DICE EL Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que “hay quienes quisieran ver en este gobierno lo mismo que vieron en el gobierno anterior, que fue un mal uso de recursos” y especifica: “nada más para que tengan una idea, dicen que hay una desviación de recursos de 380 millones, cosa que no es cierto y ya se aclaró y no hay en ningún espacio de la cuenta pública que diga desviación de recursos sino observaciones y es por una cifra mucho menor”, y en el caso concreto de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación –cuyo titular, ahora se sabe, es el “gallo” de Yunes Linares para ocupar la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, asegura que “está perfectamente acreditado el gasto que el Orfis considera que no está acreditado. Son 500 mil pesos que yo ordené que se dieran a la Unión Ganadera Regional de la Zona Centro (¿y por qué solo a la zona centro y no a las tres regiones?) para subsidiar la compra de sementales y mejorar de esta manera la raza”. Pero no, por el “osito bimbo” que nadie desea que en este sexenio ocurra lo que sucedió en el pasado, ya que Veracruz no aguantaría otra debacle que conlleve al iniciar el próximo sexenio a despidos masivos, adeudo a empresarios y prestadores de servicio, ausencia de obra pública –aun cuando en esta administración se realizaron algunas notables-, falta de apoyo al campo, recorte en plazas policiacas que conllevaron a mayor inseguridad y, tan grave como lo anterior, desempleo y pobreza.
Y NADIE lo desea porque está visto que no paga las consecuencias el gobierno sino los gobernados que, pese a pagar impuestos en tiempo y forma no los ven reflejados en beneficios colectivos como debiera ser, sino en el pago de intereses y compromisos de la deuda pública, ni siquiera a capital sino de utilidades que adquieren los bancos y sociedades por facilitar dinero. De verdad, nadie desearía ver en la cárcel a Miguel Ángel Yunes Linares y colaboradores si el producto de lo timado no es rescatado como ha ocurrido con Duarte y sus secuaces y, para colmo, el ex Gobernador está en un tris de obtener la libertad y dedicarse a disfrutar de todo lo saqueado, garantizando una vida placentera y sin preocupaciones a por lo menos cuatro o cinco generaciones. Por ello todos deseamos la entrega de buenas cuentas, pues ni siquiera existe el argumento de que el dinero fue a parar al bolsillo de los medios de comunicación ya que el mandatario en turno restringió todo trato con cierta prensa, salvo el caso de Facebook y algunos otros sitios de carácter nacional.
LLAMA LA atención que anuncie el Gobernador que se dieron subsidios de 10 mil pesos para la compra de 50 sementales durante la exposición ganadera de Ylang Ylang, y que en total autorizó 500 mil pesos a esa organización cuando toda la ganadería del Estado enfrenta condiciones desfavorables. Y Yunes vuelve a insistir: “no hay ninguna desviación de recursos, ni el doctor Joaquín Guzmán (su candidato a la dirigencia Estatal del PAN) ni ningún funcionario desviaron recursos. Eso se daba antes de Diciembre de 2016, pero ya no”, y deseamos creerle, pero el
Órgano de Fiscalización Superior –que de pronto se tornó tan legalista, lo que no hizo con Javier Duarte- insiste en que el gobierno de Yunes Linares dejará a un Veracruz sumido en una profunda crisis económica. Y es que los indicadores dados a conocer por el Orfis en su informe especial sobre el “panorama socioeconómico” del Estado, incluidos en la Cuenta Pública de 2017, destacan una caída en casi todos los rubros económicos que, sumados a los registrados en el 2018 indican que hay una fuerte “recesión”. Veracruz se ubica como el Estado 29 con un crecimiento de apenas 1.45 por ciento y un Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) de 94.77, mientras que el promedio nacional se encuentra en 100.83. Estos indicadores socioeconómicos muestran que las ventajas comparativas que tiene el Estado de Veracruz no han sido plenamente aprovechadas y mantienen al Estado inmerso en amplias disparidades sociales, así como en una gravísima recesión económica, según el reporte del Orfis.
ASI, EN el Informe General Ejecutivo del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2017, Veracruz ocupó los últimos lugares en el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), el cual brinda información de corto plazo que permite tener un panorama de la evolución económica en cada una de las entidades federativas. El ITAEE en el cuarto trimestre del ejercicio 2017 fue 101.96, ubicándolo como el número 29 del país, es decir de los últimos a diferencia de Baja California Sur, Aguascalientes, Querétaro, Quintana Roo y Guanajuato que fueron los mejores, y Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tabasco y Campeche los peores. Pero Veracruz también registro uno de los peores crecimientos del País a diferencia de Baja California Sur (con 13.65% de crecimiento) seguido del Estado de México (5.68%), Michoacán (5.29%), Colima (5.04%) y Quintana Roo (4.67%), mientras que los Estados que más decrecieron fueron Oaxaca (-2.83%), Veracruz (-3.23%), Durango (-5.24%), Tabasco (-7.48%) y Campeche (-7.59%). Y si todo ello contribuyó a la derrota de su hijo, seguramente, está justificado, ya que las expectativas prometidas fueron superiores y los resultados mínimos. Que conste, nadie acusa a Yunes Linares de corrupto, si acaso de ineficiente, omiso e inoperante.
HUBO QUIENES, también, creyeron que la alianza PAN-PRD-MC triunfaría en la elección pasada de Gobernador, y en ese tenor se colocaron de “tapetes”, dando forma al más vil de los servilismos en perjuicio de la institución, y ese es el caso del Presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Edel Álvarez Peña (el de las amenazas furtivas) que no quiso cobrarle al Gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares más de 676 millones de pesos de adeudos pasados y sólo recibió 40 millones de pesos, y acaso por ello el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) reporta que el Tribunal registró cuatro observaciones y nueve recomendaciones, haciendo un total de 19, y en el documento se revela que en las cuentas por cobrar a corto plazo del Poder Judicial, el gobierno estatal le debía 676 millones de pesos por concepto de ministraciones pasadas y sólo pudo recuperar a Marzo de este año 40 millones de pesos. Por esa razón, el Poder Judicial tiene un saldo pasivo con el Instituto de Pensiones de Veracruz (IPE) por cuotas y aportaciones del orden de 43 millones 180 mil 725 pesos, ya que el pasado 5 de Julio realizó una aportación por la pírrica suma de 209 mil 051 pesos pese a la situación financiera del IPE. En fin, muchas cosas comienzan a emerger en este final de sexenio, y ha sido el propio Orfis -el que empinó a Duarte con Yunes y que ahora pretende empinar a Yunes con Cuitláhuac- el encargado de meterle ruido al asunto. Pero de eso a que deseemos que ocurra a este sexenio lo mismo que al pasado, Dios nos libre. OPINA carjesus30@hotmail.com
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