos funcionarios públicos, como son los ya conocidos casos de María Guadalupe Argüelles Lozano y Roberto Ramos Alor, titulares de la Secretaria de Trabajo, Previsión Social y Productividad; y de la Secretaria de Salud respectivamente; amen de los remedo de diputados que sin pizca de vergüenza ya son un monumento al nepotismo y por ende a la corrupción como es el propio presidente de la mesa directiva del congreso local José Manuel Pozos Castro; y, Rosalinda Galindo Silva, ésta ultima de quien se descubrió tiene insertada en el gobierno estatal a prácticamente toda su parentela… El nefasto trio de los últimos ex gobernadores, se está quedando corto con esta sarta de cínicos.
Y pese a que semejante descaro ya es del dominio público, nadie, absolutamente nadie hace nada, Veracruz sigue inmerso en el nepotismo, en la corrupción, en la ineptitud, y a pasos agigantados se ubica en los primeros lugares de inseguridad y violencia extrema. La dichosa cuarta transformación tiene hecho un desastre al país y a nuestro estado donde la ingobernabilidad es absoluta.
Lo peor de todo, es que la mafia morena, no solo ha desatado el caos al interior del país sino al exterior. El colmo de colmos, es la reciente estupidez del presidente Amlo quien
en un afán protagónico y en su pejejismo total, se le ocurrió girar una misiva al Papa, y otra al Rey de España Felipe VI, exigiéndoles pedir “perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos”, porque, “Hubieron matanzas, imposiciones, la llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz”.
–Hágame favor... para vergüenzas no ganamos, porque más tardó en enviar las desfasadas cartas, que el Vaticano en refutarle que, desde Julio de 2015, el Santo Papa, que es el primero de origen Latinoamericano, pidió “Humildemente perdón no solo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada Conquista de América”.
Vergüenza debería de darle al presidente no solo desconocer ese acto del Pontífice hace casi 4 años, sino su grave ignorancia sobre la historia de México, pues hay que recordarle que según registros históricos, más que con armas fue con enfermedades como la peste (viruela negra), el sarampión, la difteria, el paludismo, la malaria, la fiebre amarilla, la rubéola, la lepra y la rabia canina, con las que los conquistadores acabaron con el 96 por ciento de la población autóctona, es decir, solo quedo el 4 por ciento de nuestra población originaria, lo que además, significa que la mayoría de los mexicanos somos descendientes de criollos y mestizos, predominantemente españoles, incluido él... –Ups, grave su caso.
A quien debería obligar a pedir perdón por deshonrar el nombre de un guerrero y rey azteca, es a su discípulo Cuitláhuac García Jiménez, por todos los agravios cometidos a los veracruzanos con sus omisiones e incompetencia. –Por cierto, a propósito de las alucinaciones de AMLO, hay que puntualizar que, Cuitláhuac, el guerrero, quien fuera el causante de aquella “noche triste” de Hernán Cortes, por haber derrotado a los españoles; solo duró ochenta días en su gobierno, porque justamente fue contagiado de viruela negra, falleciendo en el mes de noviembre de 1520, a los 44 años de edad.
Pero bueno, como el presidente se ha empeñado en crear conflictos internacionales, además de sus pifias con el Santo Papa, y con el Rey de España; hoy por hoy, gracias a sus múltiples pejejadas, por una parte, ya tenemos reclamos del gobierno hondureño por "estimular" (vía AMLO) la formación de mega caravana migrante; y por otra, la amenaza del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica de cerrar en esta semana, su frontera con México, lo que sin duda, pondría en jaque la economía de nuestro país... Ahí la llevamos con esta inche transformación. No cree usted? |
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