SE AFIRMA que en el Estado de Veracruz, varios negocios, empresas que dan empleo, que contribuyen permanentemente al crecimiento económico de la entidad, están buscando mejores destinos para su trabajo y sus propias inversiones, luego de que ya no tienen plena garantía de seguridad para sus personas como para sus bienes.
Esto, desde ayer, esta circulando en los principales medios de comunicación, por lo que resulta preocupante para todos los veracruzanos, que en lugar de atraer inversiones, tanto nacionales como extranjeras, las que existen hayan decidido desmantelar sus propios negocios para irse a otros lugares donde se pueda trabajar con mayores posibilidades de que encuentren más tranquilidad y puedan prosperar con sus inversiones.
Los pocos empleos que todavía se cuentan, podrían desaparecer en lo sucesivo y bajar, por lo tanto, la capacidad de adquisición en todos los sectores de la población, agravándose, por lo mismo, el problema de la delincuencia común que ya es insoportable en algunas ciudades veracruzanas, de manera especial, en esta capital.
Urge, pues, una solución inmediata a los problemas que padece la entidad, pues de otra manera, podría generarse el caos total y tener mayores consecuencias en todos los ámbitos de la sociedad.
Este es un momento crucial para Veracruz, en donde no quedan muchas opciones que tomar, más que las medidas que el propio gobierno tiene a la mano, para fortalecer el propio estado de derecho y ofrecer mayores posibilidades de seguridad. La entidad veracruzana, decíamos en reciente entrega de esta columna, tiene todo, es decir, lo necesario para trascender en todos los niveles de la producción y de servicios, en pocas palabras, es un Estado rico que requiere, solamente, la tranquilidad para salir adelante.
Por eso, las noticias que corren en este momento, si son, de alguna manera, preocupantes, porque se requieren empleos en cantidades históricas para darle la oportunidad a todos los habitantes de que puedan subsistir, ya que las condiciones en que se encuentran en estos momentos, son de verdad críticas.
Son, indudablemente, tiempos de unidad en torno a quienes gobiernan, porque de no ser así, este país, este Estado, se podría deshacer en las manos de todos, pues la responsabilidad no es, solamente, del Estado, sino de toda la sociedad que esta observando como cientos de inversiones y negocios, se trasladan a otros sitios en busca de mejores posibilidades de trabajo.
Los negocios que se van, dejan solos a los que se quedan para soportar las necesidades de empleos y entre más pasa el tiempo, más necesidades se presentan, dando como resultado que todos intenten vivir a como sea, es decir, generando mas violencia, más robos, más asaltos, más secuestros y otros delitos que están íntimamente relacionados con las necesidades de comer,
vestir, calzar y sobre todo, de salud, pues las mismas instituciones oficiales ya no pueden solucionar tantos problemas en esta materia.
El fantasma de la inseguridad, es el principal motor que mueve a todos los que tienen inversiones o simplemente los medios para crear empleos, necesarios, como ya hemos comentado ampliamente, para que la gente pueda vivir.
Bajo estas condiciones, que ya se advierten por todo el territorio nacional y especialmente en el Estado de Veracruz, parece que el destino, en verdad, nos esta alcanzando y dentro de poco, ya no habrá ni siquiera la fe que mueve montañas, que mueva, siquiera un dedo, para salvarnos de esta precaria situación de pobreza que se agudiza día con día.
Este es un problema mundial, es cierto, cuyos coletazos ya están provocando serios problemas en nuestro entorno económico, de tal manera, que se agravan las condiciones para todos los veracruzanos, porque si continúa el éxodo de los negocios y las principales empresas comienzan a emigrar, se reducirán drásticamente las posibilidades de mejor futuro y sobre todo, de lograr que todo mundo tenga una manera honesta de vivir.
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DE LOS ARREPENTIDOS quiere Dios, y ya son dos o tres que han renunciado a la posibilidad de convertirse en dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, porque afirman que no se están dando las condiciones políticas que se habían ofrecido al inicio de este proceso interno de renovación de los cuadros principales de esta organización política.
Si en verdad, se están entrometiendo intereses personales que desvirtúan el objetivo del supuesto nuevo PRI, entonces, lo que se dijo y se acordó en la pasada sesión del Consejo Político Estatal, no se esta cumpliendo al pie de la letra y esto convierte al tricolor, nuevamente, en partido de imposiciones y dedazos que en nada ayudaran su resurgimiento.
Aunque la delantera en este proceso la lleva Marlon Ramírez, quien se venía desempeñando como regidor del ayuntamiento porteño, la renuncia a seguir adelante de Zaida Lladó, por ejemplo, genera incertidumbre, luego de que a ella se le ha considerado una mujer de mil batallas y que conoce bien los recovecos del partido al que siempre ha sido fiel.
Sin embargo, hay otros aspirantes que debieron tomar esta decisión desde hace tiempo, como es el caso de Adolfo Ramírez Arana, que aún con todos los derechos que tenga como priista, es un personaje que no debiera tener mayor cabida, puesto que no ha sido un político que se haya conducido con honestidad política en los puestos que ha tenido.
Pero así son las cosas. El partido tricolor, sigue teniendo, por ahora una caballada flaca en eso de buscar nuevo dirigente estatal, ya que la premura con la cual esta llevando a cabo su proceso, no le permite ver más allá, es decir, encontrar más y nuevos aspirantes que quieran, de verdad, poner toda su voluntad en esto de dirigir al partido, porque a como están las cosas, no hay
la menor duda, de que constituye un verdadero compromiso, tanto frente a la militancia como a los demás ciudadanos de esta entidad.
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EL SECTOR SALUD, debe ser el principal compromiso del actual gobierno, en sus dos principales esferas de poder.
¿Porqué decimos esto?, pues sencillamente, porque las instituciones de mayor reconocimiento en la atención general de la población necesitada de estos servicios, ya se encuentran rebasados desde hace años, pero ahora, con las nuevas disposiciones en esta materia, las complicaciones son mayores.
El ISSSTE, el Seguro Social, y otras instituciones similares, ya no pueden atender a tantos derechohabientes, de tal manera que sus instalaciones son insuficientes para alojar a tanto demandante de salud.
El número de derechohabientes ha crecido con el tiempo y la infraestructura sigue siendo la misma, pues las pequeñas obras complementarias que se han realizado no son, necesariamente, ampliaciones importantes para la cobertura médica que se requiere.
Así las cosas, el servicio médico, la atención de la salud de todos los mexicanos, sigue siendo un pendiente, pues sin bien el número de asegurados se mantiene casi igual por la falta de empleos, de donde provienen los mayores compromisos de aseguramiento, la falta de medicina, que se ha dado casi de manera permanente, la incapacidad hospitalaria y otros servicios necesarios, son ya evidentes en estas dos instituciones de mayor prestigio médico.
Vienen, además, tiempos más difíciles y complicados, debido al crecimiento poblacional que se esta tornando más demandante de estos servicios, aún cuando no estén asegurados, es decir, de mucha gente que recibirá la atención médica, según disposiciones oficiales, donde además, se apoyan las acciones del seguro popular y otras instituciones dependientes de este sector.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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