POR COMO se están poniendo las cosas nuevamente en Veracruz, el Gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez deberá asumir con mucha reflexión el nombramiento de quien será el próximo Secretario de Seguridad Pública, ya que el secuestro de la diputada electa del PRD, Norma Azucena Rodríguez Zamora, más allá de ser un acto delictivo que se ha vuelto cotidiano en la Entidad, constituye un reto al Estado, no solo para el mandatario en turno sino para el que viene. Es como “tentarle el agua a los tamales”, saber cómo reacciona el Estado y cuál será la posición de quienes asumirán funciones en el primer minuto de Diciembre, sobre todo porque los futuros gobernantes, tanto en el ámbito Federal como en el Estatal parecieran ya haber tomado “al toro por los cuernos”, al dictar agendas diarias y acaparar medios de comunicación. Rodríguez Zamora, quien asumirá la diputación en Septiembre próximo, fue plagiada la tarde del martes cuando circulaba sobre la carretera México-Tuxpan; un grupo armado a bordo de un auto Bora interceptó la unidad en la que viajaba, y acto seguido la bajaron golpeando al chofer y a la asistente que le acompañaba. No fue un hecho fortuito sino previamente diseñado, pues a juzgar por el comportamiento de sus captores, iban por ella. Sabían que Norma Azucena había sido regidora del ayuntamiento de Tihuatlán en la administración de Gregorio Gómez Martínez, y actualmente había recibido su constancia como diputada electa plurinominal por el PRD, partido que en la pasada elección participó coaligado con el PAN.
PERO EL secuestro de la legisladora electa, si bien forma parte de la violencia política que podría estar relacionada con el proceso electoral 2017-2018, sería solo una parte de la madeja que estaría heredando Miguel Ángel Yunes Linares al sucesor: un estado convulsionado por la violencia en el norte, centro y sur de la Entidad, pese a las cifras alegres que el Grupo de Coordinación anuncia cada semana y que, a decir verdad, ni ellos mismos se las creen, pues no pueden pasar desapercibidos crímenes en la capital del Estado como la ejecución de un mecánico sobre la concurrida calle Ébano a plena luz del día y en presencia de infinidad de personas, o la balacera tras un intento de asalto y persecución que derivó en enfrentamiento a balazos en la confluencia de las populosas avenidas Miguel Alemán y Ferrocarril Interoceánico de la colonia Ferrocarrilera de Xalapa, con saldo de un presunto delincuente muerto, lo que provocó incertidumbre y angustia de automovilistas y transeúntes, o el presunto suicidio de una mujer sobre la Avenida Arco Sur, todo eso el martes en Xalapa, o el enfrentamiento a balazos a pocos kilómetros de la llamada Atenas Veracruzana, concretamente en Rafael Delgado con saldo de dos personas muertas, o la ejecución de un ex policía de Ixhuatlancillo cuando caminaba sobre la calle Poza Rica, entre Huatusco y Coatzacoalcos de la unidad habitacional Palmira, de Mariano Escobedo. Sin duda, son hechos que llaman a la reflexión, porque podrían ser un verdadero reto al futuro gobierno, tomando en consideración que si la actual administración no pudo contener la desbordada violencia en seis meses como lo prometió el gobernador, Cuitláhuac, con menos experiencia en la materia tal vez se encuentre con un garbanzo de a libra si no coloca en la posición idónea a un experto.
ESTÁ CLARO que no se requiere, necesariamente, a un militar, sea de la Secretaría de la Defensa Nacional o la Marina Armada de México, sino de una persona que conozca la configuración política y social del Estado, pues aunque la violencia se encuentra atomizada en todo el solar jarocho, lo cierto es que en ciertas regiones predomina el secuestro, en otras el huachicoleo, el tráfico de estupefacientes o el cobro de piso, y sin duda el futuro Secretario de Seguridad Pública debe diseñar un esquema que permita atacar la delincuencia con expertos en cada rubro delictivo; elementos que sepan utilizar la inteligencia científica, los avances tecnológicos y que investiguen pero que, al mismo tiempo, prevengan nuevos ilícitos, alguien que tenga probada pericia en el ramo. El titular de seguridad debe estar, permanentemente coaligado con quienes serán titulares de trabajo, economía y turismo a fin de abrir espacios de empleos a muchos jóvenes primodelincuentes, ya que no se trata solo de reprimir sino de ofrecer alternativas de empleo y participación en el desarrollo del Estado e, incluso, en espacios educativos. Si hay fuentes de ocupación, como promete Andrés Manuel López Obrador, habrá alternativas que permitan ocupar a quienes ni estudian ni trabajan, muchos de ellos “carne de cañón” para los grupos delincuenciales. Se requiere por lo tanto un académico con grado de doctorado y maestrías, incluso, con experiencia en el tema pero, al mismo tiempo, conocedor de la juventud y de la sociedad, pues nombrar por solo hacerlo a un “bronco alebrestado” dará al traste con un buen proyecto que permita reducir los índices criminales actualmente al alza.
SIN DUDA, Cuitláhuac García Jiménez lo sabe, pero no está de más recordarle que según datos del Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos (OCC), durante el primer semestre del año los delitos en esa ciudad del sur del Estado –gobernada por MoReNa- mostraron una tendencia al alza mes con mes. Tan sólo Julio cerró con 51 incidentes, donde el delito de secuestro fue el que registró mayor incremento en casi un 167 por ciento. Otro ilícito que mostró un incremento fue el robo a transeúntes con un 100 por ciento, y el tercero fue el homicidio doloso con un aumento del 56 por ciento, con 25 delitos perpetrados. Y si alguien dijera que el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos busca notoriedad, basta ver el reporte de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) que establece que Veracruz ocupó el segundo lugar a nivel nacional en denuncias por secuestro, con 76 casos registrados durante el primer semestre y una cifra de 500 homicidios dolosos en el mismo periodo, esto a pesar de que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares insiste en que durante la actual administración Estatal ha disminuido la incidencia en todas las regiones. Vamos, hasta el Secretario General de la Sección 27 del Sindicato de Telefonistas de Coatzacoalcos, Juan Manuel Montiel Rodríguez alerta que las condiciones de inseguridad “son bastante complicadas en el sur del Estado, donde se comete un homicidio o un secuestro diario”, y tan solo en lo que se refiere a trabajadores de su sindicato se han registrado 12 casos entre extorsión y secuestro exprés. En fin, se requiere un Secretario de Seguridad Pública preparado, académico, que ya haya ejercido con éxito ese cargo, que conozca el Estado y los mosaicos que lo integran y no un “cuate” del gobernador, viciado y sin experiencia, y en el escritorio del futuro mandatario electo hay currículums que reúnen las condiciones idóneas. Basta leerlos. Así de simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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