NO IMAGINAMOS qué ocurrirá a partir del primero de Diciembre en el Estado, con un gobernador entrante que, a decir verdad, aun no tiene todo el contexto social veracruzano en sus manos, entre otros el de la inseguridad que galopa por todo el territorio causando incertidumbre, secuestros, ejecuciones, asaltos a camioneros y particulares, robo de combustibles, a casa habitación y negocios, desapariciones y extorsiones entre otros. Cuitláhuac García Jiménez sigue buscando al mago que por obra y gracia de servir al gobierno de MoReNa acabará de un plumazo con tanta y semejante violencia, y en ese tenor asegura por momentos que podría ser un integrante de la Marina Armada de México –aunque en Veracruz se ha quedado demostrado que la milicia al frente de esa dependencia no ha dado buenos resultados- o, en todo caso un civil, y en ese sentido se habla, incluso, de dos nombres: José Manuel Pozos Castro, actual diputado local electo, quien ya fue titular del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) en tiempos del alemanismo, y un hombre cercano, hasta donde sabe, al mandatario, que asumirá funciones en Diciembre aunque, paralelamente se menciona a otro no tan cercano pero con experiencia probada en diversos Estados como el Doctor en Gobierno, Gestión y Políticas Públicas Sustentables por el Instituto de Ciencias Avanzadas, Armando Álvarez Morales que, entre otras cosas se ha desempeñado como director de diversas especialidades en materia de seguridad nacional y derecho en la Universidad Nacional Policial y en la Universidad de Estudios de Posgrado en Derecho; Director General de la Academia de Policía de Tabasco y Coordinador General de Proyectos Estratégicos de Seguridad Pública, mientras que en la Comisión Nacional de Seguridad fue director del Sistema Nacional de Control de Sentenciados en libertad del fuero Federal. Se desempeñó hace muchos años como Asesor de Estrategia e Inteligencia en Seguridad Pública del Estado de Veracruz; Secretario de Seguridad Pública en el municipio de Benito Juárez–Cancún, Quintana Roo. Director General de la Academia de Policía de Veracruz; Director General del Centro Estatal de Evaluación, Control y Confianza. Titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública; fue funcionario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen); Jefe de la Unidad de Orientación y Atención a Quejas en materia de Derechos Humanos; ha sido funcionario en la Procuraduría General de la República y Presidente de Servicios Sociales para la Policía Auxiliar del Distrito Federal, funcionario de la Secretaria de Seguridad Pública en la ciudad de México, donde, también, fungió como Director General de la Policía Auxiliar y Secretario Técnico de la Caja de Previsión Social de la Policía Preventiva del DF entre otros cargos.
Y SEGURAMENTE, el veracruzano Armando Álvarez Morales no será el próximo Secretario de Seguridad Pública pese a la experiencia probada en el ramo y los puestos desempeñados, todos exitosamente, a pesar del currículo académico que le antecede: es, además, licenciado en Administración de Empresas con especialidad en administración pública por la Universidad Tecnológica de México y la UNAM, cuenta con postgrado y maestría en Administración Pública por el Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública y por el Instituto Nacional en Administración Pública (INAP); tiene maestría en Derecho Privado por la Universidad de Estudios de Postgrado, posgraduado en Derecho Inmobiliario, Comercial, Financiero, Corporativo por el Centro de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y es un especialista en Seguridad Pública, Procuración de Justicia y Derechos Humanos validado por la Procuraduría General de la República y la Academia Regional de Seguridad Pública del Sureste, evaluado y certificado por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y la Secretaría de Seguridad Pública del DF.
POR ELLO, seguramente, no será tomado en cuenta, pues a juzgar por el nivel de contrataciones que está realizando el Gobernar electo, Cuitláhuac García Jiménez, se trata de colaboradores de medio pelo, aun cuando Veracruz requiere currículos prestigiosos que coadyuven a lo que se quiere, y qué mejor que concertar con alguien que no es, propiamente, amigo del gobernante en turno, esto es, recurrir a colaboradores gerenciales que den lo mejor de sí mismos para garantizarse la permanencia, y no aquellos que por compadrazgos, amigazgos o conveniencia se les perdona todo, como está ocurriendo en el gobierno de Miguel Ángel Yunes donde al titular de Seguridad, Jaime Ignacio Téllez Marie le viene valiendo un soberano sorbete lo que ocurra en el Estado, con una violencia que no cesa pese a las cifras alegres del Grupo de Coordinación que cada semana hablan de Veracruz como si se tratara de Islandia que, de acuerdo con el Índice Global de Paz 2018, sigue siendo la Nación más pacífica del mundo, una posición que ha ocupado desde 2008. Nueva Zelanda, Austria, Portugal y Dinamarca, también, se encuentran en los primeros cinco puestos seguidos por Canadá, República Checa, Singapur, Japón e Irlanda, pero el Estado de Veracruz es otra cosa: es un infierno, dicen los que vivieron la medianía de la seguridad de hace 20 o 30 años, cuando todavía se podía deambular por calles y avenidas de los principales municipios a cualquier hora de la noche sin que nada ocurriera.
NO SE trata de imponerle nada al futuro gobernador del Estado ni de recomendar a nadie, sin embargo, a juzgar por sus más recientes presentaciones, está a un tris de ser contaminado por aquellos que tanto criticó, y lo peor es que a diferencia de Andrés Manuel López Obrador que mantiene una relación estrictamente laboral evitando compromisos de antemano, Cuitláhuac es afín a bodas, quince años, bautizos, comuniones y confirmaciones, y toda esa parafernalia propia de quienes gustan invitar a los poderosos para demostrar que, también, lo son. En suma, hay quienes ya le están cultivando la personalidad, y en una de esas anuncia que si vivirá en Casa de Gobierno; que usará los aviones y helicópteros que utilizaba Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares; que será preciso hacerse acompañar de cierta guardia de seguridad por la inseguridad misma que prevalece en el Estado, y que habrá invitaciones a empresarios a su gabinete, comenzando por el ya nombrado Secretario de Desarrollo Económico, Ernesto Pérez Astorga, entre otros a quienes pagará los adeudos que Linares no ha pagado.
GARCIA JIMÉNEZ está obligado a hacer cosas diferentes a quien será su antecesor como mantener una relación cordial con los gobernados que, a pesar de todo, no tiene, porque le aburre saludar a los que menos tienen en tanto se hace ver con pudientes. Tampoco ha realizado foros –como AMLO- para analizar el fenómeno de la inseguridad, ni se ha reunido periódicamente con familiares de desaparecidos. Veracruz es complicado y el tiempo apremia, y a estas alturas en lugar de recorrer la Entidad degustando tacos y fritangas debería estar reunido con académicos, expertos en temas sociales y otros ámbitos para tratar de cuadrar un buen gobierno, salvo que en la futura administración pretenda ser el que corte listones, dejando la responsabilidad de gobernar a otros como el inmediato coordinador de programas Federales, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; al secretario de Gobierno, Erick Cisneros –que no acaba de identificarse con los veracruzanos- o la poderosa Rocío Nahle. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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