LA NOTICIA fue impactante.
Dos políticos, en pleno ejercicio de sus funciones, mueren en accidente aéreo y se desatan las especulaciones en torno a estos hechos que han dejado consternado al país.
Se trata de la Gobernadora del Estado de Puebla, Martha Erika Alonso, así como de su esposo, el Ex gobernador de la misma entidad federativa y actualmente Senador de la República.
Martha Erika, había tomado posesión de su cargo, a la media noche del pasado catorce de diciembre, en medio de grandes obstáculos políticos, por haber ganado la gubernatura al morenista Miguel Barbosa, quien hasta el último momento de la contienda, le puso toda clase de impedimentos para que llegara al puesto de mandataria estatal.
El mismo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, habría declarado que no iría a ninguna parte del Estado, mientras durara el gobierno de la primera mujer que llegaba a ser Gobernadora del Estado de Puebla, como una reacción ante la decisión del Tribunal Federal Electoral.
Mucho se dijo en ese entonces y mucho se dice ahora, cuando apenas han transcurrido escasamente nueve días de su mandato. Todo México, esta a la expectativa de lo que puede suceder, toda vez, que los panistas han estado reaccionando de manera enérgica para que se investiguen estos hechos.
Mientras tanto, hay dolor en todos los sectores de la entidad, donde Martha Erika Alonso, había comenzado su labor de Gobernadora, cambiando, al mismo tiempo, todo el panorama político y administrativo de su Estado, pues su muerte es considerada una verdadera tragedia que hasta este momento nadie entiende del todo, sobre todo, cuando las especulaciones se comienzan a multiplicar por las circunstancias en que pierden la vida estas dos personas, ligadas por mucho tiempo a las actividades del Estado de Puebla.
Sin considerar las siglas políticas a las que pertenecieron, los dos políticos, representan para México, una enorme pérdida, pues desde sus trincheras estaban luchando seriamente por mantener el poder político de la entidad, ante la avalancha que se les presentó durante el proceso electoral, donde las elecciones se judicializaron hasta que, finalmente, el Tribunal Federal Electoral, dio la victoria a Martha Erika Alonso.
No hubo conformidad de los morenistas, aunque tuvieron que aceptar su derrota ante la política panista.
Es el momento en que se comienzan a dar diversas reacciones en todos los sectores de la sociedad mexicana, pues independientemente de sus actividades políticas, eran personas, seres humanos que estaban entregados a su labor y que buscaban seguir desempeñándose como funcionarios públicos, aún en contra de quienes ansiaban el poder de dicha entidad.
Esta fue una historia corta.
Pocos días de gobierno para la Gobernadora, quien había tomado posesión de su cargo, ante el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, y no del Congreso estatal, para evitar encuentros y desencuentros políticos que pudieron generar actos de protesta y hasta de violencia.
Por su parte, el Senador de la República, Rafael Moreno Valle, quien estuvo por mucho tiempo en la búsqueda de la candidatura panista para llegar a la Presidencia de la República, lo que no logró después de la historia que casi todo México, conoce, relacionada con quien, finalmente, fue el supuesto elegido para enfrentar a los demás candidatos del PRI y sobre todo de Morena.
Termina trágicamente una historia política en donde salen sobrando todas aquellas acciones que tuvieron que enfrentar, los ahora fallecidos, para lograr los puestos de elección popular que aspiraban.
Todavía hay quien no lo cree, como en todos los casos parecidos que se han suscitado en el país y en el mundo, tanto por ser personajes de la vida pública, como por las circunstancias en que mueren y sus recientes luchas políticas, apenas realizadas en la vida política del país.
Que sirva, pues, para reflexionar.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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