EL SER humano, pero sobre todo el ente político cae una y otra vez en un típico error muy propio de su menudencia: buscar culpables ante cualquier problema o error que comete, responsabilizando a otros de yerros personales, aunque si acierta es, invariablemente, su virtud, y eso se ha venido repitiendo en el actual sexenio Federal y, por supuesto en el Estatal que busca ser una copia burda del primero. De esa manera no paran de recitar que si los índices delincuenciales están al alza es por culpa de Miguel Ángel Yunes Linares que no pudo contenerlos, y de Javier Duarte de Ochoa que se dedicó a robar menos a atender su responsabilidad. Si hay despidos es porque yunistas y duartistas saturaron plazas del Gobierno, imponiendo personal sin perfil y en muchos casos aviadores. El decrecimiento económico es porque a los empresarios no se les pago adeudos y, para variar, no se impulsó la inversión en instancias internacionales (como ahora lo hace Cuitláhuac con una planta de la Nestlé repudiada por el sector cafetalero). Que si la delincuencia organizada subsiste porque le permitieron instalarse en el Estado, mientras que la atomización de grupos fuera de la ley es producto del combate que se ejerció contra cárteles. Y aun cuando el actual gobierno sabía de antemano cual era la situación de Veracruz en todos los ámbitos, no dudaron en aceptar el reto o, incluso, la oportunidad, como ha sucedido con el actual régimen Estatal que sin el impulso de Andrés Manuel López Obrador no habría logrado encumbrarse, incurriendo en la deshonestidad de aceptar una posición para la que no estaba preparado y, lo que es peor, para la que se rehúsan capacitar, enfrentado por su inoperancia regaños del Presidente en turno y abucheos de una sociedad a la que difícilmente se le engaña, y que ya no confunde la gimnasia con la magnesia, de tal manera que la rechifla contra el Gobernador es producto de lo mismo, como en su momento fueron los recordatorios y majaderías para el Secretario de Gobierno en Chinameca, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, y las mentadas e improperios contra Leticia López Landeros, en Córdoba donde la sociedad la detesta, aunque la alcaldesa cínicamente hace como si no le interesara.
DICEN LOS expertos que echar la culpa a los demás es muy fácil, y esto ocurre porque la mente trata siempre de deslindarse de problemas y, sobre todo, de culpas. Es como una especie de protección hacia los ataques de otros que a veces, realmente, son más producto de nuestros miedos e imaginación. Es como la supuesta estrategia del avestruz que considera que enterrando la cabeza en la arena nadie lo ve, aun cuando deja todo el trasero a la intemperie. Tal vez ni Cuitláhuac García Jiménez ni Erick Patrocinio Cisneros Burgos han leído al Premio Nobel de Literatura, George Bernard Shaw –pese a que tiene libros tan amenos como Pigmalión o César y Cleopatra-, porque apelarían entonces a una de sus frases: “una vida dedicada a cometer errores no solo es más honorable, sino más útil que una vida dedicada a no hacer nada”, con la que seguramente darían un tapaboca a sus detractores, aunque en materia de Gobierno los errores no son aceptables porque el cargo no deben ejercerlo de manera unipersonal, sino a partir de la asesoría de expertos, que para ello se cuenta con recursos. Nadie es todólogo, ni siquiera aquellos que han amasado fuertes sumas de dinero, pero la diferencia con los fracasados es, precisamente, no tener la visión de contar con asesores en temas álgidos, y aun cuando pudieran apelar a la ridícula “austeridad republicana”, lo cierto es que no hay pretextos para seguirse manteniendo en el oscurantismo, incurriendo en errores garrafales que más temprano que tarde les demeritan como gobernantes.
CIERTAMENTE, EL Gobierno de García Jiménez apenas tiene dos meses en el poder, pero eso no es excusa para mantenerse tan neófitos como lo siguen demostrando, y acaso por ello, y como parte de la indomable violencia que tanto el Secretario de Seguridad, Hugo Gutiérrez Maldonado y el titular del Ejecutivo Estatal se niegan a reconocer, ya le emboscaron y balearon este lunes a un Presidente Municipal, en este caso el alcalde de Astacinga –en la sierra de Zongolica-, quien de acuerdo al parte médico presenta heridas por arma de fuego, ambas con orificios de entrada y salida, una en hombro con expulsión a nivel de cuello y otra en tórax con salida en homóplato, siendo esta última la más peligrosas ya que le dañó un pulmón, por lo que su condición es grave. Allá mismo, en Zongolica, se cometió, también, la mañana de este lunes, el enésimo feminicidio cuando una joven señora de nombre Edith Quiahua Alamillo fue asesinada a golpes por su esposo, un empleado del Instituto Mexicano del Seguro Social que horas después se entregó a las autoridades, aun cuando el oportunista alcalde del lugar, Juan Carlos Mezhua Campos salió a decir en un video que subió a las redes que el presunto asesino fue capturado en un operativo conjunto de la policía municipal y la ministerial, aunque ese no fue el único crimen perpetrado contra una mujer esta mañana, ya que con diferencia de algunos minutos, en el camino antiguo a Mapachapa, en la colonia Oaxaqueña de Cosoleacaque, una mujer de aproximadamente 20 años fue asesinada a balazos a un costado del complejo petroquímico de aquel lugar. La dama, dicen testigos, caminaba por el lugar cuando fue acribillada, ya que al lado del cuerpo ensangrentado quedó un bolso de mano y el teléfono celular de su propiedad.
TAN SOLO entre la madrugada y el transcurso de la mañana de este lunes fueron asesinados o arrojados sobre carreteras siete personas, mientras que tres más resultaron heridos, en tanto un grupo fuera de la ley amenaza desatar la violencia en el norte del Estado mostrando un video en el momento justo en que descuartizan a tres hombres, presuntamente, de un grupo rival, algo que eriza la piel por la crueldad utilizada, y que es, precisamente el efecto que desean transmitir a la sociedad. Veracruz está convertido en un infierno, en tanto las autoridades Estatales siguen utilizando la misma estrategia que el presidente Andrés Manuel López Obrador: arrojar deyecciones contra los anteriores gobernantes, como si con ello se acabara la violencia y regresara la seguridad, en tanto siguen viviendo la quimera de hacer como que Gobiernan. Los hechos de este lunes, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo tres días en la Entidad, tiempo en el que criticó la inoperancia del Gobernador en turno y del superdelegado Manuel Huerta, demuestran que ni Veracruz se ha “serenado” ni el Gobierno actual hace nada para contener tantas y semejante violencia, lo que invariablemente ahuyenta las inversiones, acrecienta el desempleo e induce a muchos jóvenes a sumarse a grupos que trastocan el Estado de Derecho, pese a los anuncios del mandatario nacional de rescatarlos. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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