Política es el arte de gobernar, arte es hacer bien una cosa, por tanto, con rigidez semántica, quien bien gobierna, ejerce la política. Todos aquellos aprendices de brujo que incursionan en la administración pública, mal manejando el erario o aprovechando el puesto para lucro indebido, ayudando a cuates y familiares, no son políticos, son tartufos, no el personaje de Moliere, si no los hipócritas y santurrones que debe perseguir AMLO en su campaña anticorrupción.
Nuestro país fue manejado durante muchos años por personajes seudo revolucionarios, que merced a una revolución, pretendieron reivindicar para los campesinos y trabajadores el derecho a una vida digna, producto de su trabajo, mal que bien, un poco más mal que bien, esos pretendientes a políticos manejaron el país durante más de 80 años, haciéndose de recursos mal habidos para mejorar su economía, hubo despilfarro y mala administración, pero siendo individuos del pueblo, con preparación simple, tenían vocación humanitaria, carranceaban algunos milloncejos, pero lograron mantener la economía nacional dentro de márgenes aceptables, en ocasiones bien, además, según su propia cultura “salpicaban”.
La incursión al mundo político de personajes con preparación académica, provocó una simbiosis en que los viejos políticos permitieron ser desplazados por los ilustrados; interactuando los revolucionarios con los pitufos, se creó un mundo conocido como grillos, no eran políticos pero conocían los principios académicos de la materia, principiaron con bajo nivel pero fueron ascendiendo en la escala burocrática hasta lograr desplazar a los viejos políticos que se ufanaban de revolucionarios, ahora tenemos gobernantes tartufos con maestrías y doctorados.
El más difícil terreno en el espacio de la administración pública es el buen manejo financiero, se debe entender derecho fiscal, la teoría de la moneda y otras abstracciones que son manejadas por los economistas, incursionaron en el Gobierno apoderándose de él, implantaron el proyecto neoliberal y la tesis de libre mercado, todo muy a la mexicana pues se arrastraron los viejos vicios, ahora todo hecho muy científicamente, los milloncejos de los revolucionaros que invertían en ranchos y ganado, fue sustituido por fortunas guardadas en el mercado bursátil, ahora se esconde el producto de sus robos en la bolsa, dejando al país en estado de indefensión. La política mexicana fue dominada por los tartufos economistas.
La falsedad e hipocresía con que actúan los tartufos, no políticos, les ha permitido acumular fortunas descomunales logradas vía la depauperación de un país que teniendo más del 70 % de miserables, cínicamente se ufana de tener uno o varios de los hombres más ricos del mundo.
Todos los que tiemblan ante inminente crack de la bolsa, aplauden que los EU esté listo para construir el muro de la ignominia, genial idea de un tartufo gringo, que, a pesar de los mal llamados demócratas, será reelegido y apoyará nuestro sistema de seguridad militarizado, le guste o no a los liberales que andan llorando por todo lo que no se asemeja a socialismo trasnochado. Mal, muy mal la lleva México con un Presidente que ha decepcionado a quienes le eligieron ¡AGUAS! Febrero 25 del 2019 lmwolf@prodigy.net.mx Luís Martínez Wolf |
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