La broma, que en este caso sería de muy mal gusto, por lo que mejor es que se califique como “la desvergüenza, la procacidad, el impudor, el cinismo o la desfachatez más grande del sexenio”, fue la reunión que tuvieron en Washington…
Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Interior; Luis Videgaray, quien llegó a la secretaría de Relaciones Exteriores sin saber nada, y nada aprendió; Mike Pompeo, homólogo del mexicano, que es todo un personaje en perfecta concordancia con su curioso apellido; Mike Pence, vicepresidente de los EE.UU. un belicoso personaje que haría palidecer de envidia al General George Paton (1885 - 1945) y a Rodrigo Duterte, el Presidente de Filipinas que salió bueno pal gatillo...
Todos convocados por la Secretaría de Estado a cargo del citado Pompeo; a la que finalmente asistieron, Martha Delgado, a nombre de AMLO; Jimmy Morales, Presidente de Guatemala, quien se sintió en su medio -recordar que antes de ser Presidente, fue comediante y la convocatoria fue una broma de mal gusto, como arriba se cita-; Oscar Ortiz, Vicepresidente de El Salvador; y nada más ni nada menos que Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación, invitados todos a la segunda Conferencia sobre Prosperidad y ¡Seguridad! en Centroamérica…
A la primea acudieron más; pero como vieron que era una vacilada, para la segunda algunos enviaron a suplentes y otros ni eso. Estados Unidos y México, preocupados por la seguridad y prosperidad de Centroamérica. Vaya broma. ¡Háganme el regalado favor! amables lectores. Ya están como los curas cuando hablan de humildad y pobreza…
México prometiendo a las naciones Centroamericanas ¡asesoría en seguridad!; cuando el mundo entero está al tanto de que las Autoridades ya no saben que hacer con los cadáveres. Porque ¡ni en los temblores se ven tantos muertos!…
Ya nada más falta que empiecen a licitar los entierros y le entreguen la concesión a Odebrecht; porque el negocio de las funerarias, al igual que las casas de empeño, van tan a la alza, que ya quisiera Wall Street…
Y luego EE.UU. asesorando en seguridad a Centroamérica, donde no hay semana en la que no haya tiroteos con muertos y heridos en los centros educativos. Sin omitir que los atentados se dan hasta en los desfiles, los maratones, o los espectáculos, donde los agarran como tiro al blanco…
La falta de seguridad en EE.UU. es tan grande, que todavía no se han dado cuenta que hay cárteles que distribuyen las drogas operando en todo su territorio; pues no se sabe que detengan o persigan a nadie…
Por no comentar sobre su seguridad aérea, que tan fácilmente violaron los aviones que derribaron Las Torres Gemelas, el Pentágono y demás; que como todo lo que sucede, tuvieron algo de bueno, pues les permitieron deshacerse de papeles “secretos” tal vez comprometedores…
¿Y los muertos? Bueno, siempre estarán en la memoria y año con año se les recordará con gran pompeo, perdón, pompa. Pero finalmente “El fin justifica los medios”…
Frase atribuida a Niccoló di Bernardo dei Machiavelli, más conocido como Nicolás Maquiavelo (1469 - 1527) cuando en realidad fue interpretada. Toda vez que en el texto del libro “El Príncipe” dice textualmente: “En las acciones de los hombres y particularmente en los príncipes. Donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados”…
Hay quienes tienen la opinión de que la interpretación viene del jesuita alemán Hermann Busenbaum (1600 - 1668) “Cuando el fin es bueno, los medios para alcanzarlos son lícitos”. Escrito en su libro “Medulla theologiae moralis” Manual de Teología Moral, considerado como texto obligado en los seminarios…
Una basura tan grande como el que escribió Alphonse María de Ligorio (1696 - 1787) considerado como Santo y Doctor de la Iglesia, titulado “Tratado de Teología Moral”. Libro que sin embargo no corrió la misma suerte que el de su antecesor, que acabó en la hoguera, pues hablaba de que se justificaba el asesinato de un príncipe…
Y sin soslayar que el gran Napoleón Bonaparte (1769 – 1821) decía: “Triunfad siempre; no importa como”. Aunque sabido es que en el amor y en la guerra todo se vale…
Pero respondiendo a la pregunta. No; no les da vergüenza. ¿Y a los diputados? No; a esos tampoco.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. |
|