NO ES secreto que el turismo representa una de las principales fuentes de ingreso para el País, y que en la coyuntura actual podría convertirse para Veracruz en un bálsamo que le permita enfrentar la crisis financiera que dejará el gobierno en funciones, cuya deuda, según el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, ascendería a 80 mil millones de pesos. Lo grave es que la zona conurbada Veracruz-Boca del Río es lo único que ofrece la Entidad como alternativa, pues el resto de municipios, con atractivos naturales e históricos se encuentran tácitamente olvidados, además de que para el arribo a zonas de playa los distintos gobiernos estatales han olvidado algunas condiciones necesarias. 1.-El Estado tiene atractivos turísticos y posee una gran historia, aunque los que existen se encuentran en situaciones deprimentes, ya que no se cuenta con carreteras idóneas para arribar a esos sitios que ofrecen esparcimiento o, incluso, enseñanza, tales como museos o vestigios arqueológicos. Y es que a través de los años, los gobiernos se han olvidado de construir o reparar carreteras, y un ejemplo es, sin duda, la rúa de acceso al Puerto de Veracruz si se viene de la zona sur sureste. En efecto, la rúa que va de la zona industrial Bruno Pagliai –donde se encuentran importantes complejos fabriles como Tamsa- parece de terracería, con camellones deprimentes cuya hierba alcanza el metro o más de altura, basura y tierra acumulada en las orillas con encharcamientos que producen moscos tan letales como el Aedes aegypti que trasmite enfermedades como el Zika, dengue y chikungunya, y no en vano esa zona es la más afectada por esos males.
ES PATÉTICO circular por esa carretera olvidada por el Estado y el ayuntamiento de Veracruz, donde se construye, por cierto, un paso a desnivel a la altura del afamado Nuevo Veracruz, pero que ante la derrota del PAN ha sido semi olvidado, y difícilmente quedará terminado antes de que concluye el actual gobierno. Tomar esa vía para llegar al aeropuerto si se procede de Xalapa es llegar con retraso, o usarla para viajar a la capital del Estado tras un vuelo, es perder dos o tres horas. La carretera presenta un aspecto sucio, pestilente y lleno de basura, y bastaría con que el alcalde porteño Fernando Yunes Márquez se diera una vuelta para corroborarlo, aunque, seguramente supone que Veracruz solo es el centro porteño, su boulevard y acaso Los Portales, y no las cientos de colonias populares abandonadas a su suerte, con severas carencias de drenaje, agua entubada y calles sin pavimento, lo que propicia un sinfín de daños a la salud. Ofrecer esos cuadros al turismo que viaja por carretera al puerto, es como invitarlo a no regresar. Boca del Río cuenta, por lo menos con la carretera Paso del Toro que le enlaza directamente, y que evita que los viajeros sean testigos del abandono en que se encuentran las infraestructuras que comunican a Veracruz.
2.-LOS ATRACTIVOS turísticos deben ser destinos competitivos, y para lograrlo se debe satisfacer las motivaciones que impulsaron a los visitantes a viajar a él, y estos se dividen en naturales como parques, desiertos, playas, etc., y culturales como la gastronomía, folclor y arquitectura de sus monumentos y sitios históricos (abandonados como el Castillo de San Juan de Ulúa o el Fuerte de Santiago), aderezado con una superestructura, y en el sector turismo son las vías de comunicación indispensables para que el viajero pueda trasladarse dentro y fuera del destino, en este caso la marítima, terrestre y aérea. Veracruz cuenta con lugares importantes para ser visitados vía marítima como la Isla de Sacrificios, cerrada al público, y otros islotes, y carece de embarcaciones donde jóvenes y adultos convivan como en Quintana Roo, al son de la música y la diversión sana. Salvo el alquiler de algunos yates, con alto costo e inaccesibles a las mayorías, la zona no tiene atractivos en la materia pese al enorme litoral que muchos desearían recorrer.
LLAMA LA atención enterarse que México recibió el año pasado a 39.3 millones de turistas -un récord histórico- que dejaron ingresos por 21 mil 300 millones de dólares, cifra que fue superior en 4.2 millones de personas, o 12 por ciento, a los 35.1 millones que se registraron en 2016. Un 59 por ciento de turistas que llegaron vía aérea lo hicieron desde Estados Unidos; 10 por ciento desde Canadá, un 16 por ciento desde América Latina, un 11 por ciento de Europa y el 4 por ciento restante desde otros países del mundo, pero lo lamentable es que entre los destinos de sol y playa, los preferidos por los extranjeros destaca el crecimiento de Isla Mujeres y Cancún, en la región del Caribe (sureste), y Nuevo Vallarta, en Nayarit, según datos de alojamiento hotelero que van de 2012 a 2017, pero entre estos no figura Veracruz pese a los múltiples atractivos que podría ofrecer y que harían del solar jarocho, si las autoridades Estatales y municipales se lo propusieran, un paraíso inigualable, porque partiendo de Veracruz se podrían ofrecer tours a personas que deseen conocer otras bellezas como Xalapa o zonas aledañas como Naolinco y su producción de artículos de piel a la altura de las mejores del País; Coatepec y Xico con su gastronomía, buen café, artesanías, tradiciones y una gama de sitios donde el turismo estaría tentado a regresar. Porque a los foráneos les gusta México para vacacionar, y prueba de ello es que el año pasado los ingresos representaron un alza del 8.7 por ciento frente a los 19 mil 600 millones de dólares de 2016, lo que ubica a la actividad como la tercera fuente de ingresos netos del país después de la industria automotriz y las remesas que envían los mexicanos que viven en el exterior, mayoritariamente en Estados Unidos.
TAL VEZ el alcalde porteño deba ponerse las pilas y olvidarse de la derrota que le infligieron a su partido en las elecciones de Julio, y abocarse a bajar recursos de donde sea para reparar los accesos al puerto, pues el Estado deprimente de las carreteras que le competen dejan mucho que desear, sobre todo la que comunica al aeropuerto de Las Bajadas. La derrota es algo que no tiene vuelta, pero de ésta puede sacar cosas buenas si decide aplicarse y no convertir su mandato en una suerte de dictadura, por ocurrencias como la de multar hasta con 15 mil pesos a quien tire basura en las calles, cuando previamente no se ha capacitado o inducido a los gobernados, además de que el puerto carece de botes de basura en las esquinas y los desechos se acumulan en las calles para solaz esparcimiento de canes y mininos que terminan rompiendo bolsas y provocando una pestilencia al primer cuadro. Sin duda, con esos espectáculos el turismo no arribará a Veracruz, y las pésimas recomendaciones terminarán por ahogar a esa actividad que, por otra parte, tampoco tiene el respaldo de los prestadores de servicios que no desean invertir sino solo tener ganancias. Por ello el Gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez podría tener en la actividad turística uno de los potenciales para impulsar al Estado y asegurar no solo la aprobación de los que vienen sino de los que viven en el territorio. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
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