Si en algo ha demostrado su destreza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es en la destrucción que hasta hoy, parece ser el sello de su fallido gobierno de la transformación. Inició con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), del que se dio a conocer, significó pérdidas inmediatas de 100 mil millones de pesos, más lo que se incremente hasta el total finiquito. Esto, independientemente de los miles de empleos que con la misma determinación se extinguieron.
A lo anterior siguió la puesta en “venta” del avión presidencial, pese a que solo se ha cubierto poco más del 19%, del monto crediticio que hasta el 2018 ascendía a 7,560 millones de pesos; lo que también representa pérdidas millonarias por día, porque aun cuando la aeronave esté inactiva, los intereses financieros no se detienen.
Continuó con la fracasada subasta de un total de 218 unidades automotoras entre automóviles ejecutivos y camionetas blindadas que estuvieron al servicio de la presidencia de la república, supuestamente con el argumento de que lo recaudado será “para los pobres”, pero que para no variar, también constituye un menoscabo al patrimonio público.
La misma suerte correrán los aviones y helicópteros propiedad de todos los mexicanos, que serán rematados o mejor dicho malbaratados, según, para los pañales de la recién nacida Guardia Nacional.
El dispendio a manos llenas de miles de millones de dinero público, procesados en los engañosos programas de “bienestar”, es quizá el peor desatino y una trampa en la que más temprano que tarde caerán los propios gobiernos estatales y federal, y de paso, todos los mexicanos. Pues aunque aún no se sabe con certeza el número exacto de las personas a las que AMLO les regalará dinero público, se estima que son varios miles de millones de mexicanos, más los que se sigan acumulando. (A ver para qué tiempo le dura ese dinero, porque es mensual lo que promete regalar).
Y siendo así, no se necesita ser perito en la materia para saber que si los egresos son mayores a los ingresos, indiscutiblemente llevara al país a una escalofriante crisis financiera, cuyas consecuencias serán de inimaginables proporciones tomando en cuenta que a más de 100 días de la nueva administración de la ridícula “transformación”, hay una ingobernabilidad absoluta que no se llega a disimular siquiera, con la algarabía de los miles de millones de mexicanos que recibirán los supuestos apoyos, y que sin duda, es el inicio de la quiebra económica del país, que aunada al desmantelamiento de la Presidencia, forzosamente, colapsará las finanzas públicas.
Sinceramente, es difícil creer que existan mentes tan macabras capaces de haber planeado tales acciones para terminar de destruir al país y someter a su gente, porque ese paternalismo
de hoy, será la opresión del mañana… Nicolás Maduro se quedará corto. Y es que con los dineros públicos que ya está regalando y que promete dar a manos llenas, porque obvio, no es su dinero, no busca “el bienestar” de los gobernados. Lo que realmente está haciendo, es comprar “las voluntades”, ni siquiera las conciencias. Y prueba de ello, es que se ha convertido en el Führer de fanáticos que por ese dinero, son capaces de presentarse en cualquier estado del país, para abuchear a los gobernadores opositores; y entonces, él sale como héroe y el bueno del cuento a calmar los ánimos, modus operandi por demás corriente y vulgar; pero que demuestra la efectividad del odio que ha inyectado a la población que más que necesitada es gandalla y que cómodamente quiere allegarse de dinero fácil… caro les va a salir y caro nos costará a todos de no frenar a este dictadorzuelo.
Por ello, hacen bien esos gobernantes, políticos e intelectuales que ya formaron un grupo opositor con la etiqueta “#YoSíQuieroContrapeso”, entre los que destacan el gobernador de Chihuahua, Javier Corral; el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos; el empresario y expresidente de la Coparmex, José Luis Barraza; el excanciller Jorge G. Castañeda; El exsecretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski; la diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle; el senador Emilio Álvarez Icaza; la exlegisladora Cecilia Soto; El político Agustín Basave; el diputado Luis Donaldo Colosio Rojas, etc., etc. Mismo que no solo es aplaudible y necesario, sino que debe ser apoyado por quienes amamos a nuestro país.
En efecto, hay que reconocer que haber entregado el poder absoluto a una sarta de ineptos, prepotentes, improvisados, retrógradas, corruptos y hambrunos fue un grave error que ya estamos lamentando, tal es el caso de Veracruz (monumento al nepotismos, amiguismo e influyentismo), donde cada día estamos peor… donde se respira el terror… donde no hay libertad… donde no hay una pizca de seguridad… donde tampoco conocemos la gobernabilidad. Y quiérase o no, el único que representa un contrapeso… un equilibrio a este gobiernucho, es ni más ni menos que el Fiscal General Jorge Winckler Ortiz, porque para ser honestos, con un fiscal adepto a la MM, o sea, Mafia Morena, haría lo mismo que todos los actuales “funcionarios” impostores. Oseáse… NADA. –Al contrario, serviría para exculpar a los delincuentes amigos. Ahí tenemos el ejemplo de todos los saqueadores que fueron puestos en libertad por este gobierno de pacotilla. Y por lo que incluso, la mismísima, priista, periodista y directora de la Revista “Siempre”, Beatriz Pagés Llergo Rebollar –apenas, apenitas– ha exigido a AMLO y a Cuitláhuac García Jiménez, aclaren los arreglos que tuvieron con Javier Duarte de Ochoa.
En resumen, a poquito más de 100 días del calvario moreno, el resultado es: “saldo blanco”, y “blanco” no por positivo, sino porque estamos en blanco… EN LA AUSENCIA DE TODO… de autoridades, de sus deberes, de sus responsabilidades, de sus obligaciones, de la gobernabilidad…que poca… No cree Usted? |
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