ODIO DECIR ¡se los dije!, pero se los dije. Ni Erick Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno, ni el titular de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado renunciarán a sus puestos porque algo debe quedar claro: ni a uno ni a otro los puso el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y, por tanto, el jefe de las instituciones del Estado no está en condiciones de decidir la suerte de ambos por más que el primero ignore las reglas de la operación política y, peor aún, de la cortesía y urbanidad con quienes no piensan como él, mientras que al segundo se le esté deshaciendo el Estado ante tanta y semejante inseguridad que, un día sí y otro, también, provoca infinidad de muertes en territorio Estatal sin respetar sexo, edad o condición social. Eso no importa. Se trata de demostrar que desde la capital del País se mueven destinos como el de Veracruz, y aunque el Gobernante en turno no vea la suya, debe aguantar estoicamente que para eso será uno de los héroes de la Cuarta Transformación, y acaso en algunos años aparezca en los nuevos billetes o papel moneda del País, en monumentos históricos o, incluso, imponiendo su nombre a calles, avenidas, parques, espacios de esparcimiento y, porque no, hasta a pistas de baile, y hasta en festivales de salsa que lleven por nombre: Certamen Cuitláhuac García Jiménez” con la presencia de grupos musicales de larga trayectoria o, en última instancia, espectáculos para señoras y varones bautizados como la octava sensación: “Zenyazen, el nuevo hombre de la selva”, el hombre simio rescatado y reivindicado como prototipo de lo que pueden lograr los caprichos del poder.
Y ES que todo puede suceder si se trata de la “Cuarta Transformación”, aunque las primeras tres, según el Presidente Andrés Manuel López Obrador sean: 1.-La Independencia, que no fue otra cosa que el movimiento armado para liberar a México de 300 años de dominio español, y que tuvo inicio de 1810 -con la el arranque de la Guerra de Independencia- hasta el 1821 con la firma de los Tratados de Córdoba que pone punto final al yugo ibérico que tantas vidas cobró para imponer, finalmente, nuevos caudillos que no estaban dispuestos a entregar el poder, como el propio Benito Juárez García que se prolongó 14 años al frente de la Presidencia de México, y que de no ser por una angina de pecho –aunque otros dicen que por el veneno que le suministró Oliveria del Pozo, mejor conocida como “La Carambada”, personaje que le administró “veintiunilla”, la yerba que mata a los 21 día de ingerida-, habría rebasado en el poder a su alumno predilecto en el instituto de ciencias jurídicas de Oaxaca, don Porfirio Díaz Mori, porque pocos saben que la histórica frase “Sufragio efectivo no reelección es de Díaz a Juárez, y no de Francisco I Madero de don Porfirio Díaz, como reza esa historia que escriben los vencedores. 2.-La Reforma, que no es otra cosas que la guerra entre liberales y conservadores de 1858 a 1861, por la cual, tras este conflicto surgieron las "Leyes de Reforma" entre las que destaca la separación de la Iglesia y el Estado, y que Juárez, el personaje que más admira López Obrador fue el protagonista central de ese momento, aunque no el único ya que la historia y los nuevos “protagonistas” –que buscan montarse en la “Cuarta”- son ingratos con personajes como Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Miguel Lerdo de Tejada e Ignacio Comonfort que aportaron, cada uno su propia ley hasta completar las conocidas como de Reforma.
3.-FINALMENTE, LA Revolución Mexicana que fue un conflicto armado contra el régimen de Porfirio Díaz entre 1910 y 1917, pero que, tampoco, es como la pintan, ya que si bien Francisco I Madero se le considera el padre del movimiento armado, lo cierto es que se soslaya a la familia Serdán: Aquiles, Máximo y Carmen Serdán quienes, acompañados de una docena de seguidores decidieron iniciar las acciones el 19 de Noviembre de 1910 cuando las autoridades intentaron detenerlos acusándolos de conspiración y posesión de armas. Fueron los primeros mártires en Puebla, y en el caso de Madero que llegó a ser Presidente vía el voto directo, su proclamación en contra del gobierno de Porfirio Díaz suele considerarse como el evento que inició la Revolución mexicana, aunque más bien, fue un oportunista de la lucha que ya desplegaban Francisco Villa (Doroteo Arango Aránbulo) y Emiliano Zapata Salazar. Madero fue elegido presidente de México pero solo ejerció en el cargo desde el 6 de Noviembre de 1911, cuando Díaz Mori ya estaba en el exilio, hasta poco más de un año, en 1913 cuando fue traicionado y asesinado el 22 de Febrero de ese año junto con el vicepresidente José María Pino Suárez, como resultado del golpe de estado conocido la llamada Decena Trágica dirigido por Victoriano Huerta, un personaje de quien su propio hermano le había pedido no confiar.
AMLO QUIERE ser el héroe de la Cuarta Transformación, y sus alumnos, en lo oscurito quieren “transformar” el Estado, pues en ese tenor, a pesar de que prometió no endeudar aún más al Estado, desconociendo cuando lo dijo cómo se maneja un territorio como este, el Gobernador Cuitláhuac Jiménez ya pidió, con todo el dolor de su corazón, un préstamo al banco Banorte y un adelanto de Participaciones a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que suman un nuevo adeudo de 7 mil millones de pesos, los cuales, entre otras cosas, se trata de 4 mil 500 millones de pesos, de tipo quirografario, el cual deberá ser cubierto en 12 meses con el que dice, hizo frente a los compromisos de fin de año con proveedores y burócratas, además de un adelanto de participaciones federales que si bien no representan deuda directa al Gobierno de Veracruz, sí compromete el dinero que mensualmente entrega el Gobierno federal al estado.
LA CUARTA transformación, que de acuerdo al sistema métrico es una medida de longitud que equivale a 21 centímetros, que es aproximadamente la distancia que hay desde el extremo del pulgar de una mano abierta y extendida hasta la yema del dedo meñique, es lo que pretende Andrés Manuel López Obrador darle al pueblo, lo mismo que sus Gobernadores que se niegan a reconocer los graves errores que vive un Estado como Veracruz, y que sin menoscabo de lo que está ocurriendo permite instrucciones desde el centro sin importar la suerte de los Gobernadores en turno, y en ese tenor, anuncia Cuitláhuac que se quedan dos funcionarios que no han logrado los resultados que los gobernados esperaban, aunque para las cúpulas, como decía el inmortal Arturo de Córdoba, “no tiene la mayor importancia”. En fin, odio decir se los dije pero, se lo dije: todo cambió para no cambiar. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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