NO CABE DUDA de que algunos funcionarios gubernamentales y otros que ya no están en funciones, pero que pronto sabrán de las verdaderas intenciones de quien ya recibió su constancia de mayoría, como ganador de las elecciones presidenciales, se fueron, en principio, con la finta de que durante el futuro gobierno federal que se inicia en diciembre próximo, habría, de verdad, amor y paz y que todos aquellos pecadillos cometidos durante sus respectivas administraciones, hablando también de algunos gobernadores, se perdonarían y que todo saldría a pedir de boca.
Pues no, resulta que Andrés Manuel López Obrador, dijo lo anterior en varias ocasiones, pero con la finalidad de no alborotar tanto el avispero, ya que no puede dejar que tranquilamente se le vayan algunos ex funcionarios y funcionarios actuales en el ámbito federal y de algunos Estados de la República, con las bolsas repletas de billetes, producto del saqueo a las arcas de los Estados, así como de los presupuestos que algunos manejaron en las dependencias donde han fungido como titulares de las mismas.
Ya se dijo que, por ejemplo, que Emilio Lozoya Austin, Ex director de Petróleos Mexicanos, será llamado a rendir cuentas para esclarecer definitivamente los sobornos que sumaron, en su tiempo, cerca de los diez millones de dólares, aportados por la empresa brasileña Odebrecht, en principio para la campaña presidencial del todavía Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, mientras que otros funcionarios de menor rango, ya fueron denunciados por estar involucrados en estos mismos hechos. El tema es de suma importancia porque se enmarca dentro del fantasma de la corrupción, fenómeno social que pretende, a toda costa, combatir el futuro Presidente de México.
La historia de estos hechos esta por demás comentarla, pues es bien conocido el asunto de los sobornos de la empresa mencionada entregó al Ex director de Pemex, cuando Enrique Peña Nieto, era solamente el candidato presidencial, pero que con ello aseguraban los empresarios brasileños, tener acceso a los contratos millonarios a través de la paraestatal Petróleos Mexicanos.
En fin, que esto pronto será como el arroz, ya cocido, porque López Obrador, esta echando marcha atrás en esto de perdonar y cuenta nueva, pues si lo hace perdería gran parte del respaldo político que le ha dado el ciudadano mexicano, en las recientes elecciones, con la finalidad de que castigue todos los casos de corrupción que se conocen o que se estén investigando. Por ahora, en la Presidencia de la República, se ha dicho que el dinero que entregó Odebrecht, a quien era Coordinador Internacional de la campaña política, hace seis años, simplemente no llegó al ahora mandatario nacional. En esto hay que recordar, asimismo, que la cuerda se revienta por lo mas delgado y en este caso se podría estar viendo ya en la cárcel al mismo Emilio Lozoya Austin, y quizá hasta alcance
a alguno de sus familiares cercanos, cuyas cuentas bancarias recibieron directamente los recursos de que se habla.
Pero, fuera de este escándalo de corrupción, no hay que olvidar que existen, fuera del ámbito federal, otros casos más que por ahora, ya parece que se encuentran en el ojo del huracán y que pronto habrán de ser, también, puntos importantes de referencia nacional.
Imagínese usted, amigo lector, que si López Obrador, ya ha dado indicios de que procederá en contra de todos aquellos que resulten responsables por el mal uso de los recursos públicos, después de las investigaciones correspondientes, cuando apenas era virtual triunfador de las elecciones, pues mucho se ha de esperar ahora que reciba la constancia de mayoría y que lo acredite como Presidente de la República, electo.
Bajo estas condiciones, se espera, que el político tabasqueño, comience a endurecer su política y sea más directo con quienes tiene cuentas pendientes, pues hay que recordar que durante la campaña, fue ofendido seriamente y que esto, quizá, no lo perdone del todo, aunque haya hablado, alguna vez, de amor y paz.
Se tiene plena seguridad de que el futuro Presidente de la República, cuyo objetivo primordial de su gobierno, será el combate a la corrupción, proceda de inmediato en contra de aquellos que no tuvieron compasión con él, pues ahora, viene la revancha, aunque no con estas palabras, que suenan a lo mismo que se ha estado escuchando en alguna parte, sino con acciones legales que pongan a cada quien en su lugar.
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ERNESTO PEREZ ASTORGA, de la dinastía empresarial de Xalapa, será el futuro Secretario de Desarrollo Económico del Estado. Así lo ha decidido el Gobernador electo de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, atribuyéndose esta posición a quien será el futuro Senador de la República, Ricardo Ahued Bardahuill.
Hay que recordar que Pérez Astorga, es suplente del Senador electo, el también empresario xalapeño, oriundo del Estado de Hidalgo, pero hecho en esta ciudad, donde ha contribuido permanentemente al desarrollo de esta capital, a través de sus empresas, donde ocupa a cientos o quizá miles de empleados de toda esta vasta región que han encontrado acomodo para laborar.
Lo mismo se puede decir de la familia Pérez Astorga, que por años, también, han realizado un gran esfuerzo para mantener sus empresas que han dado, de la misma manera, empleo a muchos trabajadores de Xalapa, desde que Don Ernesto Pérez Villarreal, llegara para establecerse con el negocio de una distribuidora de llantas, por lo cual fue ampliamente conocido, además de que también se
desempeñara como Presidente de la Junta de Mejoramiento, en esta capital veracruzana.
No es por demás decirlo, que Ernesto Pérez Astorga, también se ha dedicado a este negocio que dejó su padre y por lo tanto, se involucró en la propia dirigencia de los empresarios en esta ciudad.
De esta manera, los empresarios encuentran, por fin, el respaldo de un gobierno en Veracruz, ya que desde hace tiempo han estado trabajando con las diversas administraciones estatales, donde en lugar de apoyarlos, los han rechazado, al grado de que a la fecha siguen insistiendo hasta en el pago por los servicios prestados al gobierno estatal.
Quizá, esto motivó al Gobernador electo de Veracruz, quien ha decidido darles el respaldo absoluto a quienes con sus empresas, están apoyando la economía familiar, más en este momento de grandes carencias económicas, originadas por la falta de una derrama económica que siempre había hecho el gobierno en la ciudad y otros lugares de la entidad veracruzana.
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AHORA QUE HA PASADO el seis de agosto, fecha en la que se conmemoró el setenta y tres aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en Japón, principalmente en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, durante la segunda guerra mundial, recordamos el libro titulado “Los que no murieron”, escrito por el maestro y periodista Felipe Bustos García, que revela gran parte de los acontecimientos de mil novecientos cuarenta y cinco, en voz viva de los que fueron sobrevivientes de esta masacre que el mudo no olvida.
Bustos García, estuvo en varias ocasiones en aquellas ciudades de Japón, primero en calidad de turista y más tarde, en otras visitas más, haciendo una serie de entrevistas a quienes lograron salir ilesos y que le contaron, directamente, todo el terror vivido durante estos acontecimientos.
Si a usted, amigo lector, le llegó algún ejemplar de este libro, léalo una vez más, porque resulta interesante conocer directamente de los que no murieron, sus propias versiones de todo lo sucedido.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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