El debate nacional respecto a la Petroquímica y negocios chuecos relacionados con el negocio, ha polarizado peligrosamente las corrientes que participan en el asunto; por un lado están nuestros actuales y pasados gobernantes que han respondido a presiones ejercidas desde el extranjero por grupos que de siempre han querido usufructuar la riqueza petrolera mexicana, la perdieron el 18 de marzo de 1938, no digirieron nunca la nacionalización de Lázaro Cárdenas, apostaron a que el mexicano no era capaz de administrar su riqueza, la tesis del imperialismo tras- nacional es fundamentalmente WASP, siglas que identifican a los vecinos del norte con los atributos de ser White(blanco) Anglo Sajón y Protestante, nosotros somos MHAC, Morenos, Hispano-Americanos y Católicos. Ya en serio y sin ofensivas abreviaciones, el norteamericano sostiene la peregrina tesis del destino manifiesto, herederos de los calvinistas, que expulsados de Inglaterra llegaron a formar las llamadas colonias de Norteamérica, apegados a la devoción cristiana protestante, se arrogaron la tesis cuasi racista de que Dios los había seleccionado para mandar al mundo, con la ayuda de su Dios, incursionaron en otros países, arrasaron con todo lo que se oponía a su proyecto, unidos a su estilo y creencias, aparentemente Dios les apoyo, pues unidos al Cristo judío, al protestar la fe religiosa Romana, casi WASP, les falto solo nacer en Inglaterra.
México ha sido avasallado por el imperialismo WASP, esos amos son los que hoy exigen a nuestros gobiernos la entrega casi incondicional de nuestras riquezas petroleras, las exportaciones de crudo ya están comprometidas, hipotecadas, listas para ejecutar el embargo resultante del convenio Cedillo-Clinton, aparentemente vigente o renovado, firmado para garantizar el pago del préstamo con el que se pretendió aliviar la crisis derivada de los errores de diciembre de 1994.
Extraemos y exportamos crudo al ritmo de 2’600,000 barriles diarios, gran parte para pagar deuda, otra parte se nos regresa con refinados, pagándolo a precio de mercado como cualquier importador, no son jueguitos, el crudo que exportamos a un valor medio de 80 U.S. DLL/barril, significa que pagamos anualmente al Departamento del Tesoro aprox. 100,000 millones de dólares o mucho más, es un maldito y mal negociado convenio que por más de 20 años nos ha tenido como esclavos de los norteamericanos.
La venta de la petroquímica básica y secundaria, como se hace, ya modificadas las leyes, significa que México recibirá un ingreso de dinero fresco por varios miles de millones de dólares, con lo que se construirían las plantas de petroquímica básica. “Mentiras, falacias, vaciladas y burla a los mexicanos”
Si realmente queremos salvar a PEMEX y dejarlo mexicano, si realmente las reservas del Banco de México son del orden de 150,000 MDD se podrían distraer algunos miles para construir nuevas plantas, dando mayor garantía a los acreedores. ¡Pamplinas! Nuestros neoliberales gobernantes ya decidieron la entrega, el circo del debate camaral y la bronca huachicolera, traerá como resultado la modificación de la Ley Reglamentaria del Art. 27 Constitucional y todo lo que se tenga que modificar para entregar lo que se convino desde febrero de 1995 en el Convenio Zedillo-Clinton. ¡AGUAS!
Enero 17 del 2019 lmwolf@prodigy.net,mx Luis Martinez Wolf |
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