HAY OCURRENCIAS que cuestan mucho dinero al País, y que son producto de un populismo exacerbado que busca quedar bien con unos aunque se afecte a las mayorías. Aclaramos, no estamos en contra de Andrés Manuel López Obrador, por el contrario, qué bueno que está dispuesto a combatir la corrupción, ese cáncer que ha provocado severos daños al País obstaculizando su crecimiento y, en cambio, ha engrosado fortunas a unos cuantos, sin embargo, eso de reinstalar a profesores cesados por negarse a presentar exámenes de evaluación y desempeño entre Noviembre y Diciembre de 2015, sí que es una ocurrencia en tiempos de la llamada “Austeridad Republicana”, sobre todo porque reincorporar a 15 mil profesores cesados en base al artículo 74 de la Ley del Servicio Profesional Docente le costará al Estado 142 millones 500 mil pesos mensuales si consideramos que el salario promedio de un mentor es de 9 mil 500 pesos mensuales, lo que se elevaría a 1 mil 710 millones de pesos al año, además de un acto de corrupción porque se estaría solapando a quienes no buscan sino el beneficio personal al negarse a prepararse mejor en bienestar de las nuevas generaciones. Y es que las plazas que quedaron vacantes tras la cesantía de los maestros negados a examinarse fueron ocupadas ipso facto para evitar que los niños se quedaran sin recibir la educación básica que les compete, por lo tanto, no se sabe si quienes serán reinstalados retornarán a sus antiguas bases ya ocupadas por gente más preparada, o les crearán otros espacios que deberían ser en zonas rurales o marginadas que es donde, realmente, se requiere de esa atención.
DE ACUERDO con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, en total 153 mil 132 profesores estaban convocados para presentar la evaluación, pero 13.8 por ciento de los notificados no presentó ninguna de las pruebas para calificar la práctica docente, lo cual equivale a 21 mil 132 docentes. Sin embargo, ese número bajó a 15 mil porque, posteriormente, la SEP aplicó exámenes a quienes se vieron impedidos de hacerlo por miedo a los actos violentos de la CNTE o porque no pudieron llegar a la sede, pero en total 15 mil profesores de plano se negaron a presentar los diferentes exámenes de la evaluación de desempeño en 2015, y uno se pregunta: ¿Qué programas tendrán que ser afectados para que los profesores cesados puedan ser reincorporados a las aulas que perdieron por desidia o rebeldía?. El artículo 74 de la Ley del Servicio Profesional Docente indica que “el incumplimiento de las obligaciones del artículo 69 dará lugar a la terminación de los efectos de nombramiento sin responsabilidad para la autoridad educativa o para el organismo descentralizado, y sin necesidad de que exista resolución previa del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje”. El artículo 69 de esa misma ley establece que el personal docente está obligado a “cumplir con los procesos establecidos para las evaluaciones con fines de ingreso, promoción, permanencia y, en su caso, reconocimiento”, por lo que antes de la reinstalación, los ordenamientos legales deberán ser reformados.
LO PEOR es que de acuerdo al Informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), desde hace 15 años México tiene uno de los peores niveles educativos de las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pues de acuerdo a los resultados de ese instrumento aplicado en 2015, en una escala donde la media es 500, los alumnos mexicanos no aprobaron en ninguna de las áreas de ciencias, lectura o matemáticas. En los rendimientos en esta última, los estudiantes mexicanos obtuvieron en promedio 408 puntos, por debajo del promedio OCDE, de 490 puntos, situando al País al lado del desempeño promedio de Albania y Georgia. Los adolescentes mexicanos de 15 años obtuvieron una diferencia de 80 puntos por debajo de Portugal y España, y entre 10 y 15 puntos respecto de los estudiantes de Chile y Uruguay, aunque se situaron por encima de Brasil, Colombia, la República Dominicana y Perú. En promedio, alrededor de uno de cada 10 estudiantes en los países de la OCDE (10.7 por ciento) alcanzan un nivel de competencia de excelencia en matemáticas, mientras en México sólo lo obtienen 0.3 por ciento de alumnos, por debajo de los porcentajes de Brasil, Chile y Uruguay, además de que México tiene una proporción similar de estudiantes que alcanzaron en 2015 niveles competitivos de excelencia en matemáticas respecto de 2003, pero en menor proporción que en 2006, 2009 y 2012.
EN VERACRUZ fueron casi 3 tres mil profesores los cesados por incumplir la evaluación, y se ignora si finalmente la presentaron, pues de acuerdo a la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por lo menos 863 afiliados a esa organización no subieron a la plataforma del Servicio Profesional Docente sus portafolios de evidencias. Como fuera, el próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán asegura que los maestros que hayan sido cesados por no presentarse al examen de evaluación docente serán reinstalados en sus plazas. Y no se refiere a algunos sino “todos los docentes que a nivel nacional hayan tenido problema de haber sido cesados por razones intrínsecas a la reforma educativa, fundamentalmente por no haberse presentado a la evaluación se van a reinstalar”, lo que en nada ayudará a mejorar la educación en México, sobre todo si se considera que es obligación de todo ente superarse para ofrecer mejores alternativas, más aun tratándose de profesores que transmiten conocimientos a los niños cuya plataforma es la primaria.
SIN DUDA, no evaluar a los maestros va en detrimento de los niños, ya que la finalidad de una buena Educación Primaria es facilitar a los alumnos los aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, la aritmética, la adquisición de nociones básicas de cultura y ciencia, y el hábito de convivencia, así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de alumnos y alumnas y prepararlos para cursar con aprovechamiento la Educación Secundaria Obligatoria. No hacerlo o no estar capacitado el profesor para hacerlo significa atrasos que más temprano que tarde inducen a deserciones, ya que comúnmente no logran la calificación mínima para acceder a bachillerato y, en el peor de los casos a educación superior, lo que conlleva a menor desarrollo, y en ese tenor lo ha expresado el Presidente de “Mexicanos Primero”, Claudio X. González cuando afirma no sin razón que “el sistema educativo mexicano es ineficaz, inequitativo, insuficiente, opaco y corrupto”. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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