TAL VEZ el robusto Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos (Epacibu, por sus siglas californianas) no le cae bien a infinidad de personas, como tampoco el anodino subsecretario Carlos Juárez Gil, paisano del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero de eso a suponer que ambos serán relevados por obra y gracia de un rumor, no tiene ni consistencia ni lógica, y menos cuando se difunde el nombre del exsenador y diputado federal –ahora, con licencia-, Héctor Yunes Landa que apenas domingo se le fue a la yugular al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, a cuyo gabinete llamó “ineptocracia morenista” producto de la mediocridad y la ignorancia. Insistimos: a infinidad de veracruzanos los yerros de la actual administración, concretamente, de los dos funcionarios, inicialmente, mencionados, junto con el titular de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado ya tienen hasta la coronilla a políticos, empresarios, activistas, comerciantes y gente de la sociedad civil que ha sido víctima de la delincuencia o, en otros casos, de despidos injustificados como los perpetrados ya no solo por altos funcionarios de la administración sino por los hijos –o hijas- de estos incrustados con calzador en posiciones envidiables, y todo porque lo pueden y les vale la ley, peor aun cuando se trata de familiares del propio Gobernador que si no es ahora, cuándo, y en ese tenor pisotean los derechos de muchas personas que tienen necesidad de trabajar, pero no bajo las condiciones caprichosas de mujeres que en otros tiempos han tenido conflictos severos cuando han formado parte de ayuntamientos cercanos a Xalapa.
SIN DUDA, Héctor Yunes Landa podrá ser acusado de lo que fuere, pero de que es operador político-administrativo, electoral y partidista, ni quien lo dude. El “choleño” sabe su oficio, y tenerlo García Jiménez en su gabinete sería un lujo, pero ni Yunes Landa se prestaría a semejante disparate (salvo que nos equivoquemos y aun no hayamos visto nada en política), porque lo que el oriundo de Soledad de Doblado desea es dirigir, nuevamente, al PRI Estatal o imponer a uno de sus cercanos en esa posición, en este caso al exdiputado local y federal y exalcalde de Xalapa, Carlos Rodríguez Velasco, y acaso por ello es la licencia: para operar a sus anchas el Consejo Político Estatal que decidirá, próximamente, al sucesor de Américo Zúñiga Martínez al que, hay que reconocerlo, le faltó la malicia necesaria para hacer un trabajo envidiable. Héctor sabe que viene la intermedia, y que en la medida en que sondee al Estado podrá incrustar no solo diputados federales sino alcaldes y hasta legisladores locales, preparando el terreno rumbo al 2024 cuando se dispute de nuevo la Gubernatura que, al paso que va el Movimiento de Reconstrucción Nacional en el Estado, no se duda ni por un segundo que los gobernados se cambien de barco.
ES CIERTO, el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez requiere, urgentemente, refuerzos, pero estos no podrán ser sino del mismo Movimiento de Regeneración Nacional o, incluso, del Partido Encuentro Social o PT, pero nunca del PRI, PAN, PRD o Movimiento Ciudadano, por más que se difunda la versión de una nueva alianza conocida como Primor (la unión del PRI y MoReNa), algo que el orgulloso Andrés Manuel López Obrador no consentiría en Veracruz, sobre todo porque este gobierno responde ciegamente a lo que ordene el jefe máximo, y ya en campaña quedó claro que los Yunes azules o en general, no están en su ánimo.
SEGÚN LO que Héctor Yunes ha revelado es que se someterá a una intervención quirúrgica –no ha dicho de qué parte del cuerpo que, esperamos no sea del cacumen-, y que por ello decidió retirarse y darle la diputación un tiempo al suplente Edmundo Martínez Zaleta, quien fue uno de los primeros aplaudidores de Arturo Bermúdez Zurita cuando fue puesto en libertad para enfrentar su proceso ya sin los barrotes de la cárcel. Mundo gritaba eufórico afuera del penal de Pacho Viejo: “Viva Bermúdez”, y ya posteriormente se declaró admirador del Gobierno de AMLO, acaso cerradas las posibilidades de ser, nuevamente, Presidente del PRI Estatal o candidato al Senado, posición que le negaron. Como fuera, Yunes Landa dice que estará alejado durante tres meses por cuestiones de salud, y no, precisamente, política, y al término de ese plazo se reincorporará a sus funciones, aunque para entonces, Mundo Martínez ya se habrá embolsado entre sueldo y prestaciones más de 300 mil pesos que en estos tiempos de cerrazón oficial y crisis económica creciente, a nadie le caen mal.
APENAS EL pasado domingo, Héctor Yunes denunciaba que en los primeros 79 días del gobierno cuitlahuista “lo único que ha promovido la Cuarta Transformación ha sido la ineptocracia”. El, también, choleño, como su primo hermano del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares decía que el gobierno que encabeza el ingeniero mecánico electricista, Cuitláhuac García Jiménez “premia la mediocridad y la ignorancia con becas a quienes ni estudian ni trabajan, pero cancela apoyos para niños sobresalientes; corta subsidios a las estancias infantiles a las que recurren madres trabajadoras, pero contrata en puestos de la alta burocracia a personajes con carreras truncas, ni remotamente afines al puesto de trabajo”, y agregaba que “en franca burla al Servicio Profesional de Carrera, el nuevo gobierno hace gala de que no es necesario estudiar para alcanzar un puesto de alto nivel en la administración pública”.
FUE UNA golpiza de señor padre de la que pocos, al menos quienes lo promueven a la Secretaría o Subsecretaría de Gobierno, se enteraron, pues de otra manera no habrían difundido el rumor de la licencia, ya hecho realidad y, la posterior versión de que se incorporaría al gabinete cuitlahuista, a tal grado que hubo quienes afirmaron que durante toda la tarde del lunes se la pasó en las oficinas del Gobernador, recurriendo para acompañar al dicho, a una vieja fotografía. Sin duda, hay quienes desean con vehemencia que Eric Patrocinio Cisneros Burgos renuncie al puesto, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, sobre todo porque el Gobernador García Jiménez lo acaba de reafirmar, y aunque las órdenes vienen de México, sería catastrófico que el mandatario se desdijera a pocas horas de haber dicho lo contrario. Sin duda, se trata de buenos deseos de infinidad de veracruzanos que permiten, por otra parte, medir el nivel de aceptación de don “Epacibu”, el hombre que tiene bajo su responsabilidad la cohesión de los gobernados. Vaya caso. OPINA carjesus30@hotmail.com
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